Paisajes del Agua en la Comunitat Valenciana | IX
Las Islas Columbretes: Un archipiélago volcánico en el Mediterráneo
Se sitúan a 57 kilómetros del cabo de Orpesa, en la provincia de Castellón, sobre un fondo marino que no alcanza el centenar de metros de profundidad

Illes Columbretes. / Foto Centro Información Reserva Natural
Sandra Mayordomo Maya y Jorge Hermosilla Pla / Estepa. Universitat de València.
Se trata de un archipiélago de origen volcánico cuyas características de insularidad y biodiversidad configuran un paisaje único en el territorio valenciano. Las Islas Columbretes se sitúan a 57 kilómetros del cabo de Orpesa, en la provincia de Castellón, sobre un fondo marino que no alcanza el centenar de metros de profundidad. El origen de su denominación se ha relacionado con la presencia de abundantes serpientes. Hasta mediados del siglo XX fueron terra nullius, pero se incorporaron al término de Castelló de la Plana en 1955.
El archipiélago se extiende por 19 hectáreas de superficie emergida y cuenta con una treintena de islas e islotes distribuidos en cuatro grupos, los cuales reciben el nombre de la isla de mayor tamaño: L’Illa Grossa, La Ferrera, La Foradada y El Carallot. El primer grupo es el de mayor extensión, con 14 hectáreas de superficie emergida y una altitud máxima de 67 m.s.n.m. en el monte Colibre, donde se sitúa el Faro. Destaca su amplia forma semicircular. Es el único conjunto en el que todavía se pueden identificar restos de edificio volcánico.
Las Islas Columbretes y su entorno marino fueron declaradas Parque Natural en 1988. En 1994 el Parque Natural fue recalificado como Reserva Natural. En 1990, el entorno marino fue declarado Reserva Marina por el estado español. Además, están protegidas por otras figuras internacionales como ZEPIM, ZEPA en 2001, y LIC en el 2006. Asimismo, forman parte del Lugar de Interés Geológico “Volcanismo Cuaternario de las Islas Columbretes”.
Un paisaje volcánico excepcional
El proceso que originó el archipiélago es resultado de la compresión causada al entrar en contacto las placas tectónicas africana y euroasiática. Estas islas suponen uno de los excepcionales ejemplos de vulcanismo en el Mediterráneo occidental. Constituyen la parte emergida de un extenso campo volcánico submarino que ocupa una plataforma continental dominada por materiales sedimentarios. El vulcanismo comenzó su actividad en el Mioceno inferior, hace unos 10 millones de años, pero fue durante el Cuaternario cuando se formaron las Columbretes, en una serie de emisiones volcánicas submarinas acontecidas desde hace 1 millón de años hasta 300.000 años.
Historia del archipiélago
Las referencias más antiguas sobre las Columbretes pertenecen a la literatura greco-latina, de autores clásicos como Plinio el Viejo, Estrabón y Pomponio Mela, que se referían a ellas como “islas de las serpientes”. En el siglo XVII, Gaspar Escolano también las referenciaba en su obra. A finales del siglo XIX destaca la obra del herpetólogo valenciano Eduard Bosca. En 1895, las islas reciben la visita exploratoria del archiduque Ludwing von Salvator, quien elaboró un magnífico estudio científico resultado de sus observaciones.
Hasta principios del siglo XIX, las Columbretes fueron visitadas únicamente por pescadores, contrabandistas y piratas. Su colonización se produjo con la construcción del faro de L’Illa Grossa (1856-1860). A partir de entonces, los fareros y sus familias habitaron la isla de manera prácticamente ininterrumpida hasta 1975, año en el que se automatizó el faro. Desde entonces las islas quedaron deshabitadas hasta la instalación de los primeros servicios de vigilancia por la Generalitat Valenciana en 1987. La llegada de los fareros supuso un drástico cambio en el ecosistema, con quemas intencionadas de vegetación para acabar con serpientes y escorpiones, la introducción de animales domésticos, y laeliminación de vegetación arbustiva para leña.
Otros procesos perjudiciales para el medio natural fueron la pesca indiscriminada, las visitas de excursionistas y su uso como campo de tiro militar hasta 1982. Esta presión antrópica puso en peligro la flora y fauna de las islas, pero su declaración como espacio protegido y los controles de visitas han permitido que este entorno sea un paisaje singular.
Biodiversidad y ecosistemas
El archipiélago alberga especies vegetales y animales que son escasas en el resto del Mediterráneo debido a su aislamiento, que le ha facilitado un característico y frágil ecosistema. Las poblaciones de flora y fauna insulares han evolucionado hasta especies endémicas restringidas a estas islas. Destacan dos endemismos de flora: mastuerzo marítimo de Columbretes (Lobularia aritima subsp. columbretensis) y la alfalfa arbórea (Medicago citrina). También es de interés el Capironat marí (Reseda hookeri).
El archipiélago es refugio de abundantes especies de fauna. Está dominado por colonias de aves marinas que encuentran en estas islas el único enclave de nidificación de la Comunitat Valenciana: la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), el halcón de Eleonora (Falco eleonorae) y el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis). También hay especies endémicas de artrópodos, moluscos terrestres y reptiles, como la lagartija de las Columbretes (Podarcis hispanica subsp.atrata). Asimismo, el entorno marino conforma un singular paisaje con una amplia variedad de flora y fauna.
La Reserva Natural dispone de un Centro de Información ubicado en el Planetari de Castelló, equipado con un audiovisual y una exposición permanente de las islas. También hay un centro de visitantes en L’Illa Grossa. Para visitar el archipiélago es necesario disponer de embarcación o contratar viajes con alguna de las empresas organizadoras.
BIBLIOGRAFÍA
- Paisajes Turísticos Valencianos (2016), de la AVT, dirigido por Jorge Hermosilla.
- Reserva Natural de les illes Columbretes (2024). Parques Naturales de la Generalitat Valenciana. https://parquesnaturales.gva.es/es/web/pn-illes-columbretes
- Islas Columbretes, treinta años después: nuevas contribuciones al conocimiento de su medio natural e historia humana (2017), coordinado por Mestre y Jaques. Universitat Jaume I.
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