Debate político

Gan Pampols se convierte en la figura decisiva en la relación de Mazón y Vox

El PP da prioridad absoluta a la aprobación de un presupuesto clave para la reconstrucción de Mazón - La portavoz califica a los de Abascal de «partido de Estado» y carga contra la política migratoria de Sánchez

Los vicepresidentes Francisco Gan Pampols y Susana Camarero, en un pleno de las Corts Valencianes

Los vicepresidentes Francisco Gan Pampols y Susana Camarero, en un pleno de las Corts Valencianes / Eduardo Manzana / Europa Press

La regularización del permiso de trabajo y residencia aprobada ayer en el Consejo de Ministros para personas migrantes de las zonas afectadas por la dana acabó metiendo en un lío al Consell y mostrando el delicado equilibrio sobre el que camina. Especialmente, en lo que respecta a uno de sus cargos más destacados: el vicepresidente segundo de la Generalitat, Francisco Gan Pampols, fichaje estrella de Carlos Mazón para la recuperación y objeto de las críticas del socio necesario del Ejecutivo autonómico en las Corts, Vox.

Gan Pampols se ha convertido en las últimas horas en la pieza central de un tablero con muchos elementos en juego para el Gobierno valenciano. En especial, los Presupuestos de la Generalitat para 2025 que el Consell sigue sin presentar —se espera que lo haga la semana que viene—, pero que no renuncia en sacar adelante. Para ello necesita el apoyo de, al menos, otro partido en el parlamento. Y difícilmente será de la izquierda por lo que, por descarte, es Vox el potencial aliado.

Esta posibilidad se ha complicado en las últimas horas pese a que el Consell ha tratado de mimar a sus excompañeros de gobierno. Si el domingo Santiago Abascal, líder de la formación, amenazó con no respaldar ninguna cuenta autonómica si el PP no rompía con los socialistas en Bruselas, unas horas después fue el síndic del partido, José María Llanos, quien cargó contra Gan Pampols y su apoyo a la regulación anunciada por el Gobierno, y vinculó su ‘sí’ a las cuentas a que el Consell rectificara a su vicepresidente segundo.

«Fantástico, si esas personas están en condiciones de prestar algunos de los múltiples trabajos que son necesarios en la zona son más que bienvenidos», había dicho el teniente general retirado la tarde anterior al ser preguntado por esta medida que había anunciado el Ejecutivo de Pedro Sánchez. «¿Pero a este qué le ha dado? ¿Quiere «esclavos»? ¿Es un infiltrado del traidor de Sánchez? ¿No confía en los españoles?», fue la respuesta que lanzó Llanos en una publicación en sus redes sociales a lo que añadió: «Pues si eso es lo que hay, gracias a este ‘sabio’ lo que no va a haber es Presupuestos».

Críticas al Gobierno

Llanos incidió en su mensaje durante la rueda de prensa tras la junta de portavoces. «Si este señor va a ir por este camino y su Gobierno le va a apoyar, no va a poder tener apoyo de Vox», indicó el portavoz de la formación ultra, redoblando la apuesta y exigiendo así la rectificación. No es casual. Vox ya había situado en la diana a Gan Pampols, acusándole de ser un «infiltrado de Sánchez», pero el incendio se incrementó al hablar de migración, tema sensible para los voxistas, en la misma línea que el Gobierno de España.

El problema le saltó a la vicepresidenta y portavoz del Consell, Susana Camarero, que tuvo que esmerarse para mantener el complicado equilibrio, con una defensa de su compañero de gobierno, con la boca pequeña, y sin una contestación directa a las críticas de los voxistas. El Ejecutivo autonómico sabe que no puede prescindir de quien ha sido la gran incorporación tras la catástrofe y a la que Mazón ha comprometido su futuro, igual que también es consciente de que, pese a la ruptura del pasado mes de julio, siguen necesitando los votos de los 13 diputados voxistas en el parlamento valenciano para casi cualquier acción, especialmente las cuentas.

De hecho, la intervención de Camarero en la rueda de prensa tras el pleno dejó claro que la prioridad máxima del Ejecutivo es garantizarse el apoyo de su socio para sacar los presupuestos. Estos son vitales tanto por la viabilidad financiera de la Generalitat para materializar el pago de ayudas y reparaciones tras la dana como por el mensaje político que supondría para Mazón.

Así, a pesar de las duras críticas de Llanos contra un vicepresidente del Gobierno valenciano, Camarero no reprendió a los voxistas, sino que les premió con agasajos como la consideración de «partido de Estado», cargando contra el Gobierno de España por su «ausencia de política migratoria» que está «llevando a un efecto llamada», expresión acorde al vocabulario voxiano, y hasta matizando las palabras del día anterior de Gan Pampols.

Oferta de «asilo»

En este sentido, aseguró que, tras hablar con él, no se refería a la decisión del Gobierno sobre la regulación, sino que puso «encima de la mesa la necesidad de mano de obra para determinados sectores que son deficitarios». A ello lanzó un apoyo personal agradeciéndole «por haber querido entrar en este Consell, por trabajar en este gobierno y aportar su experiencia». En otra sala, el síndic del PP, Juanfran Pérez Llorca, aseguraba que el vicepresidente «no es un político al uso», sino «un militar» que se expresa «de forma diferente» y que eso puede desembocar «en alguna mala interpretación».

La situación la aprovechó la oposición, que vio la brecha y trató de agrandarla. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, aconsejó a Mazón «escuchar más a su vicepresidente y menos a Vox», especialmente en materia de migración, mientras el síndic del PSPV, José Muñoz, le ofrecía «asilo político entre demócratas» y el de Compromís, Joan Baldoví, mostró su sorpresa por «la virulencia, el ataque personal y la falta de respeto» a Gan Pampols, una condena mucho mayor que la escuchada por sus compañeros de gobierno.

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