Mazón asume el ideario de Vox para salvar los presupuestos y ganar tiempo

El ‘president’ anuncia un preacuerdo con los voxistas para aprobar las cuentas de 2025 tras aceptar los postulados de Abascal en políticas de medioambiente e inmigración con los que se aleja del PP europeo

Mazón, junto a Camarero y Merino, ayer en las Corts.

Mazón, junto a Camarero y Merino, ayer en las Corts. / MANUEL BRUQUE/efe

València

Carlos Mazón podrá aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2025 tras pasar de lleno y en estricto directo por el aro de Vox. El president anunció ayer un preacuerdo con su exsocio en el Consell para desbloquear la negociación de las cuentas que llega gracias a su asunción —a viva voz y ante las cámaras, como le exigía Santiago Abascal— de gran parte del marco ideológico de Vox, a quien compra sus postulados más radicales en políticas medioambientales y en inmigración. En su momento más crítico por su gestión de la dana que costó 228 vidas y cuestionado dentro y fuera de su propio partido, Mazón gana algo de tiempo con este movimiento sorpresa, pero sigue en el alero.

La dirección nacional del PP, tras días ampliando las distancias con el barón valenciano, bendijo ayer un pacto que además aseguran que conocían de antemano y que ahora piden exportar a otros territorios con aritméticas parlamentarias similares. Vox, por el momento cómodo con Mazón en el Palau, se jactó de su influencia sobre el president sin necesidad de estar en el Consell.

Un nuevo marco político

En una intervención sin preguntas en el salón de los espejos de las Corts y escoltado por su vicepresidenta, Susana Camarero; la consellera de Hacienda, Ruth Merino; y el síndic dePP, Juanfran Pérez Llorca —no estuvo por contra Gan Pampols, vicepresidente para la recuperación en la diana de Vox—, el president expuso el «paso adelante» del Ejecutivo autonómico con la elaboración de unas cuentas «imprescindibles» para la reconstrucción a la que ha fiado su futuro político, como volvió a recordar.

Este pacto supone un intento de Mazón de salir de la parálisis frente a las dudas sobre su continuidad. También le permite proyectar cierta estabilidad y contraponerla con la situación del Gobierno central, cuyas cuentas están prorrogadas desde 2023. Camarero, portavoz también del Consell, incidió en esa idea en su rueda de prensa tras el pleno semanal, donde además recordó las «cesiones» del Ejecutivo de Pedro Sánchez a Junts en materia migratoria.

Mazón llegó a hablar de un acuerdo de «legislatura» y de un «nuevo marco político» en la Comunitat Valenciana. Con el PP en minoría, este nuevo orden queda en manos de Vox, a quien el president ya había agasajado con cumplidos y del que ahora toma sus peticiones.

Críticas a Sánchez

En febrero, Abascal exigió una declaración «explícita» en ese sentido de los dirigentes autonómicos del PP que dependen de sus votos. Mazón, como ya hiciera en 2023 con su pacto de gobierno exprés, ha sido el barón más rápido en dar ese paso, y lo hace volviendo a asumir el ideario de Vox como entonces.

Además de una dura crítica a Pedro Sánchez, Mazón convirtió su discurso en una crítica frontal a la política migratoria del Gobierno central y contra el Pacto Verde Europeo, dos de las joyas de la corona del ideario voxista, con medidas que asumirá el Consell en esa línea como no aceptar más menores no acompañados en centros de la Generalitat o publicar la nacionalidad de los detenidos por pillaje. A poco más de un mes de acoger en València el congreso del PP europeo, Mazón se aleja así de las posiciones más moderadas de su partido en la UE.

Contra el Pacto Verde Europeo

El popular cumplió con creces con las dos exigencias fijadas por Abascal. En materia verde, llamó «a la acción» contra el Pacto Verde Europeo (impulsado por el PP en Bruselas) y cuestionó los «dogmas climáticos», sus «extremismos» y su «rigidez normativa», que calificó de «agenda ambientalista perjudicial» para el campo y la pesca. También criticó los «chiringuitos» creados por la izquierda, como el Consell de l’Horta que la Generalitat acaba de fulminar.

Expulsión de inmigrantes ilegales

En inmigración llegó a plantear expulsiones de inmigrantes ilegales, anunció que la Generalitat «no admitirá más repartos» impuestos por el Gobierno —el motivo que propició la salida de Vox del Consell en julio de 2024 por orden de Abasacal— y adelantó que buscará «fórmulas» para retornar a los menores no acompañados «con sus familias» ante la «saturación» de los centros de acogida autonómicos, de la que culpó al Estado y a la UE.

Introdujo un tercer elemento en su ceremonia de seducción a Vox: la lengua. Mazón, que defendió el tiempo de su gobierno en coalición con Vox, reconoció el avance logrado con la llamada ley de libertad educativa, que permite a los padres «elegir que sus hijos estudien español».

Abascal no tardó en sacar pecho de su influencia sobre gobiernos del PP, usando a Mazón como ejemplo y señalando que ese es el «buen camino». Todo su partido salió a festejar la «rectificación» del president, que según interpretan implica reconocer que «Vox tenía razón». Los voxistas tampoco tardaron en elevar más su preción sobre el popular y airearon las cerca de una veintena de medidas que reclamarán que incluyan los presupuestos.

Estas se negociarán a partir del jueves, cuando el Consell aprobará en pleno el proyecto de ley. Una vez en las Corts se abrirá su tramitación, con las pertinentes enmiendas y comisiones. La previsión es que se puedan aprobar a finales del mes de mayo.

El otro gran eje de la intervención de Mazón estuvo en sus críticas al Gobierno, a quien acusó de actuar de forma «negligente» e «indolente» durante la dana. Y acusó a sus dirigentes de llevar a cabo una «cacería política» contra su persona, de «propagar bulos» y de tener un «afán desmedido por el control del relato». n

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