Las citas médicas por teléfono pasan de 1.300 diarias a 29.000 tras la covid

Las mujeres y la franja de entre 45 y 59 años son las que más recurren a esta opción para hablar con su médico

El récord fue en 2021 con más de 53.000 al día y un total de 13,9 millones ese año

Una doctora atiende a una paciente por vídeo llamada en 2021.

Una doctora atiende a una paciente por vídeo llamada en 2021. / Germán Caballero

Lluís Pérez

Lluís Pérez

València

La pandemia las normalizó, por necesidad. Y la nueva normalidad las ha hecho convertirse en una opción con registros inauditos por las facilidades que ofrece. Hablamos de las consultas telefónicas en Atención Primaria, una modalidad que se ha reivindicado como una opción con un gran número de adeptos en el último lustro, como refrendan las cifras oficiales difundidas por la Conselleria de Sanidad. No es solo que hay muchas más consultas a distancia que antes es que su número se ha multiplicado por 22 con respecto a la era prepandemia. Para muestra, los registros. En el año 2019, esta modalidad registró un total de 338.586 consultas -casi 1.297 diarias- y representaba un pírrico 1 % de las más de 36 millones de citas. En 2023, último año con balance cerrado, la cifra se disparó hasta los 7,5 millones; supuso el 18,96 % de un total de 39,6 millones de consultas médicas. Repartidas por jornadas ordinarias, son 28.833 cada día.

Los valencianos y valencianas se han acostumbrado más a consultar a su médico a través del auricular; pero, pese a su explosión, la consulta telefónica está en descenso desde hace tres ejercicios, como reflejan los datos de las Memorias de Gestión publicadas anualmente por el departamento de Marciano Gómez. El pico de las citas telefónicas se produjo en 2021, cuando el registró alcanzó un máximo de 13,9 millones, al representar el 28,41 % de las consultas sanitarias realizadas. Son 41 veces más respecto a la era prepandemia. En 2022, esta opción cayó un 30,2 % hasta las 9,7 millones de llamadas. Un año más tarde, el descenso fue de un 22,7 % con 7,5 millones.

Las mujeres la utilizan más

¿Qué ocurrió en el año de la pandemia? Es difícil de saber porque Sanidad, bajo la gestión del Botànic, ofreció conjuntamente los datos de las consultas en los centros y los de las citas telefónicas, sin desgranarlos. Sin embargo, cabe recordar que -especialmente durante el primer confinamiento- los centros de salud estuvieron cerrados y solo se atendían las Urgencias; pero, con el despliegue de todo el sistema de rastreadores para realizar el seguimiento de los contagiados por covid, es de sospechar un papel importante de las citas telefónicas. En total, ese año, Atención Primaria realizó un total de 39,6 millones de consultas; las mismas que, en 2023, pero tres millones más que el año 2019. El incremento en un solo año fue de un 9,85 %.

Un paciente trata de pedir una cita telefónica por la app GVA Salut +

Un paciente trata de pedir una cita telefónica por la app GVA Salut + / L-EMV

Entre los que se decantan más por la consulta al aparato destacan las mujeres -protagonizan el 61,74 % de las mismas- y la franja de entre 45 y 59 años, con 1,6 millones de llamadas, con casi una de cada cuatro llamadas. Por departamentos de salud, son los del Clínico-Malvarrosa y el Peset donde los pacientes conciertan más consultas a distancia, aunque se trata de las dos áreas con mayor número de SIP asignados, según los registros del Sistema de Información Poblacional de la Conselleria de Sanidad.

Distorsión al teléfono

Una de las consecuencias detrás de las cifras es una cierta desvirtuación de esta vía. "Es muy útil, pero no es válida para todas las consultas -, explica Javier Blanquer, miembro de la junta directiva de la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària (Sovamfic) y experto en gestión y teleconsulta-. Funciona muy bien para dar resultados de analíticas, hacer seguimiento de pacientes agudos o pruebas, por ejemplo; pero hay pacientes que la utilizan para consultar un dolor de oído". En ese caso, es "imprescindible" el reconocimiento médico de forma física. Otro de los usos nocivos es recurrir a esta modalidad, cuando no se consigue una consulta en persona, por lo que, al final, se generan "dos listas de espera, cuando no tenemos dos agendas diferentes". Ahora, Sanidad les ha limitado las citas telefónicas a una franja determinada, algo que, en su opinión, da mayor rigidez al sistema.

 De hecho, hace unas semanas, el periódico Información —pertenece también a Prensa Ibérica— explicó que, en algunos centros de salud, se había eliminado la posibilidad de elegir esta vía por la aplicación GVA Salut +. Desde Conselleria negaban este hecho y justificaban que la modalidad telefónica podía sufrir «demoras más altas» que en las consultas presenciales.

Hacia la normalización

En referencia a la pandemia, hay una obviedad. "Hay mucha gente que no recurría a esta modalidad por desconocimiento y, ahora, por trabajo u otras circunstancias, ha accedido a este", asegura Blanquer, quien cree que, con el tiempo, se producirá una "normalización" del sistema y las cifras de llamadas se ajustarán a las necesidades reales. En su caso, a diario, atiende a entre ocho y nueve pacientes por teléfono; cuatro o cinco agendados y el resto de Urgencia. Una de las claves para él es conocer al paciente, algo importante en Atención Primaria. "Es más efectivo cuando sabes sus complicaciones, su manera de relatar qué le pasa; es entonces cuando puedes determinar si la consulta debe ser presencial o puedes hacerla por teléfono".

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