Franc Cortada (Oxfam Intermón): "Esto no es una guerra de vulnerabilidad"

El presidente de Oxfam Intermón asegura que la ayuda internacional "es compatible" con la que necesitan las zonas afectadas por la dana y las víctimas de la tragedia

Franc Cortada, presidente de Oxfam Intermón, en València.

Franc Cortada, presidente de Oxfam Intermón, en València. / Miguel Ángel Montesinos

Mónica Ros

Mónica Ros

València

Franc Cortada es ingeniero de caminos, cuanta con una trayectoria en el mundo de la cooperación y las emergencias y visitó València recientemente para explicar la importancia de la ayuda internacional y visitar las zonas afectadas por la dana, donde Oxfam Intermón también está presente en un trabajo de campo que no piensan abandonar. Tras la presentación de los presupuestos de la Generalitat Valenciana que sufren recortes en cooperación por exigencias de Vox, Cortada hace balance para Levante-EMV.

- Usted vino a Valencia recientemente a entrevistarse con el secretario autonómico de Familia, Ignacio Grande ¿de qué hablaron?

Bueno hablamos de la importancia de la cooperación internacional como herramienta ante las desigualdades y la pobreza. El Gobierno de la Generalitat Valenciana tuvo el año pasado su máximo histórico en los presupuestos con más de 70 millones de euros y el mundo necesita que ese compromiso se mantenga este año.

- El objetivo era que no se redujera el presupuesto internacional en un territorio que necesita muchos millones de euros tras la tragedia que acabamos de vivir, pero ese recorte está encima de la mesa…

Soy muy consciente de que el foco tiene que estar en y para los afectados por la dana (que nosotros también estamos ahí) pero que no podemos competir. Tan importante es responder a la que gente que ahora mismo está afectada por la dana como a los millones de personas que también ahora mismo están viviendo el impacto climático. La crisis climática no es un impacto de futuro, es un problema de presente. Ahora mismo la crisis climática ya es el primer vector de migración forzada. Y hay que destacar que el 92% de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera son del norte global y que todo el continente africano junto ha generado tan sólo un 4%. Es tremendamente injusto porque quienes han generado el problema somos el norte global, y quienes están sufriendo las consecuencias son las personas del sur global.

La dana, sin embargo, ha evidenciado que el cambio climático ya es un problema que nos afecta directamente...

 La crisis climática es una realidad y no sabemos lo que nos depara. El riesgo aquí es recorrer un camino irreversible. Los eventos extremos climáticos se han triplicado en las últimas décadas en virulencia y en frecuencia. O sea, ya sabemos que esto es lo que tenemos por delante. Y no estamos preparados. Como ciudadanía, como administración y como sociedad no estamos preparados para el clima que ya está aquí. Y eso debe cambiar.

- El año pasado la Comunitat Valenciana destinó su máximo histórico a cooperación al desarrollo con 72 millones de euros… ¿Qué implicaría su reducción?

La ayuda autonómica para equilibrar la balanza o reducir las desigualdades es superimportante y reside en la financiación. Los 72 millones de euros que la Generalitat Valenciana destinó el año pasado a cooperación al desarrollo son claves y son muy importantes para generar oportunidades a millones de personas que lo que necesitan son medios de vida para salir adelante. Que eso ahora se recorte es peligroso porque son millones de vidas las que están en juego. Esto no es una guerra de vulnerabilidad. El recorte en cooperación es una gota en el océano de la dana, pero tiene un impacto enorme en el trabajo que se está llevando a cabo a nivel internacional. Hay que poner en valor que la cooperación valenciana en el 2015 más o menos era de 4 millones de euros y en la última década se había convertido en una cooperación de las más punteras, tanto en cantidad como en calidad. Era y es una de las cooperaciones referentes de España a día de hoy y eso no debe cambiar. 

- Las entidades que trabajan en cooperación al desarrollo también fueron las primeras en atender las zonas afectadas por al dana y trabajar sobre el terreno…

Fuimos de los primeros en llegar y seguimos ahí. Y creo que, además, la ciudadanía espera que respondamos a las dos cosas. Creo que la ciudadanía entiende, cuando ve las imágenes, lo que está sucediendo en Gaza y ve el horror y el infierno que han vivido 2 millones de personas durante 16 meses y ve cómo se ha sometido a una población al hambre, a la sed y a la violencia como arma de guerra. La gente espera que sigamos respondiendo a lo que ocurre ahí y que aliviemos ese sufrimiento. Y la ciudadanía espera también que intentemos responder y intentar acompañar a las víctimas de la dana porque tenemos capacidad para hacer las dos cosas.

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