El rey celebra la "justicia y reparación" por el regreso del humanista Altamira
Felipe VI preside por primera vez el funeral de un represaliado por el franquismo
El jurista alicantino regresa a El Campello tras 74 años enterrado en México

Felipe VI preside en El Campello (Alicante) la inhumación del humanista y escritor Rafael Altamira. / Morell/Efe

Jornada histórica en El Campello (Alicante), que recibió este lunes por primera vez en su historia al Rey Felipe VI en un acto largamente esperado: el reconocimiento de una figura ilustre, el humanista Rafael Altamira. El monarca presidió la ceremonia de inhumación de los restos mortales del jurista, literato y pedagogo, junto con los de su esposa, Pilar Redondo, ambos fallecidos en México hace décadas y repatriados hace unas semanas. Con esta visita, Felipe VI preside también por primera vez el funeral de un represaliado por el franquismo.
Con este homenaje y este regreso se cumple una de las voluntades de Altamira, que declaró a la prensa de su época que cuando se apartara «de la vida oficial» se retiraría al rincón de sus «amores más gratos», en referencia a esta localidad alicantina.
Tras tres años de trabajos y con el respaldo de las distintas administraciones, los cuerpos de Altamira y Redondo fueron repatriados el pasado diciembre desde México. El literato se exilió de España al estallar la Guerra Civil en 1936. Desde 1951 sus restos reposaban en el Panteón Español del cementerio de Ciudad de México. Fue uno de los diez jueces del precedente del actual Tribunal Internacional de La Haya y propuesto dos veces al Nobel de la Paz de descansar en esta localidad alicantina.
La visita del monarca fue corta, apenas tres horas, en las que además del acto solemne en el cementerio de El Campello, visitó la casa consistorial donde firmó en el libro de honor del municipio y se realizó una fotografía de familia con los ediles de la corporación, excepto con los de Compromís y EU-Podem, que ya anunciaron que no asistirían.
Baño de masas
Además, se dio un baño de masas, cercano, con cientos de vecinos que han coreado su nombre con gritos de ¡Viva el Rey!, ¡Felipe! o ¡Viva el monarca! El monarca no intervino en la ceremonia institucional de inhumación en el cementerio. Sí tomaron la palabra el presidente de la Diputación, Toni Pérez, el alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, y la nieta y un bisnieto de Altamira, Mari Luz Altamira e Ignacio Ramos Altamira.
El Rey, no obstante, sí dejó escrito en el libro de honor del ayuntamiento de El Campello lo que ha significado el homenaje al humanista y jurista fallecido en 1951 en el exilio de México: «Un acto de justicia histórica y reparación, de concordia y reconciliación».
La concordia de Altamira
Tras reflejar que este 10 de febrero ha sido «un día de gran relevancia» para Alicante, la Comunitat Valenciana y España, el rey apuntó: «Ha sido un honor y realmente emotivo acompañar la inhumación de Don Rafael Altamira Crevea, cuyos restos, junto a los de su esposa Pilar, se encontraban en México desde 1951 cuando falleció en el exilio».
«Hoy homenajeamos a una gran e ilustre figura intelectual en un acto de justicia histórica y reparación, de concordia y reconciliación», continuó el rey, quien indicó que «finalmente don Rafael y doña Pilar reposan donde él siempre quiso, en El Campello». «Gracias y enhorabuena a todos los que lo han hecho posible y sigamos honrando su memoria y su obra, tan necesaria para todos en España», concluyó.

Pilar Bernabé saluda al rey, en presencia de Mazón. / Levante-EMV
El silencio incómodo de Mazón y Bernabé
Uno de los encuentros que más morbo suscitaba en la jornada de ayer en El Campello era el del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, en un momento de máxima tensión judicial después de que el Juzgado de Catarroja haya requerido a la Generalitat que informe sobre quién decidió enviar el SMS de alerta por la dana. Tanto Mazón como Bernabé, al igual que el resto de los políticos, declinaron hacer declaraciones tras el acto.
En los instantes que compartieron, Mazón y Bernabé mantuvieron las formas, sin mucha conversación entre sí. La delegada del Gobierno permaneció con el gesto serio prácticamente en todo momento, tanto en el cementerio municipal, donde estuvo esperando al Rey, que llegó con el ministro Ángel Víctor Torres, junto al resto de las principales autoridades (el alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer; el presidente de la Diputación, Toni Pérez; el expresident Ximo Puig, y el conseller José Antonio Rovira) como en el Ayuntamiento del municipio de L’Alacantí.
En esta segunda cita de la jornada Felipe VI se dio un baño de masas y Mazón también se acercó a saludar a los ciudadanos que se congregaron para ver de cerca al monarca, mientras Bernabé permaneció junto al ministro y el presidente de la Diputación de Alicante.
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