La cremà pilla a los políticos en El Ventorro

Quien diga que Carlos Mazón está ausente en estas fallas es porque no se ha fijado en los monumentos. El 'president' se podría decir que está de nuevo en El Ventorro, esta vez como ninot. El jefe del Consell se ha convertido, con permiso de Pedro Sánchez y Donald Trump, en el protagonista de la sátira. La diferencia respecto a los otros dos mandatarios es que estos han sido dos habituales en los últimos años dentro de la sátira fallera, mientras que lo de Mazón ha sido un 'boom' dado por las circunstancias tras la dana.

Porque si al dirigente del PPCV no se le ha visto este año (de momento) por el balcón del ayuntamiento para disfrutar de la mascletà, su presencia es abundante entre las figuras que esperan la quema el próximo 19. Más si se tiene en cuenta lo visto el año anterior. Mazón ha pasado de ser poco 'ninotable' en sus primeras fallas de 'president', bien por la falta de unos rasgos físicos que lo distinguieran, bien por no ser todavía excesivamente conocido, a tener figura en casi todas las fallas de Especial y en numerosas más modestas.

Y en todas ellas, su interpretación es relacionada con la dana y casi siempre con una vinculación directa con su comida el 29 de octubre. La historia lo tiene todo para la sátira, de la indignación a la parte cómica y reconocible, haciendo de El Ventorro (ni El Bulli, ni Diverso, sino El Ventorro) el restaurante con más menciones en estas fiestas, hasta sobre le pecho de un cocodrilo en la Falla l'Albufera de Catarroja. Así, se puede ver al jefe del Consell por las calles de València con el chaleco rojo de la emergencia, como domador, como 'Buscando a Wally' en una mesa ante el logo de À Punt, como camarero, frente un flotador o sobre una barca llamada, como no, El Ventorro.

Pero Mazón no siempre aparece solo. Junto a él está otro sospechoso habitual de la crítica fallera: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya muy reconocible en sus figuras, a diferencia de Mazón, al que todavía no se le ha cogido el punto. "Si necesitáis ayuda solo tenéis que pedirla", se puede leer en uno de los bocadillos que acompañan a su figura, en L'Antiga, frente a un Mazón que lo ve "todo controlado" con gente ahogándose a su alrededor. En la Merced, por ejemplo, los dos van en un coche tirado por Felipe VI, con menos apariciones que antaño tenía su padre, Juan Carlos I.

Aunque el que más suele aparecer como 'socio' de escena de Sánchez es Carles Puigdemont, con el dirigente independentista moviendo hilos, con menciones a la ley de Amnistía (aunque menos que el año pasado) o incluso como se ve en Ceramista Ros con la cabeza del presidente del Gobierno en la mano y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a un lado tras el pacto por la financiación singular. También comparte escenas (además de coalición) con Yolanda Díaz ("Pedrito, si necesitas ayuda solo has de pedirla", se ve en Almirante Cadarso) así como alguna mención, sin ninot, a José Luis Ábalos, Koldo o Víctor Aldama.

En la política nacional, otra figura con protagonismo creciente es el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, retratado como Forrest Gump en El Pilar o en una diana en Reino de València donde Santiago Abascal, otro con apariciones relativamente recurrentes, le lanza cuchillos. Francisco Franco también 'resucita' en las Fallas esperando ser quemado, en varias ocasiones junto a Sánchez, igual que Íñigo Errejón es retratado en una lápida o Isabel Díaz Ayuso hace 'cameos' sin el protagonismo que tuvo años pasados.

Musk se estrena

En internacional hay un nuevo 'ninot' que amenaza con ganar peso en el futuro: Elon Musk. El hombre más rico del planeta estrena su puesto en el gobierno estadounidense con aparición en las Fallas. En El Pilar, por ejemplo, se le ve con una guitarra eléctrica y una bandera de las barras y estrellas en la camiseta. Aunque en esta materia está lejos de su jefe, Donald Trump, que es retratado desde Jabba, de Star Wars hasta como una bailarina de ballet. Su tupé característico y las amenazas bélicas le tienen como una referencia habitual casi 10 años después de su primer triunfo electoral.

Vladimir Putin o Benjamin Netanyahu son otros dos líderes internacionales que copan las referencias exteriores. El ruso suele salir cerca del líder norteamericano y con cara de pocos amigos. A ellos se suma el dirigente israelí en Na Jordana, con una cerilla y preparando bombas ante un planeta en llamas. Otro que mantiene su presencia, que sin ser excesiva es constante, es Nicolás Maduro, con su chándal con la bandera venezolana, y un José Luis Rodríguez Zapatero en la mano como una marioneta.

Más difícil es la política municipal, con una reducción de los ninots sobre los dirigentes locales respecto a las dos anteriores legislaturas. Frente a los Grezzi, Ribó y Fuset de representaciones destacadas y con medidas estereotipadas claras, por ejemplo, el avance en el uso de la bicicleta; no ocurre lo mismo con María José Catalá y sus concejales. Claro que hay ninots de la alcaldesa (y hasta de Vicente Barrera) en, por ejemplo, Na Jordana, pero todavía no se le ha cuadrado el perfil. El presidente de Junta Central Fallera, Santiago Ballester, también tiene representaciones, pero muy de consumo interno.

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