Bernabé le regala un buen día a Sánchez

Son 550 metros, ocho minutos a pie, tres minutos si cogen una bicicleta, según Google Maps. Esa es la distancia que separa la plaza del Temple, donde se ubica la sede de la Delegación del Gobierno, y el Palau de la Generalitat. Un paseo, como quien dice. Lo justo para que no dé pereza quedar a tomar un café con un viejo amigo, a mitad camino, en un receso del trabajo.

A esa distancia estaban ayer Sánchez y Mazón, Mazón y Sánchez. Cada uno por su lado. Uno, el jefe del Consell, tratando de armar un nuevo frente cívico, con los empresarios, para presionar al Gobierno por la infrafinanciación que sufren las arcas autonómicas. Otro, el jefe del Ejecutivo, reuniéndose por primera vez con las entidades de afectados, algo que aún no ha hecho, ni parece que vaya a hacer, Carlos Mazón; algo, también, que subraya la anomalía de la desconexión institucional entre la administración de referencia de los valencianos y los más sacudidos por la mayor tragedia natural que se recuerda.

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Así están las cosas. Así avanza, a trompicones, una reconstrucción material y emocional que, en realidad, son dos: la que impulsa la administración central por una parte y la que pilota la Generalitat, por otra, sin ninguna coordinación entre sí.

OpiniónAlfons Garcia

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Carlos Mazón, pese a su ausencia, sobrevoló toda la mañana el Palau del Temple: «Esta reunión nos da un reconocimiento como víctimas que aún no tenemos del Consell de la Generalitat. Seguimos vetados de la comisión de investigación de las Corts», dijo a los medios la portavoz de la Associació de Víctimes de la Dana 29 d’Octubre de 2024, Mariló Gradolí. Mazón y la gestión de la dana del Consell salieron a la palestra en las tres horas de charla. Sánchez no quiso hablar de Mazón delante de las víctimas. «Ha sido elegante», dice uno de los presentes.

Trabajo discreto

Desde los primeros días de la dana, cuando Sánchez visitó el Centro de l’Eliana, la interlocución ha sido prácticamente nula. También ha sido prácticamente nula la presencia del presidente del Ejecutivo. Desde el 29-O, han sido cinco las ocasiones en que ha estado en Valencia, incluido un acto de partido. Cuatro visitas ligadas a la dana: el jueves posterior a la dana, en el Cecopi; el día de Paiporta, 3 de noviembre; un acto con alcaldes en enero en la propia Delegación, y el encuentro de ayer.

De este, sin duda, se va con buen sabor de boca, con el reconocimiento de las víctimas. También fue un buen día para la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. Su trabajo discreto de meses, de contacto cercano con las víctimas, de visitas privadas a la casa de muchos, de interlocución con las entidades recogiendo peticiones y tratándolas con la Moncloa, dio frutos: le proporcionó un buen día a su jefe.

Sánchez apareció preparado y con respuestas. Ayer, además, lo paseó por la zona cero (en un polígono, sí; sin convocatoria pública, también), pero recibió sonrisas y no barro, en una empresa de Riba-roja. Las víctimas también reconocieron a la delegada en público sus atenciones de estos meses.

"El compromiso se demuestra con hechos. Hoy el presidente Sánchez se ha reunido con las familias de las víctimas de la DANA. Ha escuchado sus voces y ha reforzado un diálogo que empezamos desde el primer momento. Gobernar es estar, acompañar y reparar", escribió en redes sociales la delegada del Gobierno. Así llega a su coronación como candidata a la alcaldía, este sábado.

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