El lento resurgir de la cultura tras el 29-O

La dana arrasó con infraestructuras y negocios artísticos y cortó durante semanas el trabajo de los creadores nLa Generalitat sigue pendiente de restaurar unos 3.000 libros, esculturas, retablos y textiles

Una técnico del IVCR+i trabaja en Feria Valencia para la recuperación de los archivos históricos afectados por las inundaciones de la dana. | GERMÁN CABALLERO

Una técnico del IVCR+i trabaja en Feria Valencia para la recuperación de los archivos históricos afectados por las inundaciones de la dana. | GERMÁN CABALLERO

Voro Contreras

Voro Contreras

València

La dana del 29 de octubre de 2024 también arrasó con la cultura. Librerías, bibliotecas, editoriales, auditorios, museos, archivos municipales, talleres de creación, empresas de espectáculos, estudios de pintura y de grabación, el paisaje que inspiraba cada día y en el que trabajaban cientos de creadores... También en este caso la factura del daño provocado por las inundaciones en el sector artístico y cultural valenciano es imposible de cuantificar, aunque la Conselleria de Cultura lanzó una estimación aproximada de 153,3 millones de euros.

Las ayudas por parte de la Generalitat y el Ministerio de Cultura se van aprobando y van llegando poco a los profesionales afectados, pero el rastro de la barrancada sigue presente en los espacios culturales públicos y en los negocios privados que siguen sin reabrir sus puertas.

Especialmente significativo es el caso de librerías como Somnis de Paper y Librolandia (Benetússer), Bufanúvols (Catarroja), La Moixeranga (Paiporta), Passarella (Picanya) o Samaruc (Algemesí). Algunas de ellas han podido seguir vendiendo on line, reubicarse provisionalmente en otros espacios, participar en ferias como el Salón del Cómic o la Fira del Llibre e incluso algunas esperan reabrir pronto en el mismo lugar que quedó arrasado hace seis meses.

La recuperación de la cultura valenciana pasa por la inversión pública, la resistencia privada y la unión de profesionales y artistas perjudicados para reivindicar la actuación de las Administraciones. Y también por el trabajo que se está haciendo desde el IVCR+i (Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació) desde casi el día siguiente del 29-O. Sus técnicos ya han logrado salvar más de 2.500 libros, 300 planos y cerca de 4.000 cajas de documentación, entre ellos archivos históricos de Sedaví, Aldaia, Catarroja, Picanya, Alfafar, Algemesí, Massanassa y Paiporta, entre otros municipios afectados. «Hay que tener en cuenta que la documentación es voluminosa, con unos 1.000 folios por caja aproximadamente», apunta la conselleria.

Seis meses después de la dana los trabajos continúan y sigue llegando documentación a las instalaciones de Feria Valencia. Recientemente, por ejemplo, llegó el archivo de pescadores de l’Albufera.

Además, se está trabajando también en la licitación de la restauración de unas 3.000 obras de arte entre libros, esculturas retablos y textiles. Cabe recordar que una de las infraestructuras afectadas por el desbordamiento del Túria fue el almacén de la Generalitat en Riba-roja donde se guardan decenas de piezas artísticas del Consorci de Museus o del IVAM, que resultaron perjudicadas por el agua y el barro. Medio año después, la conselleria de Cultura sigue sin detallar el alcance de estos daños.

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