La 'barrancada' del Poyo alcanzó un caudal de 3.500 m3/s y la velocidad del agua superó los 50 km por hora

La Jornada sobre la recuperación tras la dana organizada por el Gobierno de España que acoge hoy la Universitat Politècnica de València (UPV) está arrojando datos sobre la extraordinaria magnitud que alcanzó la 'barrancada' del Poyo del pasado 29 de octubre. Según los resultados preliminares del análisis del evento que está realizando el Centro de Estudios Hidrográficos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), un organismo autónomo gubernamental, el pico de la crecida del Poyo llegó a alcanzar un caudal máximo de 3.500 m³/s a las 19.35 horas aquel fatídico día en el punto del aforo de Riba-roja. Es una estimación, pues 40 minutos antes la fuerza de la avenida ya había arrasado el caudalímetro cuando medía más de 2.200 m³/s. Prueba del poder destructor de la crecida es que el Cedex ha calculado que en el barranco de Chiva al paso por esta ciudad que sufrió graves daños el flujo del agua alcanzó velocidades de 14 metros por segundo, más de 50 km/h.

El director de Estudios de Agua y Medio Ambiente del Cedex, Antonio Jiménez, ha detallado que sobre la cuenca del Poyo, con una superficie 440 km², las precipitaciones del 29 de octubre que dejaron los dos sistemas tormentosos de aquel día, uno a primera hora de la mañana hasta aproximadamente las 11 horas, y otro por la tarde, descargaron 170 hm³ de agua, cien de ellos en la parte alta al norte del aforo de Riba-roja, mientras que en la cuenca de los barrancos de Pozalet-Saleta, con una superficie de 40 km², llovieron 10 hm³.

Según Jiménez poco más de una cuarta parte de ese diluvio se infiltró en el terreno, principalmente en la primera tormenta, pues casi toda la lluvia de la tarde "generó escorrentía al estar el suelo saturado, con lo que la intensidad tan grande de precipitación que hubo dio lugar a un crecimiento abrupto del caudal".

Caudales asombrosos

Esos 3.500 m³/s del Poyo en Riba-roja multiplican por 10 el caudal medio del Ebro en Amposta (333 m³/s) y superan al del Nilo (2.830 m³/s). El experto del Cedex ha señalado también que en el barranco del Gayo en Chiva el pico de caudal fue de 1.100 m³/s, en el del Gallego estiman 1.600 m³/s a las 19.30 horas, mientras que en el de la Horteta calculan que fue de 1.500 m³/s en solo dos tercios de la cuenca, "con lo que a su llegada a Torrent sobre las 15.50 horas sería algo mayor". Este análisis confirma los trabajos de geógrafos de la Universitat de València de que la crecida de l'Horteta precedió a la del Poyo. En el caso del barranco del Pozalet el pico de caudal fue de 400 m³/s a las 19.45 horas

El director de Programas del Centro de Estudios Hidrográficos del Cedex, David López, ha apuntado que otro factor que agravó la riada del Poyo fue la enorme carga de sedimentos que arrastro "hasta 300 gramos por litro, un 11,3 % del volumen, lo que es algo nunca visto". Por tanto, puntualiza, "el pico del caudal fue de 3.500 m³/s de agua y del orden de 450 m³/s de sedimentos".

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"Arrastró más de 20 hm³ de sedimentos"

López estima que la riada "arrastró un volumen de sedimentos de entre 20 y 25 hm³, de los cuales se quedaron atrapados en garajes y sótanos 4 hm³, otros 9 hm³ fueron depositados sobre el llano de inundación". A esto cabría añadir que "según un trabajo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de las zonas urbanas se han retirado 5 hm³ y que en l'Albufera se estima que se han depositado otros 0,7 hm³".

La simulación que ha hecho el Cedex de la evolución de la riada en la cuenca del Poyo y sus afluentes así como en la del Pozalet-Saleta destaca que a las 17 horas, momento en el que se constituyó el Cecopi, "es cuando empieza a llegar el agua a los cauces y que el primero que se desborda es el Poyo porque su cauce se difumina al llegar al Pla de Quart", explica López.

El flujo de agua que llega del barranco de la Horteta, prosigue el experto del Cedex, "a las 17.30 horas ya empieza a ocupar el cauce del Poyo y llega a Picanya en torno a las 17.45 horas y sigue avanzando". Es en ese momento en el que "de repente entra un caudal punta de 1.500 m³/s, que cuando llega a la zona baja del cauce, que solo tiene capacidad para 700 m³/s, empieza a desbordar".

Simulación de la crecida

En torno a las 18.30 horas, cuando ya están llegando a caudales laminados del Poyo, "el barranco se empieza desbordar en Picanya y sobre las 19 horas es cuando se rompe la primera pasarela, registrándose en ese tramo la ruptura en cascada de hasta siete puentes". A partir de este momento, señala, "es cuando el caudal empieza a desbordar del cauce y a ocupar todo el cono aluvial del Poyo, buscando, por una parte, el antiguo cauce del Túria y, por otra, l'Albufera, pero la autovía V-30 se convierte en una barrera infranqueable que evita que los caudales puedan ser desaguados por el nuevo cauce del Plan Sur".

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Mientras tanto el Poyo sigue laminándose en el Pla de Quart y el barranco de la Saleta también, "hasta que desborda su capacidad y en torno a las 21 horas ya podemos ver en la zona norte de Aldaia un flujo concentrado con caudales de unos 900 m³/s". Dicho caudal, según López, es el resultado de un flujo de 400 m³/s que procede de Saleta y otros 600 m³/s derivados en Riba-roja, porque a través de la A 3 existe una permeabilidad de flujos entre el Poyo y Saleta que hacen alcanzar los 900 m³/s".

"Sobre las 22 horas por el cauce urbano de Aldaia ya circulan unos 240 m³/s y hay otros 200 m³/s que se van por Manises hacia Quart de Poblet y el nuevo cauce del Turia, y por encima de la V-30 al oeste de Aldaia pasa otro caudal de 400 m³/s que provoca la inundación de todo el casco urbano de este municipio y también de Alaquàs", explica López.

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Paralelamente, al sur de la zona afectada por la riada según López "se van produciendo sobreelevaciones de los niveles de agua en Benetússer y Alfafar por la retención del agua provocada por la vía del ferrocarril, que a esa hora ya se había roto en algunos tramos, y otra segunda barrera que nos encontramos: la autovía V-31 y sus famosas barreras New Jersey de hormigón de la mediana que elevaron unos 80 cm el nivel sobre el agua que ya estaba viniendo". "Toda esta agua tiene que atravesar la V-31 por los escasos pasos inferiores que hay y por el barranco del Poyo, lo que derivó en una obstrucción que generó niveles de agua por encima de tres metros de altura", destaca.

A las 12 de la noche "ya ha llegado la inundación a Xirivella y sobre la una de la madrugada toda el agua de Saleta busca el nuevo cauce del Túria, pero la V-30 actúa de barrera e impide ese drenaje, obligando a todo el caudal a volver hacia el Poyo", concluye.

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