El arzobispo Benavent dice que el próximo Papa deberá decidir sobre el papel de la mujer en la Iglesia

El prelado valenciano agradece el interés de Francisco por los afectados de la dana, reconoce su trabajo con las "periferias humanas y existenciales" y llama a seguir el camino marcado durante su pontificado

El arzobispo de València elogia al papa Francisco: "desde el primer momento en que sufrimos la DANA, me llamó"

Miguel Angel Montesinos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

València

El arzobispo Enrique Benavent ha convocado a los medios en el Salón Gótico del Palacio Arzobispal para valorar el fallecimiento del papa Francisco y su pontificado durante 12 años, el cual ha estado marcado por un claro carácter social y renovador con la voluntad de abrir la Iglesia y conducirla al siglo XXI. 

Para Benavent la muerte de Francisco ha sido una sorpresa no del todo inesperada, dados los problemas de salud que venía arrastrando en los últimos meses a consecuencia de una neumonía, si bien su aparición en San Pedro para la bendición ‘urbi et orbi’ había hecho pensar que “su situación no era tan dramática”. 

Unas horas después del fallecimiento, tras desplazarse desde Quatretonda, Benavent ha querido agradecer al pontífice todos los detalles que este tuvo con la diócesis de València, en especial después de la dana, con una llamada personal para interesarse por la situación y una oración en acto público por los afectados de la trágica barrancada. 

Los gestos no concluyeron ahí y siempre que Francisco tuvo ocasión de encontrarse con el arzobispo Benavent después del 29 de octubre, hasta en tres ocasiones, preguntó por los vecinos de las poblaciones que aún sufren los efectos de la dana y expresó su solidaridad hacia el pueblo valenciano. “El último encuentro fue la vista de los seminaristas y obispos. En su mensaje dijo: el sacerdote tiene que saber embarrarse con el sufrimiento de las personas”, ha contado el prelado en lo que considera una clara alusión a València. 

A continuación, Benavent ha destacado los dos signos que cree que pasarán a la historia del pontificado de Jorge Mario Bergoglio. Por un lado, su ánimo reformista. “Recuerdo el tema de su primer Ángelus, dijo que el camino de la Iglesia tenía que ser el camino de la misericordia. Tenía esa visión de una Iglesia que es madre misericordiosa con todos sus hijos. Una Iglesia que no condene a nadie, abierta para que todos puedan encontrarse  con el Señor”. 

El segundo aspecto que pasará a la historia tras 12 años como cabeza de la Iglesia, opina Benavent, será el apego de Francisco por las “periferias humanas y existenciales”. “En la última Encíclica nos habla del amor de Dios visibilizado en el corazón humano de Jesucristo y por tanto el amor cristiano hacia todos los seres humanos ha de ser un amor encarnado. De ahí esa preocupación del Papa por estar cerca de las periferias humanas, de inmigrantes, presos, de personas que viven en situaciones que moralmente nos pueden resultar difíciles de entender, pero que son víctimas de situaciones que no han buscado. La última salida del Papa fue el Jueves Santo para visitar una prisión”. 

Asimismo, Benavent ha explicado que Francisco, procedente de la Iglesia latinoamericana sin tanta tradición como la europea, ha tenido gestos que ayudan a dejar de lado cuestiones que parecen irrenunciables pero que “a lo mejor no son tan esenciales en la vivencia de la fe cristiana”. Y ha resultado la sinodalidad de su pontificado: “Los clérigos lo hacemos todo, lo decidimos todo. El Papa nos ha llamado a ir caminando sinodalmente como Iglesia para que tengamos la capacidad de escuchar el latido del pueblo de Dios”. 

En ese sentido, el religioso valenciano ha vaticinado que su pontificado será fecundo para el porvenir de la Iglesia y ha añadido: “El pontificado de Francisco nos llama a la renovación y reforma en la vida de la Iglesia. Esa sensibilidad de Francisco hacia las personas que viven en periferias humanas y existenciales es algo que en la Iglesia no podemos olvidar”. 

Finalmente, Benavent ha pedido seguir caminando en la línea del Concilio Vaticano II, ha dicho que “no cree” que el próximo Papa pueda volver a postulados más conservadores y ha recordado que por primera vez hay una mujer al frente de un dicasterio y al frente del Estado de la Ciudad del Vaticano. “Hay un discernimiento de cuáles son las cosas que dependen del ministerio ordenado y cuáles son las misiones del Iglesia que cualquiera bautizado puede ejercer, sea hombre o mujer. Pienso que estamos en ese discernimiento y el Papa que venta ha de asumirlo”. 

Tracking Pixel Contents