Incendio de Campanar: «Las víctimas esperaron horas el rescate antes de morir; se sintieron abandonadas. Y eso es intolerable»

La acusación considera que la dilación que provoca el reiterado rechazo del juez a investigar «exacerba el sufrimiento de las familias»

La última apelación ante la Audiencia pide que se aclare por qué falló la primera escalera de altura: "De no haber ocurrido, se habría podido extinguir"

Recopilación de vídeos de distintos momentos del incendio de Campanar.

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Nuevo toque de atención al juez de Instrucción 9 de València, encargado de investigar si hubo o no diez delitos de imprudencia letal en el incendio de Campanar, por parte de una de las acusaciones particulares, en este caso, la que ejerce el penalista Miguel Ferrer en nombre de la profesora de Filosofía del IES de Malilla que residía en la novena planta de la torre más baja de las dos que formaban el complejo residencial que ardió el 22 de febrero de 2024.

El abogado no solo se adhiere al recurso de apelación ante la Audiencia de València planteado por el letrado Ignacio Grau en nombre de siete de las diez víctimas mortales, tal como ha informado Levante-EMV, sino que además añade más reflexiones a la par que solicita al órgano superior que ordene la práctica de todas esas diligencias que el instructor ha ido rechazando una a una.

En ese sentido, considera que la dilación para el caso que supone la negativa del juez y los subsiguientes recursos y sus resoluciones no solo suponen «un grave quebranto de la tutela judicial efectiva» a la que todo ciudadano tiene derecho, sino que supone una «exacerbación del sufrimiento de las familias».

El informe Grenfell es fundamental

En su recurso, vuelve a defender que se incorpore el extenso informe de conclusiones de la comisión que investigó el incendio de la londinense torre de Grenfell, cuya similitud con Campanar es «cristalinamente evidente» y hace énfasis de nuevo en la actuación de los bomberos.

En este sentido, reprocha «la total y absoluta inexistencia no solamente del rescate, sino inclusive de cualquier tipo de planificación para poder intentarlo». Insiste, como el resto de las acusaciones particulares, en que quienes obedecieron la orden de quedarse confinados, lo hicieron con «la evidente esperanza de que iban a ser rescatados, porque eso es lo que hacen los bomberos, y de haber sabido que no iban a ser rescatados hubieran intentado salvarse como sí lo hicieron quienes hicieron caso omiso. Algunos de los fallecidos esperaron ese rescate varias horas antes de perder la vida y evidentemente murieron con la creencia de que les habían dejado abandonados a su suerte, lo que resulta intolerable, inadmisible y evidentemente reprochable».

Un vídeo muestra cómo el fuego pasó de una torre a otra en Campanar

Levante-EMV

Por ello, defiende que es fundamental que se escuche a vecinos que sí se salvaron, cuya comparecencia también ha denegado el juez, porque al «desconfiar» de la orden de confinamiento, «salvaron sus vidas y las de sus familiares. Si las personas fallecidas hubieran desconfiado de las palabras que les transmitían los bomberos, ahora mismo estarían con vida».

¿Realmente estuvo impracticable la escalera?

Insiste en que la labor de las acusaciones particulares «no es molestar al juzgado, sino demostrar la verdad». Por esa razón, reitera la necesidad de escuchar las conversaciones de todos los servicios de emergencias (diligencia también denegada por el juez y pendiente de lo que diga la Audiencia), requerir los partes de actuación de todos los parques de bomberos, escuchar a los bomberos que sí estuvieron dentro «subiendo y bajando por esa escalera que el jefe de bomberos dijo que estaba impracticable a partir de las 18.20 horas» o indagar sobre quién consideró que esos paneles de aluminio «de clara reacción violenta al fuego» y con un «comportamiento más propio de las mechas que sirven para encender una mascletà que de un elemento que debe de impedir el avance del fuego».

También requiere Ferrer que se explique en sede judicial, por parte de los bomberos y del Ayuntamiento de València por qué falló la primera escalera de altura que llegó y qué mantenimiento se le había hecho.

Se podría haber extinguido

«Solo hay que ver los distintos vídeos [del incendio] para observar que cuando se despliega la primera autoescalera (el vehículo de extinción en altura de los bomberos), el incendio estaba únicamente ubicado en el domicilio 86. La autobomba ya desplegada, junto con la autoescalera, hubiera permitido llevar la manguera justo delante del mencionado inmueble y enfocar toda la fuerza del agua en la vivienda 86».

«El tiempo transcurrido en desplazar del lugar a la primera autobomba [la que falló] y desplegar y ubicar la segunda, momento en el que ya puede lanzarse el agua directamente a la fachada, fue el tiempo suficiente para que el fuego describiera ya una especie de cruz que afectaba a varias viviendas, llevando dicho transcurso temporal a la imposibilidad de poder controlar un fuego, que de no haber fallado la primera autobomba, hubiera permitido su extinción cuando las llamas únicamente afectaban a la vivienda 86».

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