El presupuesto crece por la dana y las partidas ficticias e incluye gestos a Vox

Mazón aprueba unas cuentas de 32.291 millones que incumplen el déficit y destinan 2.364 millones a la recuperaciónnVuelve a meter tijera a las inversiones y recorta en políticas verdes y valenciano

Los miembros del Consell, antes de la reunión plenaria en la que se aprobaron ayer los presupuestos de la Generalitat para 2025. | JORGE GIL/E. PRESS

Los miembros del Consell, antes de la reunión plenaria en la que se aprobaron ayer los presupuestos de la Generalitat para 2025. | JORGE GIL/E. PRESS

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

València

El presupuesto de la Generalitat para 2025 ascenderá a 32.291 millones de euros, un 8,6 % más que el año anterior, gracias en buena medida a los 2.364 millones que se destinarán a proyectos para la recuperación de la dana del pasado 29 de octubre. Sin computar ese dinero extra que el Gobierno ha autorizado y que se convertirá en endeudamiento, las segundas cuentas de Carlos Mazón que aprobó ayer el Consell se mantienen casi planas respecto a 2024, con un pírrico repunte global del 0,7 %. El gasto real —desembolsos sin contar el pago de deuda y otras cargas financieras— y el gasto social —Sanidad, Educación y Servicios Sociales— registran aumentos superiores al 5 %. A cambio, las inversiones directas e indirectas vuelven a caer por segundo año consecutivo y acumulan ya un retroceso de 1.000 millones respecto al último año del Botànic.

Ese esfuerzo para sostenter los servicios públicos choca, como recordó ayer la titular de Hacienda, Ruth Merino, con la infrafinanciación crónica que padece la Generalitat, que le hace recibir del Estado menos dinero que la media y le obliga —como también hizo la izquierda— a dibujar gastos sin respaldo en el apartado de ingresos. Es decir, partidas «ficticias» o «reivindicativas», una terminología que ayer rechazó la consellera.

Ignora el déficit de Montero

En cualquier caso, el Consell se fija un déficit del -1,2 %, doce veces superior al marcado por el Gobierno (-0,1 %), lo que supone una desviación inicial de 1.800 millones entre ingresos y gastos, cifra que coincide precisamente con la cantidad anual que la Generalitat pide recibir vía el fondo de nivelación. En total, las cuentas computan más de 3.000 millones que difícilmente llegarán a las arcas públicas pero que la Generalitat pinta como ingresos seguros.

Tras la luz verde al proyecto de ley, Merino y su equipo depositaron el archivo digital en las Corts, donde ahora comenzará su tramitación parlamentaria. Vox, único aliado posible para Mazón, va a jugar un papel clave en esta fase, como ya anticipó ayer marcando terreno y demostrando su actual fuerza negociadora.

Tras el giro de Mazón hacia los postulados voxistas más radicales que desbloqueó la negociación, los presupuestos incluyen ciertos gestos del PP hacia su exsocio, como recortes en algunos programas de políticas verdes y de promoción al valenciano o el hachazo a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que pierde el 25 % de sus asignaciones públicas.

Pero el momento de la verdad llegará durante la fase de enmiendas. Vox reclama más y ayer su síndic, José María Llanos, habló de recortes del 30 % a sindicatos, de tijeretazos a la cooperación y de una reducción de 200 millones en el sector público instrumental. Ninguna de estas medidas están recogidas en el proyecto de ley, que de hecho contempla un aumento de más de 500 millones para fundaciones, consorcios, sociedades mercantiles y entidades públicas.

En cuanto al gasto real, que recoge el desembolso total excluidos los financieros (aquellos destinados a amortizar deuda y similares), sube un 5,4 % hasta los 23.887 millones de euros. El gasto social (Sanidad, Educación y Servicios Sociales) también aumenta en términos parecidos, en este caso el 6 %, para llegar a los 19.590 millones. Merino aseguró que son cifras récord. En Sanidad, que vuelve a ser la conselleria que más recibe, se presupuestan 9.170 millones, un 7,8 % más. En Educación alcanzan los 7.392 millones, un 4 % más. Y en Servicios Sociales y Vivienda, un 2 % hasta los 2.864 millones.

Otro recorte a las inversiones

El Consell recorta por segundo año las inversiones directas e indirectas si se excluye la línea dana. Retroceden de 2.541 millones a 2.228 millones, un 12,3 % que hay que añadir al recorte del 20 % aplicado en el primer año de Mazón.En total, son 313 millones menos que en 2024 y 968 menos que en 2023. Habrá que ver además el grado de ejecución de estas obras, que el año pasado se quedó rondando el 50 %.

Por conselleries, la mayor subida presupuestaria la recibe Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, con 1.144 millones, un 75 % más. Todos los departamentos proyectan recibir más dinero que el año pasado.

Destaca también la reducción en el capítulo de servicio de la deuda, que cae de 7.000 millones a 5.981, un 14,6 % menos por reducirse las amortizaciones. En sentido contrario, los intereses siguen al alza y alcanzan los 1.143 millones, 200 millones más que el año pasado. Merino alertó de que la tendencia continuará en 2026, cuando se prevé que alcancen los 1.500 millones de euros.

En cuanto a los ingresos, el Consell mantiene varias partidas reivindicativas, como el cobro de la atención sanitaria a pacientes de otras comunidades en hospitales valencianos (1.022 millones) o el del sistema de la dependencia (347 millones), que el Estado adeuda desde hace años. Si se suman a los 1.800 millones de déficit, las partidas ‘ficticias’ superan los 3.100 millones de euros.

Por último, el capítulo de gastos de personal, donde se recoge el pago de nóminas, asciende a 9.400 millones, 600 millones más.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents