Migraciones

Solo 481 de los 3.700 menores que tutela la Generalitat son extranjeros

El sistema de protección de la infancia tiene 118 centros de menores, 16 de ellos específicos para migrantes

La mayoría de los menores (2.000) están en familias de acogida

Dos migrantes derivados de Canarias en una playa de Gandía, en una fotografía de archivo.

Dos migrantes derivados de Canarias en una playa de Gandía, en una fotografía de archivo. / Perales Iborra

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

València

La Generalitat Valenciana tutela a 3.700 niños y niñas, de los cuales sólo 481 son extranjeros. La gran mayoría de los menores (2.000) están en familias de acogida. El resto está en 118 centros, 16 de ellos específicos para migrantes.

Son los últimos datos disponibles de Conselleria de Igualdad, a diciembre de 2023, según los cuales habría 1.700 menores tutelados en centros y 2.000 con padres de acogida, tíos o abuelos. El sistema no diferencia por nacionalidad para "no estigmatizar" a los menores y el Consell no ha querido proporcionar datos, sin embargo, el president Carlos Mazón aseguró en julio de 2024 que la C.Valenciana tutelaba a 481 menores extranjeros no acompañados.

Según el Gobierno, la C.Valenciana tendrá que asumir 478 menores extranjeros más en el reparto entre las autonomías para liberar espacio en Canarias. Sin embargo, la Generalitat se niega, mientras Mazón vincula a estos niños, niñas y adolescentes con la delincuencia sin datos que lo avalen. De hecho, la ultima estadística de criminalidad del Poder Judicial arroja que el número de menores extranjeros que delinquen no ha parado de bajar en la última década. Por otro lado, la ley obliga a las autonomías a acoger a estos menores en sus sistemas de protección, aunque el Consell se niegue.

El sistema de protección de la infancia tiene muchos tipos de centros: 77 son de Atención General, 16 de Proyecto Migratorio, 8 de Recepción (pasan los primeros días hasta ser derivados a uno definitivo) 7 para menores con problemas de conducta y el resto son de salud mental (1), adolescentes embarazadas (3), o Primera infancia con necesidades muy especiales (3).

Un menor migrante en la puerta de un centro, en una imagen de archivo.

Un menor migrante en la puerta de un centro, en una imagen de archivo. / Fernando Bustamante

Además, hay 38 hogares de emancipación con 182 plazas. Estos hogares son pisos donde los jóvenes (extranjeros y españoles) que han salido de los centros al cumplir 18 pueden estudiar y tener un techo hasta los 20 años, acompañándoles en su transición a la vida adulta. Eso sí, hay unas reglas muy estrictas y los jóvenes deben abandonar los pisos si han encontrado un trabajo que les permita mantenerse para dejar paso a otros extutelados, ya que el sistema tiene muy pocas plazas.

El Consell lleva meses criticando que el sistema de acogida para menores está colapsado, pues las 317 plazas en centros para proyecto migratorio no cubren los 481 menores que había en el sistema.

Los rostros tras los números

Omar llegó a los 16 años en patera por Almería, trabajó de cocinero, en varias ETT y en una fábrica de cristales. Ahora, a los 24 años, es educador en el centro de Tarragona que le acogió nada más llegar. Usman huyó de Gambia con 12 años y a los 17 empezó a trabajar en una carpintería metálica en València. Hicham llegó a los 20 años a Madrid, y Accem le dio la oportunidad de estudiar y tener un techo, hoy vive en Sagunto y trabaja de cocinero a sus 23 años. Está tramitando sus papeles para tener un permiso de residencia más largo.

Son jóvenes con ganas de estudiar y trabajar. Sus países les obligaron a crecer demasiado rápido, y migraron a España con la presión en las espaldas de tener que ayudar a su familia. Su vida no ha sido nada fácil, pero han aprovechado cada oportunidad que les han dado. Son dos caras entre los números de la migración. ¿De qué hablamos cuando hablamos de jóvenes extranjeros? Mayoritariamente, de Hicham y Omar. "Casi todos mis compañeros en el centro de menores tienen el carnet de coche y trabajan. Claro que hay alguno que ha ido por el mal camino, pero la mayoría no somos así", reivindica Omar, que vive en un pueblo de Cataluña.

Un menor de edad senegalés, en una foto de archivo.

Un menor de edad senegalés, en una foto de archivo. / M.A.Montesinos

El camino de la infancia migrante en España

El camino que sigue un menor extranjero no acompañado es el siguiente. A su llegada en patera a las costas (o en avión con visado de turista) es interceptado por la Guardia Civil y recibido generalmente por Cruz Roja. Tras pasar una primera noche en dependencias policiales, se le traslada a uno de los centros de recepción de menores extranjeros no acompañados (Menas), en València está el de Alborache.

Mientras tanto, Fiscalía de Menores encarga unas pruebas de verificación de la edad para los migrantes de los cuales se dude. Suele utilizarse la prueba de la muñeca, en la que midiendo el desarrollo óseo se puede tener una estimación con un margen de error de dos años. Si la prueba estima que el joven tiene 18 años, siempre se presume la minoría de edad ya que la prueba es imprecisa y podría tener 16.

En el centro de recepción los menores tienen una estancia corta y después suelen ser derviados a los centros de menores donde serán tutelados hasta que cumplan los 18 años. Dependiendo del caso completan su formación en el propio centro o en un instituto cercano, como un estudiante más, aunque esto es mucho más común en el caso de los menores tutelados españoles. Cabe remarcar que en un centro de menores conviven todos los niños, niñas y adolescentes sin referentes familiares, independientemente de su origen.

La administración se convierte en los "padres" de estos menores, y tiene la obligación de tramitar sus papeles en un plazo de 3 meses. Si el menor lleva algún documento encima -como su pasaporte- es mucho más sencillo, si no, el proceso se suele dilatar, pero el joven debe salir del centro a los 18 años con un permiso de residencia y trabajo (que no es lo mismo que la nacionalidad).

Este punto era, hasta hace bien poco, el más dramático, pues era el momento en el que la administración le daba la "patada en el culo" a estos jóvenes que se debían apañar por su cuenta, teniendo como resultado muchos casos de chavales malviviendo en la calle y acabando en la delicuencia. En 2022, sin embargo, una reforma del reglamento de extranjería marcó que se ofrecería a estos jóvenes (ya mayores de edad) la posibilidad de hacer curso de formación o FP hasta los 20 años, incluyendo un sitio donde alojarse. Los resultados de esta medida han sido muy satisfactorios, y ya la mayoría de menores tutelados (extranjeros y españoles) consiguen encauzar su vida y un trabajo con el que mantenerse a los 20. Eso sí, aún hay casos de jóvenes que acaban en la calle, pues este "itinerario de emancipación" no tiene todavía suficientes plazas.

Las cifras del reparto

Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas que más menores migrantes tendrían que acoger tras el acuerdo entre el Gobierno y Junts. Las regiones que más menores tendrán que recibir serán la Comunidad de Madrid (806), Andalucía (795) y Comunidad Valenciana (478). Mientras que Cataluña (27), Melilla (34), Baleares (59) y País Vasco (88) acogerán un número mucho menor al tener los sistemás más tensionados.

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