La Comunitat Valenciana solo tiene un tercio de los logopedas que necesita

El colegio profesional advierte de la escasez de logopedas en el servicio sanitario, educativo y asistencial con 36 plazas

Laura Montalvá, vocal y María Jesús Lluc, decana del Colegio Oficial.

Laura Montalvá, vocal y María Jesús Lluc, decana del Colegio Oficial. / Levante-EMV

Mónica Ros

Mónica Ros

València

¿Qué hace un logopeda? Esa es la pregunta del millón en una sociedad donde aún son muchos los que piensan que estos profesionales son "los que arreglan la R". Nada más lejos de la realidad. Sus funciones son múltiples y su presencia, esencial en los departamentos de Sanidad, Educación y Servicios Sociales.

Por ello y para reivindicar su figura profesional, el Colegio Oficial de Logopedas de la Comunitat Valenciana hace balance de la situación actual y explica por qué su trabajo es clave y por qué es preciso aumentar el número de profesionales en un sistema sanitario que solo cuenta con 36 plazas, en un ámbito educativo donde tienen el servicio externalizado (con familias obligadas a pagar terapias privadas) y en unos servicios sociales donde la presencia de logopedas en residencias o centros de día supone un antes y un después para los usuarios.

Actualmente, la ratio de logopedas en la sanidad pública de la Comunitat Valenciana es de 1 logopeda por cada 151.000 habitantes. Así, de las 36 plazas reconocidas en el sistema de salud público de la Comunitat Valenciana un 5% está en la provincia de Castelló, un 70% en la de Valencia y un 25% en la de Alicante. Además, 31 de ellos trabajan en centros hospitalarios dependientes de la Consellería de Sanitat y 5 en Centros de Atención Temprana (CAT) de gestión pública. "Para asegurar una cobertura equitativa en todos los departamentos de salud, al igual que sucede en otras profesiones sanitarias reconocidas, se debería establecer una ratio de 1 logopeda por cada 60.000 habitantes", comentan María Jesús Lluch, decana del Colegio Oficial de Logopedas y Laura Montalvá, vocal de la institución. Es decir, los profesionales exigen triplicar su figura en el sistema sanitario público.

En sanidad

La institución defiende que la figura del logopeda debe estar presente en consultas externas, hospitales de media y larga estancia, plantas de hospitalización de agudos, así como en el ámbito crónico, con el fin de poder ofrecer y dar la mayor calidad de tratamiento y recuperación a los pacientes en periodos agudos y subagudos de la enfermedad. Asimismo, piden la incorporación de la logopedia en la Atención Primaria como parte de la cartera básica del Sistema Nacional de Salud, facilitando el acceso temprano y la prevención, evitando cronificaciones o derivaciones innecesarias.

Y es que estos profesionales tratan personas con trastornos de la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz y la audición y la deglución. Concretamente en la Comunitat Valenciana, alrededor de 250.000 personas sufren disfagia y se estima que el 90% no están diagnosticadas. Este trastorno, que dificulta la deglución de los alimentos, afecta a personas de cualquier edad pero es más frecuente a partir de los 65 años. A partir de esa edad, la sufren ente el 16 y el 30% de la población, lo que supone que alrededor de 170.000 y 325.000 valencianos no ingieren los nutrientes necesarios para vivir, explican desde el colegio oficial.

En educación

El Colegio también aboga por la inclusión de logopedas en el sistema educativo como profesionales sanitarios complementarios a los maestros de Audición y Lenguaje (AL), especialmente en los equipos de orientación psicopedagógica.

En el caso de los trastornos de la comunicación y del habla, y según datos de la Asociación Española de Pediatría, se estima que aproximadamente un 7% de la población infantil presenta un trastorno en el desarrollo del lenguaje, lo que puede impactar significativamente en su desarrollo intelectual, académico y social. "Es importante destacar que la detección temprana y la intervención adecuada con profesionales capacitados son fundamentales para mejorar el pronóstico de estos trastornos y minimizar sus efectos en el desarrollo de los niños", añade Lluch.

Además, destacan la necesidad de aumentar su presencia en universidades, para que la formación se ajuste a la realidad clínica, y de reforzar su papel en residencias, centros de día y servicios sociales, donde su intervención tiene un impacto notable en la calidad de vida de las personas.

En justicia

En su labor de transformación social, el colegio oficial ha conseguido situar al logopeda como un profesional en el ámbito judicial, tanto en su función de perito forense como en el de facilitador de la comunicación para garantizar los derechos de personas con dificultades en el lenguaje y la comprensión.

Además, desde el Colegio se está promoviendo el reconocimiento del logopeda como profesional clave en la accesibilidad comunicativa en procesos judiciales permitiendo la adaptación del lenguaje jurídico y la mediación comunicativa en declaraciones judiciales, sobre todo en menores y personas.

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