«La caza es orgullo, necesidad y resistencia»

La actividad es clave para el equilibrio del medio rural y la seguridad, según la federación

"En Alemania y Francia el jabalí es un manjar, con una industria que lo transforma en embutidos y platos gourmet".

"En Alemania y Francia el jabalí es un manjar, con una industria que lo transforma en embutidos y platos gourmet". / ED

València

La presidenta de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Lorena Martínez, ha defendido el papel crucial de la caza en el mantenimiento del equilibrio del medio rural. Según explica, sin la actividad cinegética, «el caos se apoderaría del entorno rural», poniendo como ejemplo el aumento descontrolado de la población de jabalíes y sus consecuencias, como la destrucción de cosechas, los accidentes de tráfico y su incursión en zonas urbanas.

Martínez ha criticado «las soluciones absurdas» propuestas desde algunos sectores, como la regulación natural de las poblaciones de fauna salvaje. «Esta ‘medida’ no parece ser efectiva para los agricultores, que ven sus cultivos arrasados con pérdidas de 50 millones de euros, ni para los conductores que se enfrentan a cerca de 1.000 accidentes anuales con animales en las carreteras», ha manifestado.

Otro de los puntos que ha destacado es el valor alimentario de la carne de caza, a menudo ignorado en favor de otros productos más industrializados. «Mientras muchos reniegan de la caza, siguen llenando su nevera con carne procesada», ha indicado. En contraposición, ha subrayado que la carne de caza es «saludable, sostenible, libre de químicos y de proximidad», y ha defendido que «es el alimento más natural que existe, criado libremente en el monte y sin necesidad de explotaciones intensivas».

La presidenta de la Federación también ha comparado la situación en España con la de otros países europeos, donde el jabalí es considerado un producto de alta gastronomía. «En Alemania y Francia, es un manjar, con una industria que lo transforma en embutidos y platos gourmet», ha explicado. En cambio, en la Comunitat Valenciana, «se invierte en medidas ineficaces y se desaprovecha la labor de miles de cazadores que realizan este trabajo de manera gratuita».

En este sentido, Martínez ha planteado una cuestión directa: «¿Vamos a seguir pagando por el problema o empezamos a aprovechar la solución?». Para la presidenta, la caza no solo es una actividad esencial para el equilibrio medioambiental, sino también «una oportunidad económica, social y gastronómica que estamos dejando escapar». Finalmente, ha sido tajante en su postura: «La caza ni se toca, ni se negocia: se defiende». 

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