Prohíben la pesca de la carpa en l’Albufera por el alto nivel de un tóxico químico permanente

Los pescadores del Palmar extraen del lago hasta 32 toneladas al año de esta especie invasora que eleva la turbidez del agua y daña la flora

La concentración elevada de sulfonato de perfluorooctano (PFOS) en las carpas se detectó en un control rutinario antes de la dana

Un pescador manejando sus aparejos en el lago de l’Albufera.

Un pescador manejando sus aparejos en el lago de l’Albufera. / J. M. López

Rafel Montaner

Rafel Montaner

València

El rompecabezas de la delicada situación de l’Albufera tras la dana, debido al arrastre de vertidos, sedimentos y contaminantes, suma un nuevo elemento disruptor del frágil equilibrio del lago: la prohibición de la pesca de la carpa (Cyprinus carpio), una de las especies exóticas invasoras más dañinas del parque natural porque aumenta la turbidez del agua y destruye la flora lacustre.

La suspensión temporal de las capturas, según ha informado a Levante-EMV la cofradía de pescadores del Palmar y ha confirmado la Conselleria de Medio Ambiente, se debe a la detección en las carpas del lago de concentraciones de sulfonato de perfluorooctano (PFOS) por encima de los umbrales reglamentarios fijados por la Comisión Europea para evitar posibles riesgos para la salud.

Contaminante 'eterno'

El PFOS es uno de los principales Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), designados internacionalmente por su acrónimo inglés POPs (Persistent Organic Pollutants), y que se conocen popularmente como ‘tóxicos químicos eternos’ por su elevada permanencia en el medio ambiente al ser resistentes a la degradación. Además, al ser bioacumulables en los tejidos de los seres vivos (son solubles en grasas), su concentración va aumentando a través de la cadena trófica. Por todo ello, según la Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición (Aesan) todos los COP "pueden ser altamente tóxicos y provocar graves efectos sobre la salud y el medio ambiente".

Puede afectar al hígado y a la glándula tiroides

  • El PFOS se usó masivamente durante más de 50 años en revestimientos antiadherentes de sartenes, textiles y tapicerías, en espumas contra incendios y abrillantadores para coches y suelos, pinturas, barnices e insecticidas.
  • Entre los efectos del PFOS en la salud destacan daños en el hígado, pulmón y riñón, así como en la glándula tiroides, alterar el crecimiento y reducir la eficacia de las vacunas.

La suspensión de las capturas de carpas ordenada por Medio Ambiente, según han explicado a este periódico fuentes del departamento del conseller Vicente Martínez Mus, se produce a raíz de una alerta lanzada en Bélgica a mitad de octubre del año pasado y, por tanto, antes del desastre de la dana. En los controles previos a la inundación, al igual que en los posteriores, se han detectado altos niveles de PFOS en las carpas del lago.

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Aunque las carpas extraídas de l’Albufera por la cofradía de pescadores del Palmar, hasta 32 toneladas en 2023, el triple que un año antes, no se destinan al consumo humano directamente sino a la producción de subproductos y pienso animal, los niveles de PFOS detectados en los controles rutinarios de las capturas han llevado a la conselleria a suspender temporalmente la pesca de esta especie invasora. 

Pescadores faenando en el lago de l'Albufera.

Pescadores faenando en el lago de l'Albufera. / J. M. López

Compensar a los pescadores

Desde Medio Ambiente detallan que se está haciendo un seguimiento con controles periódicos, pero admiten que si no desciende la concentración de PFOS en las carpas y no es posible valorizar su pesca se tendrá que compensar a los pescadores de alguna forma para que prosigan con la extracción de esta especie tan dañina para el lago. 

El plan de control de la sobrepoblación de carpas de l’Albufera lo inició el anterior Consell en 2019 ante el grave perjuicio que causa a otras especies acuáticas de flora y fauna del lago. Su modo de alimentación incrementa la turbidez del agua del lago, pues consiste en la succión de sedimentos y su expulsión de manera continuada, lo que a su vez provoca un impacto negativo sobre la vegetación sumergida, que acaba siendo desenraizada.

El presidente de la cofradía de Pescadores del Palmar, José Caballer, atribuye el incremento del nivel de PFOS "a algún vertido industrial incontrolado en el Xúquer", por lo que insta a la confederación hidrográfica y la Generalitat a "intensificar los controles para evitar que l’Albufera se convierta en una cloaca".

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