Perfil: Basset y Suárez, los técnicos señalados por la cúpula de Emergencias

Pradas y Argüeso derivan responsabilidades en el exinspector jefe de Bomberos, que se acaba de jubilar tras 40 años de carrera, y el subdirector general de Emergencias, por la gestión del 29-O

El ex secretario autonómico responsabiliza al jefe de bomberos de retirar "los efectivos que vigilaban los barrancos sin avisar a nadie" y al funcionario de restar importancia a las llamadas del 112

José Miguel Basset y Jorge Suárez, en los primeros días tras la dana.

José Miguel Basset y Jorge Suárez, en los primeros días tras la dana. / GVA

València

Sin salirse del guion previsto, los dos imputados en la investigación de la gestión de la dana, la exconsellera Salomé Pradas y su exnúmero dos, Emilio Argüeso, apuntaron hacia arriba (el Gobierno de España) y sobre todo, hacia abajo, señalando la responsabilidad de los técnicos. En sus declaraciones sobrevolaron dos nombres, actores secundarios hasta ahora en la gestión del 29-O: el alto funcionario Jorge Suárez, subdirector general de Emergencias; y el jefe de bomberos José Miguel Basset, en los que derivaron responsabilidades por la gestión de aquel día. La exconsellera Pradas recordó la experiencia que sumaban estos veteranos técnicos, "más de cien años de experiencia" en el Cecopi, frente a sus escasos tres meses en el cargo, se justificó ante la jueza.

José Miguel Basset, exinspector jefe del Cuerpo Provincial de Bomberos jubilado hace unas semanas, ha sido un actor esencial en la dramática dana del pasado 29 de octubre. Como máximo responsable provincial, se convirtió en el jefe de la emergencia de la dana, su director operativo. Eso le hizo estar al frente de un contingente que, por momentos, se situó en 22.000 efectivos, militares incluidos. A pesar de su presencia en las comparecencias públicas de las primeras horas, con el paso de los días pasó a un segundo plano, a la sala de máquinas.

Basset, hace una semana en la diputación.

Basset, hace una semana en la diputación. / J.M. López

Su nombre, con todo, ha regresado a las portadas en las últimas semanas. Especialmente tras las declaraciones de los dos investigados en la causa que instruye la jueza de Catarroja: la exconsellera Salomé Pradas y el también exsecretario autonómico Emilio Argüeso. La cúpula política deriva responsabilidades en el bombero. Argüeso, directamente, le ha señalado por la retirada de la vigilancia del barranco del Poyo "sin avisar a nadie". No se enteró hasta semanas después de que no había ojos mirando al Poyo desde las 15 horas, señaló.

La semana pasada, Basset ya se convirtió en protagonista con su controvertida comparecencia en la comisión de investigación que celebra la Diputación de Valencia, precisamente sobre este asunto. En ella, señaló a los bomberos forestales de la Generalitat que fueron enviados a vigilar el caudal en la rambla del Poyo como responsables de haber dejado su puesto porque tenían ganas de comer. Días después envió una carta disculpándose y aclarando que la retirada fue una decisión operativa, con criterios técnicos, al haberse producido una bajada del caudal.

Cuatro décadas de experiencia

Basset, con cuatro décadas de experiencia en el Cuerpo Provincial de Bomberos, ha tenido en las últimas semanas de su carrera el escenario más complejo. Experto en gestión de grandes incendios forestales y también especializado en riesgos químicos, este profesional ha contado desde hace años con la confianza de dirigentes de todos los partidos. Su ascenso al máximo puesto del Consorcio Provincial se produjo con un diputado de Compromís en la diputación, en 2016, y ha trabajado codo con codo con administraciones provincial y autonómico gobernadas tanto por la izquierda como la derecha.

Su gestión en el trágico incendio de Campanar o los fuegos forestales del verano de 2023 le han generado el reconocimiento institucional. También se ocupó del incendio de Bejís, en 2022, cuando se le nombró responsable máximo de la gestión aunque excedía su demarcación.

Ingeniero técnico industrial, rama en Química Industrial por la UPV desde 1981, su especialidad es el riesgo químico, aunque quienes le conocen destacan su experiencia en los grandes fuegos forestales, a los que se ha dedicado desde 1983.

Se le reconoce como un mando con carácter, resolutivo, capaz de tener muchos frentes en la cabeza al mismo tiempo, y que no se “deja amedrentar por los políticos”. Ese carácter, quizá, le ha provocado algunas tensiones internas los últimos años, como cuando en 2018 los sindicatos del consorcio provincial de bomberos le organizaron una protesta en la plaza Manises.

Suárez, veterano funcionario

Al igual que el exinspector jefe de bomberos, el alto funcionario de la Generalitat Jorge Suárez cuenta con una amplia experiencia en su puesto y en la gestión de la emergencia. Y también ha sido señalado por sus antiguos jefes. En concreto, Emilio Argüeso ha deslizado que el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, estaba de vacaciones del 22 al 29 de octubre y que su sustituta lo avisó para que volviera a su puesto de trabajo con la dana. Además, Argüeso ha declarado que no se tuvieron en cuenta las 19.000 llamadas del 112 por indicación de Jorge Suárez. "Dijo que no había que tener en cuenta las llamadas al 112 porque de un único accidente de circulación pueden llamar cincuenta personas", dijo este viernes ante la jueza.

Jorge Suárez, el funcionario de más alto rango en el 112, es un técnico que ya estuvo ocupando este cargo durante las anteriores legislaturas, incluida la pandemia o los grandes incendios forestales, un cargo de la máxima confianza de los anteriores gestores

Suárez es conocedor del Es-Alert, el sistema de alerta masiva diseñado por el Consell del Botànic y presentado y ensayado en 2022. Esa experiencia le convierte en una pieza esencial en las pesquisas de la jueza. A descubrir el funcionamiento técnico del Es Alert se dirigen algunas de las citaciones de testigos que ha realizado la jueza, aunque aún no ha comparecido.

Suárez y Basset, primeros por la izquierda, en una comparecencia de los primeros días.

Suárez y Basset, primeros por la izquierda, en una comparecencia de los primeros días. / GVA

Suárez estuvo toda la jornada del 29 de octubre en el centro de l’Eliana, desde la mañana. Fuentes del Cecopi señalan que fue él quien advierte pasadas las 18 horas de la existencia del Es Alert como instrumento de alerta masiva. A esa hora, la Confederación Hidrográfica del Júcar ya pone sobre la mesa la necesidad de avisar a la población por la situación de riesgo en el embalse de Forata (a las 18.05 se declara el nivel 2 de emergencia de presa).

Él estuvo en el proceso de elaboración y envío del mensaje. A las 19.00 horas, tal como publicó Levante-EMV, el propio Suárez lee el primer borrador del SMS. «De manera preventiva, permanezcan en sus domicilios y estén atentos a futuros avisos», rezaba aquella primera versión, que aún tardó más de una hora en ser enviado entre retrasos y escenas de tensión, y que llegó con un mensaje diferente.

Todavía tardará tiempo hasta que se lance definitivamente a la población. Según diferentes fuentes, los técnicos mantenían posiciones dispares respecto al uso de este instrumento, abogando por la prudencia en algunos casos.

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