La CHJ admite la imposibilidad de alcanzar en 2027 los objetivos ambientales que exige Europa

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que ha presentado en una jornada informativa los documentos Iniciales del cuarto ciclo de planificación del Plan Hidrológico del Júcar (PHJ) para el sexenio 2028-2033, ha admitido la imposibilidad de alcanzar en 2027 el buen estado de todas las masas de agua de la demarcación como exige la Directiva Marco del Agua europea.

La alarma la ha lanzado la jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHJ, Arancha Fidalgo, quien ha detallado que el 60 % de las masas de agua superficiales de la demarcación "se encuentra en mal estado", 235 de un total de 390. Una cuarta parte de ellas está afectada por contaminación química, mientras que tres de cada diez presentan alteraciones de sus hábitats por cambios hidrológicos y casi la mitad padecen alteraciones de sus hábitats por cambios morfológicos debido a la modificación de sus cauces en el caso de los ríos o de los márgenes de los lagos y de los espacios de transición entre las aguas costeras y continentales.

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En el caso de las masas de agua subterráneas, según Fidalgo "cuatro de cada diez están en mal estado", situación que afecta a 41 de un total de 106 masas. En este caso los impactos principales son el descenso del nivel piezométrico de los acuíferos debido a su sobreexplotación, que afecta a tres de cada 10 masas subterráneas de agua, y la contaminación por nitratos, problema que sufren una quinta parte de los acuíferos.

La amenaza de los nitratos

En este sentido, el presidente de la CHJ, Miguel Polo, ha reconocido respecto a la contaminación por nutrientes de las masas de agua que éstas "presentan concentraciones importantes de nitratos que no somos capaces de resolver". "Cada vez hay más municipios que se suman a las listas de los que no pueden beber de las aguas subterráneas", ha alertado. Para Polo los retos a afrontar en el sexenio 2028-2033, "además de la reducción de la contaminación de las masas de agua son también el freno a su sobreexplotación así como la mejora de la respuesta a los extremos hidrológicos que suponen tanto las sequías como las inundaciones".

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Fidalgo ha señalado que durante este tercer ciclo de planificación del PHJ, que va desde 2022 a 2027, "no hay una clara mejoría en el estado de las masas de agua de la demarcación". En este sentido, estima que siete de cada diez de las masas superficiales y ocho de cada diez de las subterráneas "están en riesgo de no alcanzar los objetivos previstos por la Directiva Europea Marco del Agua para 2027".

Por todo ello, Fidalgo ha sostenido que "difícilmente en el año 2027 se van a cumplir los objetivos ambientales fijados por Europa". Según la responsable de Planificación de la CHJ la imposibilidad de cumplir con la directiva marco no es un problema exclusivo de la cuenca del Júcar "sino algo que ocurre en todas las demarcaciones hidrográficas de España y en muchos países de Europa, por lo que ya se está abordando con la UE".

El impacto del cambio climático

A esto se añade que ya se están notando los efectos del cambio climático, lo que según Fidalgo traduce en "una reducción de los recursos en la demarcación, que ya presenta un frágil equilibrio entre recursos y demandas". En este sentido, según la jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica, las precipitaciones han descendido en los últimos 40 años un 5 %, al bajar de un promedio de 512 litros por metro cuadrado a 492, lo que ha mermado un 7 % las aportaciones totales de la red fluvial que han descendido de una media de 3.462 hectómetros cúbicos anuales a 3.228.