Manifestación

Más de 4.000 personas salen a la calle para exigir el fin del "negocio de la vivienda"

La plataforma "València no està en venda" urge a "reducir el precio del alquiler, parar los desahucios y aumentar la vivienda pública y en cesión de uso cooperativo"

Candela García

Candela García

València

Centenares de valencianos y valencianas han salido esta tarde las calles de València en una nueva protesta para exigir, junto a otras cuarenta ciudades españolas, que se acabe “el negocio de la vivienda y del territorio”. Bajo el lema “València no es ven”, se han reanudado las manifestaciones iniciadas el pasado 19 de octubre, que acabaron con una acampada de una semana y un día en la plaza del Ayuntamiento, para denunciar la “creciente turistificación, la destrucción del territorio y la mercantilización de la vivienda”. Desde entonces, la situación "no ha hecho más que empeorar", han reivindicado. Según la Delegación del Gobierno en la Comunitatat Valenciana, unas 4.000 personas han formado parte de esta protesta.

Miles de personas exigen una vivienda digna en una marcha en València

Miles de personas exigen una vivienda digna en una marcha en València / Francisco Calabuig

Desde la plataforma convocante, han denunciado que el rentismo "continua enriqueciéndose a costa de la clase trabajadora", aumentando el precio del alquiler y la compra de viviendas. Como ejemplo, han citado que en el cap i casal la renta de un piso "que en 2015 costaba 520 euros, ahora cuesta 1.270 euros, y la compra también ha subido un 45 %". Asimismo, han puesto sobre la mesa la cifra de los 3.610 desahucios que se llevaron a cabo en la Comunitat Valenciana durante 2024, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), poniendo el foco en la situación especialmente precarizada de mujeres y personas migrantes. Con todo, han criticado que se impulse un modelo de ciudad "mercantilizado que expulsa al vecindario para que la industria del turismo explote nuestros barrios".

María Alandes, portavoz de "Valencia no está en venda" y de Lamataobras, ha querido lanzar un mensaje a las administraciones: "No se puede estar con los especuladores y la ciudadanía". "Hace poco hemos sabido que se han comprado 17 edificios enteros en el Cabanyal", ha afirmado. Por su parte, la portavoz Sara Cerón ha reivindicado que el objetivo es lograr que la ciudad "sea para quién la habita, donde el turismo no sea un problema para las clases trabajadores" y ha criticado que las medidas que se están llevando a cabo por el Gobierno, la Generalitat y el ayuntamiento para atajar la situación "son insuficientes". En este sentido, Pablo Ramos, otro de los portavoces, ha indicado que "existen mecanismos que no de están aplicando" por "no molestar a los rentistas, fondos buitre y a los grandes propietarios que están especulando con nuestras viviendas".

"Un problema intergeneracional"

En este contexto, y al grito de "Ni gent sense casa, ni casa sense gent", "Tourists go home" o "Expropiació contra l'especulació", entre otras consignas, hasta 4.000 personas se han dado cita frenta a las puertas del Ayuntamiento de València para exigir que se ponga solución a la situación actual de la vivienda en la ciudad. Una realidad que ya alcanza a todas las edades. "Nos afecta a todos como sociedad, es un problema intergeneracional. Personalmente todavía no tengo ninguna casa en propiedad", comparte Almudena López, de 42 años, que actualmente vive con su pareja y tiene un trabajo estable. "Ya no es que los precios del alquiler están desorbitados, es que te piden unos requisitos que rozan la ilegalidad", ha añadido.

Más de 4.000 personas salen a la calle para exigir el fin del «negocio de la vivienda»

Francisco Calabuig

Por su parte, Marina Osca, de 25 años, que forma parte de la Coordinadora de Russfa, vive con su madre y ni siquiera puede plantearse emanciparse. "Somos jóvenes que nunca vamos a poder vivir en nuestros barrios a no ser que heredemos las casas de nuestros padres", ha señalado. Dos realidades que a Pilar Tormo, de 73 años y vecina de la zona cero de la dana, le han hecho salir a la calle a protestar. "Yo sí que tengo una vivienda digna y eso es lo que quiero para todo el mundo. Soy de Massanassa, y ahora vemos que están especulando porque la gente no puede hacer frente a los gastos de reconstruir las casas", ha compartido.

El itinerario ha finalizado en la plaza América, donde se ha procedido a la lectura del manifiesto. Entre las reivindicaciones más importantes, desde la plataforma convocante urgen a reducir los precios del alquiler, frenar los desahucios y aumentar la vivienda pública y en cesión de uso cooperativo. Si fuera necesario, además, instan a desarrollar medidas para la "expropiación de las viviendas vacías, turísticas o de la grandes tenedores y fondos buitre". En el texto, además, reclaman "decrecer turísticamente". "No queremos más promociones urbanísticas, no nos conformamos con ayudas e incentivos fiscales", han apuntado.

Bajo el lema «València no es ven», centenares de valencianos salieron a las calles, ayer en València.

Francisco Calabuig

En esta concentración, por otra parte, el impacto de la dana sobre el territorio valenciano también ha cobrado una gran relevancia. Al respecto, han expuesto la necesidad de "detener la construcción de las grandes infraestructuras", entre las que han mencionado los PAIs, el puerto y el aeropuerto València, las carreteras o el túnel pasante, y de convocar una "asamblea ciudadana permanente y vinculante" para defender la protección de los ecosistemas como l'Horta de València o l'Albufera. "Queremos la renaturalización de los espacios públicos", han aseverado desde la plataforma convocante.

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