Inundaciones y cambio climático

Barranco del Poyo a su paso por Paiporta, en una imagen captada el día 2 de mayo. Es un claro ejemplo de ocupación indebida de espacios de riesgo. / Miguel Ángel Montesinos
Jorge Olcina
El CSIC ha organizado un seminario sobre el papel de las geociencias en la investigación de los extremos atmosféricos. Una organización impecable. Un ambiente de trabajo de los que pocas veces se puede alcanzar en un congreso. El evento de la Dana de Valencia está en el origen de esta celebración, como de otras tantas que se están desarrollando en los últimos meses en nuestro país. El encuentro es de alto nivel científico, de los que uno asiste para aprender, porque se presentan trabajos novedosos de investigación sobre esta cuestión. Surge en varios debates la pregunta de si la Dana de Valencia es un episodio directamente relacionado con el proceso actual de cambio climático. Y las opiniones son, por lo común, prudentes. La enseñanza de la historia aporta datos fundamentales. En la historia reciente, final de la edad moderna y edad contemporánea, la Dana de octubre de 2024 es uno de los eventos más catastróficos registrados, por sus efectos territoriales, económicos y por las víctimas ocasionadas. Reúne las condiciones para poder ser declarado evento extraordinario. Pero hay antecedentes de eventos similares en la historia hidrológica. De ahí que la relación directa con el cambio climático debe matizarse.
En mi opinión, hay una cuestión que no debe olvidarse. Cada época histórica ha tenido su circunstancia climática, sus variaciones y fluctuaciones, originadas por causas exclusivamente naturales. Desde mediados del siglo XIX se une un factor nuevo que condiciona el funcionamiento del balance energético planetario y está alterando la propia dinámica atmosférica. Y en el litoral mediterráneo este último proceso muestra ya dos evidencias: un número mayor de procesos de reajuste energético (circulaciones atmosféricas meridianas más frecuentes) y una movilización mayor de energía en los procesos atmosféricos debido a la acumulación continuada de calor en el mar Mediterráneo. A partir de ahí se pueden proponer porcentajes de participación del cambio climático en los actuales eventos extremos. Para la Dana de Valencia se indica en este seminario que el cambio climático puede estar en el 12% de sus efectos. La actuación humana indebida sobre el territorio supondría incluso un porcentaje mayor.
Sea como fuere podemos concluir que los eventos extraordinarios de la historia reciente responden cada uno de ellos a un escenario climático distinto, a un clima cambiante. Los actuales, como la Dana de Valencia, se producen en un contexto climático que está cambiando por la influencia del ser humano. Y se está notando un incremento en la frecuencia de obtención de datos de récord de lluvia intensa. El cambio climático no genera desastres. Favorece que se produzcan situaciones atmosféricas que pueden desembocar en desastres, como ha ocurrido en todo momento histórico. Aunque ahora este cambio tiene un factor incentivado claro que son las emisiones de gases que alteran el balance energético planetario. Luego está la intervención humana en el territorio para agravar los efectos de lluvias torrenciales y la falta de aviso y preparación de la población para afrontar estas situaciones adversas. Negar lo primero (cambio climático) y lo segundo (ocupación indebida de espacios de riesgo) es ir en contra de la ciencia. Y eso suele tener consecuencias catastróficas.
- Koldo tras cobrar 2.600 euros al mes de un empresario: 'Mamón, el ingreso mensual se terminó
- Estos son los institutos valencianos con mejor nota en las PAU de 2025
- Bajón en las notas de la PAU al suprimirse las facilidades de la pandemia
- Un miembro del Consell se 'casa' consigo mismo
- La expulsión de los moriscos destruyó un puente genético de mil años entre Valencia y el Magreb
- Consulta aquí las notas de la PAU 2025
- La empresa valenciana favorecida por Ábalos logró 94 millones en contratos con otras mercantiles
- Los nuevos requisitos de la beca MEC deja sin terapia a niños con TDAH