Mazón evita el choque con Génova por el decreto ómnibus pese a perder 200 millones al mes

El volantazo del PP respecto al decreto ómnibus del Gobierno ha dejado en una posición incómoda a barones como Carlos Mazón, que ven como el nuevo paquete legislativo (que sí será apoyado por los conservadores) pierde una pieza esencial para sus intereses: la actualización de las entregas a cuenta del Sistema de Financiación Autonómica (SFA). Sin Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio de Hacienda debe aprobar un decreto para elevar esas transferencias hasta los niveles comprometidos a las comunidades, como se hizo el año anterior cuando ya se prorrogaron las cuentas estatales y esos pagos a los territorios llegaron con retraso.

La actualización de estos anticipos estaba incluida en el primer decreto ómnibus, tumbado por el PP, Vox y Junts en el Congreso, pero desaparece del segundo que sin embargo sí será apoyado por los populares. En el caso de la Comunitat Valenciana no actualizar estos pagos supondría una reducción de ingresos de más de 2.300 millones, pues las transferencias vuelven al nivel pactado en 2023, último ejercicio con PGE, según señalan fuentes de la Conselleria de Hacienda. La minoración, de casi 200 millones al mes, en todo caso será temporal, pues cuando llegue ese decreto el Gobierno compensará ese diferencial acumulado.

Ese 2023, último año con presupuestos, las entregas a cuenta para la Comunitat Valenciana eran de 11.653 millones, frente a los 13.974 previstos para 2025, un 16,6 % menos. Estos pagos son las cantidades que el Estado calcula que deberá abonar a cada comunidad en base a la recaudación tributaria prevista para ese ejercicio (y que son corregidas posteriormente con la liquidación) y suponen el grueso de recursos con los que los gobiernos autonómicos diseñan sus cuentas.

Mazón no quiso reprochar la jugada públicamente a Génova, quien podría haber salvado estos anticipos apoyando el primer decreto, y responsabilizó este jueves al Gobierno de esa pérdida de financiación mensual. "Que el Gobierno decida no actualizar los ingresos a cuenta va a suponer 200 millones de pérdida al mes. Al mes", lamentó el jefe del Consell, quien recordó también que por el momento el Ejecutivo central tampoco ha aprobado el FLA extraordinario, el mecanismo con el que se compensa el exceso de déficit de las autonomías y que supondría 3.000 millones menos para la Generalitat.

El president recordó que aplicar esas dos decisiones a la "comunidad peor financiada, que ha sufrido el mayor desastre de su historia (en referencia a la dana) y que necesita más músculo para la recuperación y para atender a los afectados, es buscar la asfixia financiera de la Comunitat Valenciana". "Da la sensación de que quieren que vivamos arrodillados para que cuando caigan tres migajas tengamos que dar las gracias", ahondó Mazón, quien enmarcó la actuación del Gobierno en el "cálculo político permanente".

El popular insistió en la "situación especialmente difícil desde el punto de vista de la liquidez" que atraviesa la Generalitat. Por este motivo, aseguró que está manteniendo reuniones "al más alto nivel" con dirigentes de entidades financieras y ha adelantado que también lo hará con responsables de compañías energéticas: "Porque la recuperación no la podemos hacer solos. Y si otros no tiran de la cuerda, nosotros sí".