La Audiencia absuelve a una médica valenciana por falsificar certificados covid para viajar a EEUU

El tribunal considera que no podía ser considerada como funcionaria pública porque la administración de vacunas no era competencia suya

Los hechos se remontan a la madrugada del 21 al 22 de noviembre, cuando la mujer estaba de guardia en un centro de salud de Aldaia

Una mujer se vacuna de la gripe al inicio de la campaña de vacunación en octubre de 2024.

Una mujer se vacuna de la gripe al inicio de la campaña de vacunación en octubre de 2024. / Germán Caballero

L.P./EP

València

Una médica valenciana ha sido absuelta de un delito de falsedad documental por la Audiencia Provincial de Valencia. La implicada, trabajadora en un centro de salud de Aldaia, se enfrentaba a una pena de cuatro años de cárcel y al pago de 7.200 euros, como le reclamaba la Fiscalía, por la posible falsificación de los certificados de vacunación covid para una familia, conocida suya, que quería viajar a los Estados Unidos en plena pandemia. La familia no se había vacunado y la acusada modificó su historial médico para que pudieran viajar con un pasaporte covid que, en realidad, no tenían.

El tribunal la absuelve de los cargos porque considera que la administración de las vacunas no es competencia suya y, por tanto, no habría podido cometer el delito de falsedad documental del que le acusaba la Fiscalía. Sin embargo, sí que considera probada la modificación de la historia clínica de la familia, cometida por la acusada, para que apareciera la inoculación de la vacuna, pero que no fue la encargada de expedir los certificados. Considera que es "una actividad asistencial ajena a su cometido funcionarial con arreglo a la praxis asentada entre profesionales sanitarios". Un hecho por el que la facultativa fue despedida del hospital de Manises.

De hecho, la sanitaria defendió durante el juicio que no había falsificado los certificados y aseguró que sólo había pedido para la familia la vacuna Pzifer por hacerles un favor, porque los hijos eran autistas y la madre tenía una enfermedad autoinmune y era la marca que tenía menos efectos secundarios.

Los hechos

La facultativa accedió al sistema informático de la Generalitat Valenciana, Abucasis, con la tarjeta de una enfermera que se encontraba conectada al ordenador para realizar la modificación del historial, en la madrugada del 21 al 22 de noviembre. Sin embargo, no pudo completar el proceso porque el ordenador le pidió la contraseña de seguridad de la tarjeta. Fue entonces cuando usó su propia tarjeta en otro ordenador del centro de salud, con el que llevó a cabo el registro de la inoculación de la vacuna. La médica tuvo que generar citas falsas de Enfermería para estos cuatro pacientes, para justificar la modificación de los cuatro historiales médicos.

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