La técnica que vigilaba el sensor del Poyo asegura que Emergencias no la llamó en todo el 29-O
La operaria de datos del SAIH, de la CHJ, señala en la comisión de investigación del Senado que la Delegación les llamó ocho veces para contrastar información
Luis Santamaría, portavoz del PP, dice que la confederación del Júcar ha ocultado la existencia de otro sensor en el barranco

La técnico del SAIH, en el Senado, este lunes. / Jesús Hellín/EP

Una de las técnicas responsables del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), Carmen González Galán, que depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha señalado esta mañana que durante la jornada de la dana no recibieron ni una sola llamada del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat. De hecho, nadie del organismo autonómico encargado de la coordinación de la emergencia se puso en contacto con la CHJ durante todo ese día, señalan desde la institución. No obstante, el SAIH sí que recibió esa jornada ocho llamadas de la Delegación del Gobierno, para contrastar la información que llegaba de los correos, ha apuntado la gestora de datos.
Carmen González se ha referido así en el Senado, que lleva semanas celebrando la primera comisión de investigación. Esta operadora de datos de la agencia estatal es la primera técnica que comparece (ya han pasado por allí una decena de expertos), citada por el PP, pero no se espera la comparecencia de ningún responsable autonómico, ni a nivel político ni técnico-funcionarial, según ha recordados los portavoces de otros grupos.
Durante su comparecencia, bastante tensa durante el cuestionario inicial del portavoz del PP, el valenciano Luis Santamaría, la técnico ha defendido que durante ese día estuvieron “avisando constantemente de las lluvias, que es lo que mejor avisa de la situación de los barrancos”.
Tres técnicos en la sala
La operadora de datos, con 35 años de experiencia en este sistema (formalmente lo gestiona una empresa externa contratada por la CHJ), ha explicado cómo operaron durante ese día. Esa mañana, la plantilla de la sala del SAIH comenzó al completo, con seis miembros. Ante la previsión desde el aviso rojo de Aemet de primera hora de la mañana de que tendrían que estar las 24 horas disponibles para proveer de información y habría que hacer turno de noche, una persona se marchó a media mañana, y por la tarde quedaron tres, cuando en circunstancias normales solo hay un técnico por las tardes. El presidente de la CHJ, Miguel Polo, pasó varias veces por la sala del SAIH en esa tarde, ha comentado.
Respecto al envío de los correos, el portavoz del PP ha incidido en esa ausencia de avisos sobre la súbita crecida hasta las 18.43 horas (el famoso ‘apagón informativo’ de la CHJ). La técnico ha explicado que ese día se estuvo informando constantemente sobre las intensas precipitaciones: “En ese día, hasta las 7, del Poyo se enviaron 30 correos de lluvias. Sí se recibieron, todos, pero si el personal los abrió o no, no lo sabemos”, ha deslizado. Cabe recordar que el SAIH lanzaba avisos automáticos tras la superación de determinados umbrales de lluvia, y fueron varios los que advertían de la intensidad en la cuenca del Poyo. Esos mensajes llegaban al Centro de Coordinación de Emergencias, la Delegación del Gobierno, subdelegaciones, al centro meteorológico de Barcelona y al de Madrid, al de Protección Civil de Madrid.
Además, González Galán ha situado en Emergencias de la Generalitat la responsabilidad de dirigir la emergencia: “Es el CCE el que tiene que organizarlo todo. El único que puede. El que tiene que avisar a los alcaldes. Hay veces que llaman los alcaldes y les atendemos. No podemos y no debemos llamar. La información tiene que estar centralizada en un sitio para que no se disgregue. [Emergencias] es el que cuenta con todos los medios, los alcaldes, Policía municipal, la UME, las brigadas forestales. El SAIH es un complemento para el CCE, pero recibe mucha más información”, ha incidido la operaria. La técnico ha señalado que, después de todo, ellos únicamente podían observar lo que ocurría en el único sensor del barranco.
Avisados desde las 12.20, SAIH a la expectativa
En este sentido, González ha insistido en varias ocasiones en que, dado que se había declarado una alerta hidrológica a las 12.20 horas sobre la rambla del Poyo, en el SAIH daban por hecho que el centro de la Generalitat tendría toda la operativa en marcha. "Una vez el CCE da la alerta hidrológica, ya son ellos los encargados de mandar a guardas, bomberos, policías locales, o ayuntamientos, ellos son los que conocen el terreno. Nosotros estamos en la sala con un punto de control. Son ellos, una vez se da la alerta, los que tienen que estar vigilando en el campo para avisar. Una vez se dio la alerta, a las 12.20, nosotros a demanda. Si ellos nos llamaban podíamos darles información. No se dio el caso", ha lamentado.
Sobre el retraso en enviar un nuevo correo verificado, alertando del incremento de caudal, ha explicado la operativa. Por la tarde, ha contado, los técnicos del SAIH hicieron una ronda sobre los sensores para comprobar cómo iban los caudales, "debido al incremento de lluvias" que se estaba produciendo. "Dimos un repaso y vimos un aumento súbito de caudal, tuvimos que comprobar los datos para ver si eran ciertos".
En este sentido, relata que pasan unos 20 minutos entre que el sensor detecta el aumento y les llega la información (a las 17.55 horas), y luego tiene que comprobar la fiabilidad de los datos, transformar la información que llega a caudal, y finalmente darlo por válido. Es en ese momento cuando se envía el correo advirtiendo del incremento a 1.686 metros cúbicos por segundo en el sensor de Riba-roja, una hora después. Esa crecida fue súbita, advirtió la CHJ. La experta ha señalado en 2000 hubo otra avenida en el Poyo, pero con 500 metros cúbicos por segundo. Cabe recordar, en todo caso, que los barrancos de l’Horteta y Gallego, afluentes del Poyo y que conectan aguas abajo de ese medidor, multiplicaron el caudal y la virulencia de la barrancada.
Un sensor "oculto"
Al margen de esto, el portavoz del PP ha señalado que la CHJ “ha ocultado” la existencia de un medidor. “Nos ha estado escamoteando sus datos”, ha señalado sobre un sensor situado en la entrada de Paiporta, ha dicho. Preguntados a este respecto, desde la CHJ señalan que “el SAIH dispone de un medidor de altura situado en el desagüe de la cuenca del Barranco del Poyo en Catarroja llamado M.C. Poyo-Massanasa. Este punto únicamente registra el dato de nivel de altura, y se utiliza para medir el vertido de la acequia de Favara al Barranco del Poyo, con el objeto de verificar las aportaciones a l'Albufera desde el Barranco del Poyo. Este punto, por su ubicación al final de la cuenca, aguas abajo de las poblaciones que pudieran estar afectadas, y por sus características, no se puede utilizar para el seguimiento hidrológico en episodios de avenidas”.
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