Jaume I Investigación Básica 2025

José Luis Mascareñas: "Con un catalizador metálico podríamos controlar la actividad de un fármaco en el tiempo y en el espacio"

"Los químicos sintéticos somos artistas moleculares, o sea, creamos moléculas funcionales o que al menos sean estéticamente bonitas, que también es interesante"

El catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), José Luis Mascareñas, es el premio Jaume I de Investigación Básica 2025.

El catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), José Luis Mascareñas, es el premio Jaume I de Investigación Básica 2025. / Europa Press

Rafel Montaner

Rafel Montaner

València

El premio Jaume I 2025 en Investigación Básica es el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela (USC)José Luis Mascareñas Cid, de quien el jurado destaca sus "trabajos pioneros en química organometálica, especialmente por introducir reacciones catalizadas por metales en células vivas", un avance en ciencia fundamental con aplicaciones en el diseño de profármacos, sustancias que sólo pueden causar efecto tras ser descompuestas por enzimas del sistema digestivo u otras reacciones químicas del organismo.

Este químico nacido en el municipio orensano de Allariz en 1961 es el director del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS) de Santiago de Compostela y ha sido investigador postdoctoral o profesor visitante en algunas de las mejores universidades del mundo como Harvard, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston, Stanford y Cambridge.

"Sorprendido y agradecido"

En declaraciones a Levante-EMV dice estar "sorprendido y agradecido" por ganar el Jaume I. "Es un reconocimiento increíble porque considero que es probablemente el premio más prestigioso que hay en investigación en España para investigadores españoles y estoy particularmente satisfecho de que sea en el campo de las ciencias básicas, de las que yo soy un firme defensor".

Es un referente en el ámbito internacional en química organometálica, que se basa en utilizar metales de transición como el rutenio para catalizar o aumentar la velocidad de las reacciones químicas. Algo que su grupo de trabajo ha conseguido hacerlo "en ambientes vivos, incluso dentro de células vivas y sin alterar el comportamiento celular". Es decir, añade, "hemos demostrado que somos capaces de compatibilizar una reacción química completamente artificial, que no existe en la naturaleza, catalizada por metales dentro de sistemas vivos y, por lo tanto, implementar o complementar el metabolismo de la naturaleza".

Mascareñas junto a otra investigadora en el Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS) de Santiago de Compostela.

Mascareñas junto a otra investigadora en el Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS) de Santiago de Compostela. / CIQUS-USC

Catalizadores para nuevos profármacos

"Si nosotros somos capaces de descubrir e implementar reacciones químicas artificiales que funcionan en sistemas vivos podríamos, por ejemplo, generar fármacos en sistemas vivos a voluntad en el momento y en el lugar que queremos", detalla. Se trataría, prosigue, de introducir una serie de profármacos en el cuerpo humano, que "se convertirían en fármacos activos solamente en los lugares en los que hay un catalizador metálico y de esta forma podríamos controlar en el tiempo y en el espacio la actividad del fármaco".

Mascareñas suele afirmar que los químicos sintéticos también son artistas: "de la misma forma que un músico utiliza las notas para componer sus obras musicales, que un pintor usa los colores de forma mágica para hacer cuadros, nosotros empleamos átomos para diseñar nuevas moléculas de nuestra invención. No estamos limitados por nada, simplemente por nuestra imaginación. Entonces, en ese aspecto somos artistas moleculares, o sea, creamos moléculas funcionales o que al menos sean estéticamente bonitas, que también es interesante". "La vida es vida porque hay moléculas y estas hacen sus funciones, interaccionan entre ellas, etcétera... Ahí está el poder de la química, el poder de crear moléculas y, por lo tanto, alterar, modificar o incluso crear nuevos aspectos en la naturaleza y en la vida", concluye.

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