El fuerte despliegue policial durante el apagón reduce los delitos un 30 % en la C.Valenciana

El fuerte despliegue de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, hasta 30.000 en toda España, durante las horas del apagón ha permitido reducir hasta un 30 % la criminalidad en la Comunitat Valenciana. El amplio operativo de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado provocó que la jornada transcurriera con relativa normalidad y sin incidentes destacados, rebajándose "de manera muy significativa" los posibles incidentes por la falta de suministro eléctrico.

Descenso en otras autonomías

Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana se ha pasado de registrar 85 delitos el pasado domingo 27 de abril a apenas 10 el lunes 28 de abril, en plena crisis de la electricidad afectando a todo el país, Portugal y sur de Francia. Los datos policiales indican también un descenso significativo en comunidades autónomas como Andalucía, con hasta un 32 % menos y un destacable 71 % en Madrid. En la Comunitat Valenciana se movilizaron unos 3.000 efectivos por turno.

Unidades de Seguridad Ciudadana

Como ya avanzó Levante-EMV el lunes tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil activaron a todos los agentes de las unidades de Seguridad Ciudadana, incluidas las especializadas en el mantenimiento del orden público, para garantizar la seguridad en las calles no solo de València, sino del resto de núcleos urbanos. Así lo indicaban ambos cuerpos policiales a través de sus redes sociales. La principal preocupación era la custodia de aquellos establecimientos que no pudieron cerrar mecánicamente sus puertas o cuyos sistemas de cierre se habían visto afectados tras el apagón, así como proteger las zonas donde el restablecimiento de la electricidad se alargó.

Vigilancia de zonas comerciales y polígonos industriales

Con la llegada de la noche se incrementó la vigilancia en zonas comerciales y polígonos industriales, así como de infraestructuras críticas. El objetivo era claro: evitar, por un lado, posibles robos, como los que se produjeron durante los primeros días de la dana, favorecidos por la falta de electricidad en las zonas cero, y por otro, sabotajes o actos subversivos contra instalaciones sensibles o de alto riesgo. La falta de luz en los semáforos obligó también a extremar la vigilancia para evitar accidentes de tráfico, como se dió el caso en Blasco Ibáñez a última hora de la noche del lunes.