Camps pone en tensión al PP con un acto para medirse como alternativa a Mazón

Todo comenzó (o volvió a comenzar) hace 10 meses, en julio de 2024. Habían pasado unas pocas semanas de la absolución de Francisco Camps de su última causa pendiente con la justicia y unos cuantos viejos amigos del expresident se reunieron en torno a él en el Veles e Vents para celebrar su exoneración. No hubo carga política en ese acto, pero sí que dio muestra de la sólida base de fieles que ya entonces permanecían a su lado tras años en los márgenes de la formación. Y fue el germen de toda una gira de encuentros a lo largo y ancho del territorio valenciano en los que Camps ha ido tejiendo una red de apoyos que hoy enfrenta su prueba de fuego.

La cita es de nuevo en el conocido edificio de la Marina de València, todo un símbolo de la era del expresident. Homenajear esa época, la última de mayorías absolutas, es precisamente el pretexto bajo el que Camps vuelve a convocar a su parroquia. Pero el trasfondo es otro. El movimiento supone un desafío al poder orgánico de Carlos Mazón, a quien toda esta operación de retorno del ‘campsismo’ coge en su peor momento político, asediado por la gestión de la dana y con el apoyo de Génova cogido con pinzas.

Y es que, aunque Camps esconde sus cartas, en su entorno admiten que si la convocatoria cumple las previsiones de afluencia —se esperan más de un millar de asistentes en el Veles e Vents, una cifra nada desdeñable—, el expresident anunciará en este acto su candidatura para presidir el PPCV.

Una jugada un tanto arriesgada, pues la plantea sin aliados en Génova. Además, la dirección nacional no muestra por ahora intención de activar el cónclave ante la complicada situación de Mazón. Pero que en todo caso servirá para acercarle a esa primera línea de la política a la que nunca ha escondido su intención de regresar y para erigirse como una alternativa interna, ya sea a Mazón —a quien Génova no confirma ni mucho menos como su apuesta para 2027— o a cualquier otro aspirante.

Por el momento, la jugada del expresident ha captado la atención de la dirección autonómica y estatal, que aunque se mantienen al margen, vigilan de reojo la capacidad de convocatoria que pueda conservar Camps. Lo que hace diez meses se miraba con cierta condescendencia, hoy empieza a inquietar por la capacidad de desestabilizar un partido alicaído.

Con todo, no se espera la asistencia de dirigentes con cargos en el PP actual. Sí de históricos de los tiempos de Camps, como la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo; el expresidente de la Diputación de Castellón, Vicente Aparisi; o Emilio Llopis, mano derecha de Alfonso Rus. Los jóvenes de nuevas generaciones también podrían estar representados.

Además, se espera que Camps perfile su proyecto político con propuestas concretas. Ayer ya apuntó en esa línea al apostar por un proyecto aglutinador de la derecha, con un claro recado a los pactos recientes de Mazón con Vox.