La cruz de León XIV con una reliquia del arzobispo de Valencia Tomás de Villanueva

El nuevo Papa lució una cruz pectoral el día de su elección que también contenía reliquias de San Agustín, Santa Mónica y un obispo de Teruel

El Papa León XIV saluda desde el balcón de la basílica de San Pedro tras ser elegido pontífice.

El Papa León XIV saluda desde el balcón de la basílica de San Pedro tras ser elegido pontífice. / AP

J. Vives

València

La cruz pectoral que lució el nuevo Papa León XIV, el pasado jueves 8 de mayo, día de su elección, cuando se presentó al mundo desde la Logia Central de la Basílica de San Pedro, contiene una reliquia de San Agustín, consistente en unos fragmentos de huesos del obispo de Hipona, y de su madre, santa Mónica.Además, según informa Vatican News, la cruz contiene otras tres reliquias, de Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia que vivió entre los siglos XV y XVI, y que fue un reformador de la vida religiosa; del beato Anselmo Polanco, obispo de Teruel, mártir de la persecución religiosa en España (1936-1939), y del venerable Giuseppe Bartolomeo Menochio, sacristán papal desde 1800, que sirvió a la Iglesia durante la tormenta napoleónica.

Tomás de Villanueva (Ciudad Real 1486-Valencia 1555) fue arzobispo de Valencia de 1544 a 1555 y fundó el 21 de noviembre de 1550 el Colegio Mayor de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María en el Templo. Sus restos se conservan en la Catedral de Valencia en una capilla que alberga la urna relicario. Fue canonizado por el papa Alejandro VII el 1 de noviembre de 1688. Conocido como el 'arzobispo de los pobres', la mejor predicación de Tomás de Villanueva “fue su propia vida que gasta en la oración, en la proclamación de la palabra y en su labor de pastor al servicio de los pobres”, según palabras del cardenal Cañizares el pasado año con motivo del 400 aniversario de la beatificación del santo por Pablo V.

Según el cardenal, quien realizó su tesis doctoral sobre el santo valenciano, “socorrió con inagotable caridad a toda clase de menesterosos, recogió y sostuvo a centenares de huérfanos abandonados y protegió el patrimonio diocesano, que él consideró siempre de los pobres”. En septiembre de 1555 “moría pobre el que fue padre de los pobres, en un lecho que no era suyo y lo tenía prestado y debía devolver”.

El postulador general de la Orden Agustiniana, Josef Sciberras, ha explicado que la cruz pectoral que portó León XIV fue un regalo que la Curia General quiso hacer a su hermano Robert Prevost el día de su creación como cardenal, el 30 de septiembre de 2023, y evocan figuras de santidad en la familia agustiniana que encarnan la fidelidad, la reforma, el servicio y el martirio.

"La víspera del Cónclave, el martes pasado, le envié un mensaje recomendándole que llevara la cruz que le habíamos regalado, para tener la protección de los santos Agustín y Mónica", ha asegurado el padre Sciberras a los medios vaticanos. Cuando vio que salía al balcón central de la basílica de San Pedro con ella, asegura que se alegró mucho.

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