DAVOS 2025

Se celebra en estos días el Foro de Davos (Suiza) de 2025. Una reunión que va más allá de lo económico. Aunque siempre es noticia la llegada de los representantes de las grandes potencias económicas y de las fortunas millonarias del planeta. Lo más importante de este Foro es la elaboración del informe anual sobre la economía mundial y las amenazas que se presentan para la misma en el presente y en el futuro inmediato. Desde hace años, este informe destaca el cambio climático, los extremos atmosféricos y la escasez de agua, entre otros aspectos ambientales. En 2002, Nicholas Stern publicó su ensayo sobre la “Economía del cambio climático” que marcó un antes y un después en la consideración económica del cambio climático, un proceso que hasta entonces había quedado en la esfera de la reflexión ambiental básicamente. Pero el cambio climático cuesta dinero. Ocasiona pérdidas económicas directas, además de víctimas humanas, en todo el mundo. Y también supone la necesidad de planificar políticas públicas de gasto económico para poder desarrollar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en los años venideros si se quiere reducir el impacto de un proceso, de momento, imparable. Les recomiendo la lectura del informe anual de Davos, que puede consultarse en su página web. El cambio climático implica también cambio en la economía mundial. Con un hecho perverso: democratiza los efectos afectando a países que no han contribuido, por sus condiciones económicas, a crear el problema. Y, además, los países que más lo han hecho y lo siguen haciendo, salvo excepciones, no están por la labor de reducir esta contribución. Perdemos dinero en las economías de los países, en las empresas, en las familias por el cambio climático. Y lamentablemente la situación va a ir a más.