¿Cómo influye el tiempo en las alergias?

El clima de estos meses fomenta el periodo de alergia.

El clima de estos meses fomenta el periodo de alergia. / Pexels

Natacha Payá

Aunque las alergias no se limitan a la primavera, es durante esta estación cuando los niveles de polen experimentan un aumento significativo, convirtiéndola en un período especialmente crítico para los alérgicos.

La variabilidad climática propia de estos tres meses, con alternancia de semanas lluviosas, días soleados y tormentas, influye directamente en la sintomatología alérgica.

Las alergias, al igual que las personas, no son ajenas a estos cambios. Los días secos y soleados aumentan el nivel del polen considerablemente, lo que suele traducirse en un empeoramiento de los síntomas para los aproximadamente 8 millones de alérgicos en España.

Los días nublados y más frescos favorecen la desaparición del polen. Durante las jornadas grises las plantas tienen una menor polinización. No obstante, durante estos días y más en invierno, proliferan los hongos y las alergias al polvo.

Las precipitaciones, es uno de los factores más influyentes, juegan un papel crucial en la reducción de estos niveles. Las gotas de la lluvia actúan como agentes de limpieza, empujando las partículas del polen hacia el suelo.

Además, la humedad ambiental provoca que el polen absorba agua, aumente su tamaño y pierda la capacidad de flotar libremente en el aire. La llegada de borrascas y frentes lluviosos ha proporcionado un alivio bienvenido para muchos alérgicos, permitiéndoles respirar con mayor facilidad.

No obstante, es importante tener en cuenta que las tormentas con fuertes vientos pueden resuspender el polen, lo que agrava temporalmente los síntomas.

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