Las víctimas valencianas de maltrato que renuncian al proceso no deja de crecer desde 2019

¿Se sienten las mujeres hoy menos protegidas por las instituciones que hace un año? ¿Hay una involución en la visibilización de la violencia machista? ¿O solo es un reajuste del sistema? La respuesta llegará de las expertas en Igualdad y en Sociología, probablemente, pero lo cierto es que las denuncias por maltrato han bajado en 2024 por primera vez en una década –también hay un descenso en las denuncias por violencia sexual, dentro y fuera del ámbito de las parejas o exparejas–. Y no solo eso: el número de víctimas (no es lo mismo denuncia que víctima: una misma mujer puede haber formulado más de una) también ha descendido y han aumentado, de manera preocupante, las que acaban renunciando a seguir el proceso judicial.

La aparente pérdida de confianza en las instituciones que había costado décadas remontar está, muy probablemente, detrás de esas cifras, dadas a conocer ayer por el Observatorio de la Violencia sobre la Mujer del Poder Judicial.

En el caso de las renuncias a continuar con el proceso, lo que coloquialmente se conoce como «quitar la denuncia» y que judicialmente se sustenta en ejercer un derecho incluido en la ley en el siglo XIX por el que los familiares directos de un acusado están en su derecho de no declarar contra él, la cifra no ha dejado de crecer peligrosamente desde 2019. En números absolutos y en relativos.

Los asesinatos machistas se resisten a bajar de seis al año en la C. Valenciana

Casi un 13 % de renuncias

En 2019, fueron 2.443 las mujeres que se acogieron a ese artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que recoge la dispensa de declarar contra su pareja –paradojas del Derecho: no fue pensado para la violencia de puertas adentro, sino para cuando el reo estaba acusado de delinquir contra personas ajenas a la familia-. En 2024, el número de renuncias fue de 3.543. En total, 900 mujeres más han optado por no declarar contra su agresor lo que, en la mayoría de los casos, deriva en un archivo de la causa porque la Fiscalía argumenta que se queda sin su principal testigo del delito.

Porcentualmente, hace seis años era algo más del 10 %; en 2024, la cifra había escalado casi tres puntos: 12,79 %. Y el mayor porcentaje de renuncias lo están protagonizando las víctimas españolas.

Otro indicador para el análisis son esas 27.708 denuncias interpuestas en 2024 (76 de media al día) por violencia machista (25.566 víctimas). Son un 4,3 % menos que un año antes, cuando se alcanzó el récord hasta ahora de 28.955 denuncias en un año (80 de media al día). El descenso es notablemente mayor en el capítulo de mujeres víctimas: en 2024 la cifra se redujo un 9,1 %: de 28.214 a 25.566. Dicho de otro modo, hay 2.648 mujeres menos dentro del sistema VioGen.

Las familias siguen respondiendo poco

Donde hay una mejoría, ligerísima, pero mejoría al fin y al cabo, es en las denuncias que interponen los familiares directos de las víctimas de violencia de género, es decir, quienes más cerca están y antes conocen lo que está pasando. El año pasado, en la C. Valenciana se superó por primera vez la tasa del 2 %, pero sumando las denuncias con llamada a la Policía o yendo directamente al juzgado, el número continúa siendo mísero: 590 de las 27.708 denuncias interpuestas en 2024 llegaron de los parientes.

Un año antes, en 2023, no llegaba al 1.5 %: 436 de las 28.955 denuncias. Un dato para ilustrar esta falta de implicación del entorno más cercana a las mujeres que sufren violencia de cualquier tipo por parte de su pareja o expareja:en 2024, el número de denuncias interpuestas por familiares en algún juzgado de la provincia de Castellón fue, exactamente, cero. Invita a la reflexión.