La Sindicatura de Comptes pide a los partidos el desbloqueo para la renovación de sus miembros

Respeto a la institucionalidad. Es el mensaje que ha dejado este viernes la Sindicatura de Comptes, que celebra en el CaixaForum de València sus 40 años de existencia como pilar esencial de la arquitectura institucional valenciana, en concreto, como organismo de fiscalización y control externo de la Generalitat Valenciana.

El mensaje lo ha concretado Antonio Mira-Perceval, expresidente de la Diputación de Alicante y miembro más veterano de la sindicatura. “Animo a los grupos a que se sienten a hablar para renovar a los síndics”, ha dicho durante su intervención, en la inauguración de una jornada donde, además de conmemorar la efeméride, se han reunido representantes de organismos de control de toda España, la presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano, o representantes de instituciones estatutarias, para debatir sobre los retos de futuro de la auditoría pública.

Mira-Perceval se ha referido así al bloqueo que, desde hace años, afecta a esta institución y a otras, con el mandato caducado y pendientes de renovación. Desde 2022, está en funciones. No se han cubierto ni puestos vacantes por fallecimiento.

El síndic ha reclamado a los partidos, también, que cuando negocien no mezclen estas conversaciones sobre la Sindicatura “con otras instituciones”, porque queda la impresión “de que se busca un intercambio de cromos”, y eso daña el prestigio de las instituciones. También ha pedido “mecanismos que en el futuro impidan el bloqueo actual”.

Una historia de más de seis siglos

Este es el mensaje más importante que, desde el punto de vista político, deja esta jornada de conmemoración. A él han actudida la consellera de Hacienda, Ruth Merino, y la de Justicia, Nuria Martínez. También han participado representantes de otras instituciones, como el síndic de Greuges Ángel Luna, exsíndics de Comptes como Rafael Vicente Queralt, o diputados como el síndic adjunto socialista en las Corts, Toni Gaspar.

El síndic major de la institución, Vicent Cucarella, ha puesto en valor la trascendencia de una figura que hunde sus raíces hace más de 600 años (1419). El ‘Mestre racional’ era la figura que en la antigua Corona de Aragón llevaba las cuentas del rey, hasta 1707, cuando desapareció con los decretos de nueva planta, y hasta que se recuperó con el Estatut d’Autonomia y la ley de creación en 1985.

Esta institución recogió esa labor de auditar cuentas. Ya no es un órgano unipersonal sino colegiado, con tres síndics y un secretario general. “Ha ido progresando, innnovando, tratando de estar al día tanto en herramientas de trabajo como en tipos de auditorias a hacer. Somos los primeros en empezar a hacer auditorias operativas, de ciberseguridad, que no son habituales”, apunta Cucarella. Hoy, además de economistas y abogados, la sindicatura cuenta con con informáticos y una unidad específica dedicada a la auditoría de sistemas de información.

Alfredo Castelló, vicepresidente primero de la Mesa de las Corts (la presidenta Llanos Massó delegó en él), habló en nombre del legislativo y puso en valor la trayectoria de la sindicatura. “Mas de 800 años de institución debería hacernos reflexionar sobre cómo hacemos política, cómo ejercemos la representación de ciudadanos. Hay días que tengo dudas”, dijo en tono autocrítico. Castelló reivindicó la “solidez, seriedad y la utilidad de las instituciones que colaboran”, ya que se “retroalimentan” y contagian “confianza” en la sociedad”.

Castelló también puso en valor el papel esencial de la Sindicatura de Comptes, hace unos años, cuando logró reunir a todos los partidos valencianos en un pacto por la financiación, lo que da cuenta de su prestigio.

Los riesgos del autogobierno

Sobre este asunto se refiere también Francisco Pérez, director del IVIE, que ha participado en la jornada. Preguntado por Levante-EMV sobre los retos del autogobierno, apunta a la infrafinanciación, que condiciona su capacidad, “porque limita sus recursos y por consiguiente limita su capacidad de dar respuesta a los problemas, por ejemplo durante la dana”. Junto a la falta de recursos, el clima político: “Este estado de permanente confrontación entre las fuerzas políticas limita el autogobierno. Autogobierno es poner en manos de los valencianos las decisiones importantes y en alguna de ellas sería más razonable que respondieran a acuerdos, que no sistemáticamente a la confrontación. Es un aire que nos llega de fuera, pero que se ha instalado aquí incluso en una situación tan difícil como la dana”, lamenta. 

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