Pueblo a pueblo: el mapa de todos los destrozos municipales de la dana
Las 28 localidades que aún siguen en nivel 2 de emergencia suman 1.200 de los 1.700 millones en los que el Gobierno cifra los daños en infraestructuras, con Paiporta como la más afectada

Daños de la barrancada en el polideportivo de Paiporta. / Miguel Angel Montesinos
El listado de la valoración de daños causados por la dana del pasado 29 de octubre sobre infraestructuras municipales permite observar las localidades que sufrieron el impacto de la riada con mayor crudeza y que en su mayoría se concentran aguas abajo, en la comarca de l’Horta Sud y algunos puntos de la Ribera. Más allá de las pérdidas materiales, es también la zona donde se registró un mayor número de víctimas mortales.
Al volcar los datos del informe de la peritación del coste económico de los destrozos elaborado por el Gobierno —que anunció la pasada semana que asumirá el 100 % de esa factura, estimada en unos 1.700 millones de euros— sobre el plano de la provincia de Valencia se observa un dibujo muy semejante al del recorrido que trazó el agua en aquella fatídica jornada a través de barrancos como el Poyo o la Saleta o ríos como el Magro.
Como consecuencia, los municipios situados junto a riberas y cauces son los que se llevan la peor parte y presentan un mayor grado de destrucción de equipamientos públicos, especialmente aquellos ubicados cerca de las desembocaduras, donde a partir de la tarde se recogió todo el agua que fue cayendo desde primera hora en localidades más altas.
Como es lógico, muchos de estos municipios son precisamente los que continúan en nivel 2 de emergencia al no haber restablecido todavía sus servicios esenciales. Entre las 28 localidades que no desescalaron el pasado 17 de enero suman daños por valor de más de 1.200 millones, prácticamente dos tercios del coste total que estima el Gobierno para la rehabilitación de estos bienes municipales.
Del listado oficial, al que ha tenido acceso Levante-EMV, también se observa la altísima concentración de los destrozos en lo que se conoce como la ‘zona cero’. Entre los diez municipios más afectados (todos ellos incluidos en esos 28 que siguen en nivel 2 de emergencia salvo València) acumulan 1.101 millones en daños. Estos son l’Alcúdia, Algemesí, Benetússer, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya, Sedaví, Torrent y València.Por comarcas, son dos de la Ribera y el resto de l’Horta Sud.
Paiporta, la más castigada
Con diferencia, el municipio más castigado en términos económicos es Paiporta. El listado del Gobierno sitúa la factura en 225,6 millones de euros, computando únicamente los daños en bienes de propiedad municipal. A esto habría que añadir los equipamientos estatales y autonómicos.
Según el desglose, solo las reparaciones de carreteras costará 77,5 millones; en la red de abastecimiento y saneamiento de agua serán necesarios más de 67 millones y en las del alumbrado, casi 28 millones. Son solo las tres partidas más abultadas.
Picanya y Catarroja, localidades vecinas, presentan otras de las peritaciones más elevadas, aunque a cierta distancia de Paiporta. Catarroja necesita 140,9 millones para rehabilitar sus infraestructuras municipales y Picanya, 98,1 millones. En la Ribera, la valoración de daños evidencia el golpe que la riada asestó a Algemesí, la peor parada y con destrozos valorados en 132,2 millones.
Desbordan su capacidad económica
Los daños recogidos por el informe elaborado por el Gobierno junto a Tragsa ponen negro sobre blanco la necesidad de ayuda de los ayuntamientos más afectados tanto a nivel financiero como de recursos humanos. Y es que las estimaciones del coste económico de las obras requeridas superan ampliamente la capacidad económica municipal.
El ejemplo más claro se vuelve a ver en Paiporta, cuyo presupuesto en 2024 fue de 21,7 millones, ni una décima parte del coste de reparar sus equipamientos destruidos. Es decir, que debería destinar todos sus ingresos de una década para poder acometer las obras, una misión imposible. València es la excepción en este sentido, pues sus cuentas ascienden a 1.117 millones frente a unos daños que alcanzan los 145 millones.
Esta delicada situación es la que ha llevado al Gobierno a redoblar su aportación económica a las entidades locales, elevando su cobertura de los daños del 50 % inicialmente previsto al 100 %. Dentro del plan también se contempla aligerar la carga burocrática a los consistorios con la declaración de emergencia de las intervenciones, unas gestiones que amenazaban con atascar a los ayuntamientos.
En pleno choque entre Consell y Gobierno, el president Carlos Mazón no tardó en reprochar al Ejecutivo que esta aportación municipal no se replique a escala autonómica. Una posibilidad que Moncloa descarta de plano, señalando que la Generalitat es una administración «sólida» y con capacidad suficiente tanto para elaborar sus propios listados de daños como para sufragar su rehabilitación.
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