Para los amantes del huerto urbano

El ajo, un básico en la cocina española, también se planta durante estos meses. Aunque puede cultivarse prácticamente todo el año.

El ajo, un básico en la cocina española, también se planta durante estos meses. Aunque puede cultivarse prácticamente todo el año. / Huerto Urbano

Natacha Payá

Para los amantes del huerto urbano febrero es uno de los meses por excelencia del invierno, sin embargo, durante estos 28 días los cambios de temperatura y de tiempo son los que deciden qué debemos cultivar.

El pimiento y el tomate son cultivos que nos recompensan con abundantes frutos, pero requieren de ciertos cuidados. Para garantizar su buen desarrollo, es recomendable sembrar sus semillas en semilleros durante los meses más fríos. De esta manera, las plántulas estarán más fuertes y resistentes cuando llegue el momento de trasplantarlas al huerto, evitando así las heladas tardías.

Febrero también es un mes ideal para sembrar calabacín directamente en el suelo. Esta hortaliza es bastante resistente y no requiere de cuidados excesivos. Una vez que las plantas hayan alcanzado una altura de aproximadamente 15 centímetros, será necesario realizar una poda para eliminar las ramas más débiles y favorecer el crecimiento de las más vigorosas.

Las hortalizas de hoja verde, como la espinaca, la escarola, la acelga y la lechuga, son excelentes opciones para sembrar directamente en tierra a finales del invierno. Sin embargo, es fundamental que la temperatura no descienda por debajo de los 8 y 10 grados.

Las zonas más meridionales de España ofrecen las condiciones ideales para estos cultivos.

Por su parte, las habas y los guisantes, con sus alargadas vainas, son cultivos por excelencia de esta época. Para garantizar una buena germinación, es recomendable sembrar las semillas en un semillero húmedo, a una temperatura que no supere los 10 grados, y posteriormente trasplantarlas al huerto una vez que haya pasado el riesgo de heladas.

El ajo, un básico en la cocina española, también se planta durante estos meses. Aunque puede cultivarse prácticamente todo el año, el otoño y el invierno son las épocas más adecuadas, ya que requiere de un clima fresco al inicio de su ciclo para desarrollar hojas fuertes y acumular reservas, y de temperaturas más cálidas al final para favorecer el engorde del bulbo.

Si tienes un jardín, un balcón o una terraza, puedes aprovechar esta época del año para crear tu propio huerto urbano y disfrutar de los beneficios de cultivar tus propios alimentos. Incluso en espacios reducidos, es posible cultivar una gran variedad de hortalizas de temporada. Sin embargo, es importante seleccionar variedades resistentes al frío y a la humedad. Si las condiciones climáticas no son las ideales, puedes utilizar semilleros o proteger tus cultivos en un pequeño invernadero, una terraza cubierta o una habitación soleada.

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