Así están los centros de salud y farmarcias medio año después de la barrancada

La asistencia sanitaria en los centros de salud y el servicio esencial de las farmacias quedaron seriamente comprometidos tras la ola devastadora de la dana del 29 de octubre pasado. Seis meses después, la Conselleria de Sanidad hace balance. Aunque desde el primer momento se trató de garantizar la asistencia sanitaria el lodo y la fuerza del agua causó importantes daños en las infraestructuras y los equipos. Los 57 centros de salud afectados están en funcionamiento. Algunos han abierto parcialmente mientras se siguen realizando las obras de reparación y renovando los equipamientos, entre ellos, los ascensores. Queda por completar la instalación de tres de ellos, que previsiblemente terminará a finales de mayo. La consellería confía en que progresivamente vuelven a retomar la actividad normal.

En los centros de salud de Catarroja y Paiporta, dos de los más afectados, han finalizado las obras y la situación vuelve a la normalidad. En el primero prosiguen las obras de la ampliación previstas antes de la dana. En Picanya están terminadas las reparaciones a falta del ascensor. Las obras de los ambulatorios de Aldaia y Alaquàs se estima que terminen en el primer semestre de 2025, informan fuentes de la conselleria que dirige Marciano Gómez, que en su día estimó en 108 millones de euros los daños ocasionados en las infraestructuras sanitarias. Para dar asistencia rápida a las zonas afectadas se activaron puntos de atención sanitaria extraordinaria en los municipios donde los centros de salud no podían hacerlo. En la reconstrucción de los centros de salud han trabajado 437 profesionales, desde ingenieros y arquitectos hasta personal de limpieza, electricistas y fontaneros.

La factura de la dana supera los 22.000 millones un mes y medio después

En materia de personal, la Conselleria de Sanidad convalidó en febrero el decreto ley del Consell decreto ley del Consell del personal funcionario de la administración aprobado ante la emergencia de la dana que, entre otras medidas, flexibiliza el proceso de selección de funcionarios, abre la puerta a postergar jubilaciones o a los turnos de trabajo vespertinos y permite a las conselleries asignar tareas diferentes de las habituales a sus trabajadores o incluso cambiar la localidad donde presta el servicio público. El decreto permite a los trabajadores de la sanidad pública trasladarse por un periodo de 90 días a otro centro u hospital.

Mas de 400 farmacias reabiertas y medio millar de recetas

La riada dejó 419 farmacias dañadas por el agua y el lodo en la zona cero de la dana, aunque fueron muchos los profesionales que se organizaron para sacar las farmacias a la calle sin dejar a la población desabastecida de medicamentos. La conselleria dispuso una línea de ayudas directas para financiar el gasto producido. A día de hoy solo dos boticas siguen sin reabrir. Están en Paiporta y Benetússer. En estos meses se han emitido 511.000 recetas complementarias a 152.000 pacientes para sustituir medicamentos dañados por el agua y el barro, aunque finalmente solo se dispensaron 305.959 a 90.242 pacientes.

La consellería ha aprobado contratos de emergencia por 74,3 millones de euros, de los que 21,8 se han destinado reparar infraestructuras sanitarias (con 248 actuaciones 18,2 han ido a la reparación de centros de salud y 20,5 a la adaptación de instalaciones estratégicas actualmente en uso. Además se han aprobado contratos de entre uno y cinco millones de euros para mejoras técnicas en los centros, entre ellas el rediseño de los edificios para hacer frente a emergencias, o la compra de equipos y mobiliario.

La dana obligó a implantar un sistema de contacto y seguimiento para pacientes crónicos de las zonas afectadas. Se contactó con cerca de 6.000, se detectaron 2.850 alertan y se atendió a 477 pacientes crónicos vulnerables.

La conselleria ha destinado 325.000 euros a servicios de transporte sanitario urgente y no urgente y movilizó un operativo extraordinario con 296 vehículos de emergencias para dar servicio a los afectados. Más de 2.000 pacientes de oxigenoterapia fueron atendidos en la zona cero. La conselleria estableció una consulta móvil para los pacientes con patologías respiratorias crónicas.

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De las infecciones a la salud mental

Salud pública activó un grupo de vigilancia para la detección de enfermedades infecciosas. La acumulación de lodos y la exposición continuada de la población, los voluntarios y equipos de emergencias hizo temer en algunos momentos posteriores a la dana de la aparición de infecciones y problemas respiratorios. La conselleria retiró y destruyó 6.976 toneladas de productos alimentaciones no aptos en tiendas y supermercados afectados por las inundaciones.

La tragedia vivida en las comarcas de l'Horta Sud, Utiel-Requena, la Hoya de Buñol, la Ribera y los Serranos, con más de 200 víctimas mortales, ha traído o agravado los problemas de salud mental de la población afectada. Depresión, ansiedad y estrés postraumático, con especial impacto en los niños, son los problemas emocionales que pueden provocar catástrofes como la dana. Para dar respuesta se han creado siete nuevas unidades de atención al trauma complejo en los departamentos de salud de las zonas afectadas, en las que siguen recibiendo atención 1.500 personas. Hay además 22 unidades de detección precoz en centros escolares.

En la Ribera, la atención en las unidades de salud mental se mantuvo de forma normalizada y fue complementada con cuatro equipos que se desplazaron hasta los municipios con mayores problemas de movilidad, en concreto, l'Alcúdia, Algemesí, Guadassuar y Sueca. También se reformó la asistencia en Requena y Manises.