Compromís se encomienda a un pacto interno sobre Sumar para evitar el bloqueo

La división entre Més e Iniciativa podría fracturar la coalición en caso de que se tuviera que votar la decisión en una ejecutiva sin reglamento que determine su solución

Piquer y Baldoví encabezan la reunión de la ejecutiva de Més-Compromís, este martes.

Piquer y Baldoví encabezan la reunión de la ejecutiva de Més-Compromís, este martes. / M.A. Montesinos

València/Madrid

A Compromís le puede pasar el próximo lunes lo mismo que al gato de Schrödinger en el famoso experimento de mecánica cuántica y estar a la vez dentro y fuera del Grupo Parlamentario de Sumar. Para ese día está prevista (aún no convocada oficialmente) la celebración de la ejecutiva de la coalición que decida qué hacer respecto a la plataforma de Yolanda Díaz, con el riesgo de que se llegue al momento de votar y el conteo de manos alzadas ante las dos opciones genere una situación sin resolución pautada.

La postura manifestada el martes por Més (partidario de dejar Sumar) e Iniciativa (que apuesta por quedarse) con sendas ejecutivas en salas distintas de la misma sede en València y cruce de comunicados apunta a una coalición en situación de bloqueo interno. Incluso aunque la tercera pata de la coalición, Els Verds, con una postura intermedia (pide 'evaluar' y votar la salida en otoño, pero no ahora), se decantara por uno de los dos bandos en una hipotética votación, no habría un cauce reglamentario claro sobre cómo actuar.

Con los mismos representantes para cada partido dentro de la ejecutiva sin importar el número de militantes, varias fuentes de la coalición explican que no hay normativa ni ordenamiento interno alguno que explicite que las decisiones se toman por mayoría de los presentes, esto es, que la suma de los miembros de dos de las tres organizaciones pueda sobreponerse a la otra, como tampoco por un voto ponderado de sus militantes, donde Més sería el más beneficiado al tener más que Iniciativa y Verds juntos.

Reunión ayer de Iniciativa en la sede de Compromís.

Reunión ayer de Iniciativa en la sede de Compromís. / Miguel Angel Montesinos

De hecho, hay quienes insisten en que una acción que supone romper con una decisión previa tomada por consenso de todas las partes no puede llevarse a cabo sin ese mismo consenso. Esta toma de decisiones es uno de los asuntos que se quería solventar con el paso de la coalición a una federación, un proceso en negociación a fuego lento desde el otoño pasado. Sin unas reglas del juego claras en la interna y con el riesgo de que una votación en la ejecutiva acabe partiendo en dos a la formación, los altos cargos de esta se conjuran con llegar al lunes con un algún tipo de pacto.

Primeros contactos

De momento, en el primer día tras la sacudida, hubo un encuentro de la comisión permanente de Compromís, una "ejecutiva hiperreducida" formada por los portavoces y los secretarios de Organización de cada partido, que terminó sin avances sustanciales y el compromiso de continuar reuniéndose. Fácil no será ya que seguir o salirse de Sumar son dos posturas antagónicas, sin término medio pactable, aunque no por ello hay cargos dentro de la coalición que muestran su optimismo.

"Lo arreglaremos", "como siempre pasa, todo se reconducirá" o hasta "tenemos un máster" son algunas de las impresiones que trasladan fuentes de los distintos partidos de Compromís llamando a cuidar a la coalición, recordando que no es la primera vez que surgen importantes diferencias internas y reivindicando que la experiencia para sobrellevarlas es un grado. No obstante, también los hay más pesimistas que admiten el terreno desconocido que se pisa y que nadie sabe muy bien qué pasará.

En el horizonte, además, empiezan a aparecer caminos alternativos y especulaciones en caso de que haya un bloqueo. Difícilmente puede haber una ruptura de la coalición como tal, pero con dos diputados, uno de Més y otro de Iniciativa, sí podría haber una división de los mismos, yendo cada uno a un grupo. También se podría acabar recurriendo a una consulta a la militancia. "Yo solamente pasaba por aquí para recordar que Compromís fuimos los únicos que no votamos en referéndum entrar en Sumar, esperamos que tampoco sea necesario para salir", escribió en redes sociales Mònica Àlvaro, referente del sector soberanista dentro de Més, Bloc i País, que presiona para la ruptura.

Mensajes desde Sumar

El reloj para el desenlace final ya se ha puesto en marcha y, mientras públicamente los distintos partidos de Sumar muestran tranquilidad y confianza en que la situación se resuelva de manera amistosa, en privado se producen contactos entre la coalición de izquierdas y el partido valencianista, en los que ambas partes destacan la sintonía, una circunstancia especialmente relevante en momentos tan delicados.

La relación con Compromís, defienden en Sumar, siempre ha sido buena con este aliado parlamentario, y nada tiene que ver su caso con el de Podemos, con quien vivieron fuertes tiranteces desde antes de la campaña de las generales. El funcionamiento del grupo parlamentario, hasta ahora, ha sabido resolver mal que bien las diferencias de sensibilidades que han ido surgiendo. Pero la comisión de la dana, un asunto prioritario para Compromís, ha tensionado al máximo la situación.

La petición de Compromís para que comparezca el presidente de Gobierno en esta comisión de investigación es, para la mayoría de las fuerzas de Sumar, una exigencia que ven irrealizable. Sin embargo, hay voces en el grupo parlamentario que no descartan vías alternativas, como proponer la comparecencia de ministros del Gobierno en una fase posterior de la comisión, en la llamada "fase de reconstrucción", que iría después del primer bloque más centrado en las responsabilidades políticas del PP.

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