ORIHUELA

Una familia de Orihuela denuncia la muerte de una joven de 24 años: el SAMU tardó mucho

La familia, una vez tenga la autopsia, denunciará que la ambulancia llegó a los 40 minutos, aunque el CICU asegura que fueron 20

Ambulancia en la puerta de Urgencias del Hospital Vega Baja, en una imagen de archivo

Ambulancia en la puerta de Urgencias del Hospital Vega Baja, en una imagen de archivo / Áxel Álvarez

Loreto Mármol

Una joven de 24 años murió el lunes en su domicilio de la pedanía oriolana de Rincón de Bonanza. Sus familiares afirman que el SAMU tardó 40 minutos en llegar, personándose incluso antes la Policía Nacional.

Haciendo un esfuerzo titánico por eludir el dolor y rememorar los trágicos hechos tan solo dos días después, su tío, Juan Ramón, describe a este periódico los tensos y sobre todo agónicos momentos que vivieron. N. A. V. había ido esa mañana a Urgencias del Hospital Vega Baja por una ciática y le suministraron un calmante. Todo iba bien. La joven no tenía problemas de salud previos. Sobre las 13 horas su sobrina se desvaneció cayendo al suelo, aunque se encontraba consciente y hablaba, estando presentes su pareja y su abuela, que lo avisó a él, tardando apenas unos segundos en llegar, puesto que vive al lado.

La calle de Rincón de Bonanza donde residía la joven de 24 años

La calle de Rincón de Bonanza donde residía la joven de 24 años / Información

Después, entró en parada cardiorrespiratoria. Tanto su pareja como su tío le practicaron la reanimación cardiopulmonar mientras llegaba la ambulancia. "Los dos sabíamos, yo aprendí en la mili y él había trabajado en una ambulancia", explica Juan Ramón, que asegura que estuvieron intentando reanimarla durante una media hora hasta que llegaron agentes de la Policía Nacional, que los relevaron porque estaban exhaustos. "Nos dolía todo el cuerpo", recuerda.

Mientras, los servicios sanitarios le preguntaron por teléfono hasta en tres ocasiones si tenía la tarjeta sanitaria a mano, "perdiendo el tiempo en tonterías", lamenta Juan Ramón, que estaba viendo cómo su sobrina "iba perdiendo el conocimiento, se iba poco a poco, se le iba el pulso hasta que se quedó con los ojos abiertos y vidriosos, en el vacío, con la cara blanca y los labios morados".

La ambulancia, insiste, "tenía que haber tardado 10 minutos como mucho", ya que se encuentra en la carretera que une el casco urbano con el Hospital Vega Baja. Pero fueron 40, algo que no se explica.

Por eso, quiere hacer público "lo que está pasando, no ya por mi sobrina, por la que no se puede hacer nada", dice con la voz entrecortada, sino "porque hasta que no te toca a ti no eres consciente, pero le puede pasar a cualquiera".

A N. A. V., madre de una niña de 7 años, la entierran este jueves junto a su madre en el cementerio oriolano. La familia, a la espera de la autopsia, quiere denunciar la tardanza del SAMU, aunque tiene la sensación de "haber topado con la Iglesia", prosigue Juan Ramón, que lamenta que "Orihuela está olvidada", puesto que solo tiene una ambulancia medicalizada para todo el Departamento de Salud.

Cronología

Según su relato y el registro de llamadas de su móvil, contactó con el 112 a las 13.07 horas, ofreciendo todos los datos que le pidieron menos los de la tarjeta sanitaria, que no la tenía en ese momento.

Solo tres minutos después su sobrina pierde la consciencia. A las 13.12 recibe una llamada para pedirle otra vez la SIP, a lo que Juan Ramón responde que su sobrina ha entrado en parada y vuelve a repetir que no dispone de ese dato, al mismo tiempo que insiste en que le están practicando la reanimación cardiopulmonar y que por favor se den prisa porque está en parada.

A las 13.20 recibe una nueva llamada para reiterar que no encuentran los datos de su sobrina. Juan Ramón vuelve a darles el nombre de su sobrina. Al parecer, tenían un apellido equivocado. A los pocos segundos le confirman que ya la han encontrado. Juan Ramón reitera que está en parada. Le pasan con un médico que le pregunta cómo se encuentra su sobrina. Le contesta que le están practicando RCP, a lo que el facultativo muestra su sorpresa de que la sepan hacer.

A las 13.25 llegan varias patrullas de la Policía Nacional. Los agentes relevan a Juan Ramón y a la pareja de N. A. V. para seguir con la RCP, pero no llevaban desfibrilador porque el aviso que habían recibido era que la persona estaba consciente. Uno de los agentes se lamentaba porque cuando recibieron la alerta lo tenían a un paso en la comisaría.

Después de estar otros 15 minutos y turnándose entre ellos para practicar la reanimación llega una ambulancia sobre las 13.45, haciéndose cargo de la situación durante al menos 30 minutos, utilizando todos los medios de los que disponían. Pero sin resultados, confirmando el fallecimiento.

Los datos que proporciona el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) son que el aviso inicial entra a las 13.03 horas, describiendo que una mujer se había caído, estaba mareada y tenía dificultad para respirar. Se moviliza una ambulancia de Servicio Vital Básico a las 13.05

A las 13.09 el alertante vuelve a llamar al 112 indicando que están haciéndole reanimación cardiopulmonar básica, por lo que se reclasifica la llamada como prioridad 1. El CICU moviliza entonces una unidad del SAMU y, entretanto, se ofrece ayuda para guiar las maniobras de reanimación, pero manifiestan que conocen la técnica.

A las 13.24 horas, aseguran fuentes del CICU, el SAMU ya estaba asistiendo. El equipo médico le realizó la reanimación cardiopulmonar avanzada y otras técnicas de recuperación, pero no hubo respuesta.

Una sola ambulancia

El médico del consultorio de la pedanía también acabó recibiendo el aviso. Llegó en su coche con una enfermera al mismo tiempo que el SAMU. El profesional sanitario, desde hace 23 años en los consultorios de las pedanías, afirma que "el Departamento de Salud de Orihuela está vendido a diario, porque solo hay un SAMU", uno menos de los que le corresponden desde hace tres años.

El pliego de condiciones del servicio de transporte sanitario terrestre, urgente y no urgente, de la Comunidad Valenciana estableció en 2022 cuatro unidades medicalizadas en la comarca, dos en cada área sanitaria -la de Orihuela y Torrevieja-, sin tener en cuenta que la que hay en el litoral oriolano, por proximidad, pertenece al de Torrevieja, que en la práctica se queda con tres.

Este "error" hace que en la práctica solo haya una ambulancia medicalizada para un departamento que engloba a una población protegida de 180.000 habitantes, incluyendo Orihuela (sin la Costa), Albatera, Algorfa, Almoradí, Benejúzar, Benferri, Bigastro, Callosa de Segura, Catral, Cox, Daya Nueva, Daya Vieja, Dolores, Granja de Rocamora, Jacarilla, Rafal, Redován y San Isidro.

La sección sindical de UGT en el Hospital Vega Baja dio cuenta de ello a la gerencia en julio del año pasado, pidiendo a su vez que se recupere "lo antes posible ese servicio que tanta falta nos hace". Sin que aún se haya resuelto.

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