El Consell saca adelante sus decretos sobre la dana sin pactos con la izquierda

El Ejecutivo autonómico convalidará este jueves en las Corts siete normas sobre la reconstrucción y solo una recibirá el apoyo de PSPV y Compromís: la ampliación de crédito de 700 millones para las ayudas

La consellera de Hacienda, Ruth Merino, regresa a su escaño tras intervenir en las Corts.

La consellera de Hacienda, Ruth Merino, regresa a su escaño tras intervenir en las Corts. / José Cuéllar/Corts

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

El uso del término "noqueado" se convirtió este miércoles en el punto con mayor acuerdo del pleno de las Corts. Y casi el único. La expresión, en referencia a lo dicho el lunes por Alberto Núñez Feijóo sobre cómo estuvo Carlos Mazón en los primeros días tras la dana, fue el arma arrojadiza habitual utilizada durante las intervenciones por los diputados de los cuatro grupos parlamentarios que subieron a la tribuna, de una bancada hacia la otra y viceversa; una unanimidad que solo se repetirá con el decreto-ley que incorpora 700 millones de euros de manera extraordinaria para pagar las ayudas de la emergencia.

El resultado se verá hoy en la pantalla de votaciones después de los debates de ayer en la cámara en un pleno extraordinario centrado en la gestión posterior a la catástrofe. Porque si el reparto de responsabilidades del 29 de octubre conlleva el choque absoluto entre izquierda y derecha, este no se diluye al hablar de la reconstrucción, como se vio ayer en el parlamento. 

Pese a los reproches por las formas, Vox apoyará junto al PP los siete decretos-ley (cinco de ellos con medidas sobre la reconstrucción tras la dana) lo que permitirá al Ejecutivo autonómico llevar a cabo todas las medidas previstas, un apoyo que le ha sido más esquivo en la izquierda. Tanto PSPV como Compromís, a través de sus síndics, José Muñoz y Joan Baldoví, coincidieron en criticar que el Consell «aprovecha la dana para introducir medidas que no tienen nada que ver» con la emergencia.«Es una excusa, no quieren reconstrucción», replicó el portavoz popular, Juanfran Pérez Llorca. 

Entre los decretos que los dos partidos de la izquierda rechazarán este jueves está el que modifica las medidas urbanísticas para las zonas afectadas, el que introduce cambios en la organización del personal de los servicios sanitarios, el encargado de «restablecer las infraestructuras eléctricas», el cambio de los estatutos de Feria València y Fira Alacant y el de eliminación de tres impuestos verdes (los dos últimos, sin relación con la dana, si bien en el segundo se introduce en una disposición final un recorte a una ayuda por la emergencia). 

El síndic del PSPV, José Muñoz, durante el pleno en las Corts.

El síndic del PSPV, José Muñoz, durante el pleno en las Corts. / José Cuéllar/Corts

No obstante, socialistas y valencianistas sí que apoyarán la convalidación del decreto-ley que amplía el crédito de la Generalitat en 700 millones, una medida que venía avalada por el Ministerio de Hacienda y que, por lo tanto, concernía directamente al PSPV. Esta será la única unanimidad después de que los socialistas se desmarcaran, calificándola de «chapuza», de la prórroga de un mes del transporte gratuito para jóvenes, una medida que Compromís respaldará. 

Ayudas a fondo perdido

Pero ni el acuerdo de todos los grupos sobre la ampliación del crédito evitó el cruce de críticas. En este sentido, la consellera de Hacienda, Ruth Merino, afeó que el Gobierno no haya destinado recursos extraordinarios «a fondo perdido» para la Generalitat como en el covid. «A ver si el problema se debe al color político del Consell», acusó la responsable de las cuentas públicas mientras Carles Esteve, de Compromís, le pedía la «solidaridad de los millonarios» recuperando impuestos eliminados. 

«Cuando el covid había un president con responsabilidad y ahora hay uno noqueado, esa es la diferencia», agregó por su parte Toni Gaspar, del PSPV. La expresión con la que Alberto Núñez Feijóo definió los primeros días de Carlos Mazón tras la dana se convirtió en la palabra del día en el pleno ya que aunque faltaron acuerdos sobre la reconstrucción, todos los partidos coincidieron en usar desde la tribuna como arma arrojadiza contra la bancada de enfrente.

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