El PP europeo no va a la dana, pero la dana va al PP europeo

Finalmente Ursula von der Leyen no acudió a la zona cero de la dana, pero la zona cero de la dana sí que se acercó hasta la boca de la presidenta de la Comisión Europea así como al resto de referentes y altos cargos del PP europeo, de primeros ministros a eurodiputados pasando por responsabilidades intermedias de todo tipo. Eso sí, fue en forma de magdalenas —presentadas ante el público internacional presente como cupcakes— y cocas de longaniza —sin explicación adicional— hechas en Picanya y de pañuelos de seda con toque solidario. 

La alianza hispano-germana de la que presumieron Dolors Montserrat y Alberto Núñez Feijóo, a excepción del fútbol donde recordó «siempre gana España», se materializó en el tándem Konrad Adenauer Stiftung, una fundación vinculada a la CDU alemana, y el horno Baixauli. Los primeros llevaron al pabellón principal del cónclave productos elaborados por los segundos, un comercio afectado por la riada del 29 de octubre y reabierto hace apenas cinco semanas. 

El 'olvido' europeo de la dana: las catástrofes que sí visitó Von der Leyen

Tuvieron éxito las magdalenas y las bollerías vista las bandejas al final de la jornada de ayer, igual que lo tuvo el pañuelo solidario «Dana» realizado por el Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia, cuyo beneficio va a la Fundación Horta Sud y que terminó anudado en el cuello de la máxima responsable política de la Unión Europea. 

El pañuelo es un diseño exclusivo realizado a partir de cuatro dibujos de espolines emblemáticos valencianos como son el Tetuán, Espigas, Reina y Valencia, donde figuran los nombres de todas las poblaciones de la Comunitat Valenciana afectadas por la dana y supone un guiño a la tradición sedera valenciana. 

Más de mil personas se concentran ante la cena del PP europeo por su "complicidad" con Mazón

Von der Leyen lo recibió de manos de la alcaldesa de València, María José Catalá, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, durante la cena del martes por la noche en el Palacio de la Exposición con las principales autoridades de los populares europeos trasladadas a València mientras el resto de acreditados del congreso tenían en el Museo de les Ciències el cóctel oficial —con manifestación como banda sonora de fondo—. 

Protestas limitadas entre mucha seguridad

El pañuelo no fue la única sorpresa que se llevó Von der Leyen en la cena de autoridades. También lo fue la presencia del jefe del Consell, al menos, por su agenda oficial ese día y por las declaraciones hechas previamente negando acudir a ninguno de los convites. Con su presencia a medio gas esquivó las protestas del primer día en Feria Valencia por parte de una asociación de víctimas de la dana y que el día siguiente no se dieron. 

Tampoco es que le hubieran podido ver. Mazón, igual que Von der Leyen y los primeros ministros invitados, entraron directamente con sus comitivas por el parking al que no dejaron pasar a Fernando López-Miras, presidente de la Región de Murcia, y el único barón que hizo el paseíllo por el control de accesos. 

Estos estuvieron pertrechados en todo momento por un gran dispositivo policial, con cerca de un millar de efectivos en toda la ciudad, desde los hoteles utilizados, del Westing al L&HGran Vía, al francotirador ubicado en el techo del edificio principal erigido como estatua simbólica de la seguridad.