Así se ha convertido la horchata en la bebida anti Trump
Los manifestantes que han tomado las calles de Los Ángeles y otras ciudades usan el refresco de origen valenciano para protestar contra las políticas migratorias de la Casa Blanca

Protesta en Estados Unidos contra la política migratoria de la administración Trump. A la derecha, cartel con la referencia a la horchata y ICE. / L-EMV

“Me bebo la horchata caliente porque que le jodan al HIELO”. Así, leída en castellano y aquí en València, esta frase -que incluye la espantosa posibilidad de tomarse una horchata caliente-, no tiene mucho sentido. Pero en inglés y en Estados Unidos se ha convertido en uno de los lemas más populares de las protestas contra las políticas migratorias de Donald Trump: “I drink my horchata warm because fuck ICE”.
Ese “ICE” (hielo, en español) en mayúscula es una de las dos claves de este lema político e identitario enarbolado en pancartas y camisetas por muchos de los manifestantes que estos días están saliendo a las calles Los Ángeles y otras ciudades para protestar contra las detenciones masivas de inmigrantes.
¿Qué es ICE?
El ICE (Inmigration and Custom Enforcement) es el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas que se encarga de "identificar las actividades criminales y eliminar los puntos débiles que representan una amenaza para la seguridad fronteriza, económica, y de transporte e infraestructura de la nación", según lo define el gobierno norteamaricano.
Los agentes de ICE son, por lo tanto, los encargados de realizar las redadas y arrestos de personas que han entrado de manera ilegal al país para ser deportados. Según datos internos del Gobierno recogidos por New York Times, desde que Trump regresó al poder, más de 200.000 personas que estaban en Estados Unidos sin autorización han sido devueltas a su país de origen o a un tercer país, una fracción de los 1,4 millones de personas que se enfrentaban a órdenes de deportación a finales del año pasado.

Camiseta prohorchata y anti ICE / L-EMV
¿Y por qué la horchata?
Ya sabemos, pues, por qué los manifestantes antitrump quieren “joder” a ICE. Pero, ¿qué tiene que ver la más famosa de las bebidas valencianas con esta protesta? Ahí está la segunda clave del lema. En realidad, a la horchata a la que se refieren los manifestantes -la mayoría de ellos hijos de inmigrantes y miembros de colectivos que se sienten amenazados por las políticas migratorias de la Casa Blanca- es a la que se consume en Puerto Rico, América Central, el centro y sur de México o la península del Yucatán.
En los Estados Unidos, el estilo mexicano es el predominante de esta bebida, creada en su caso no con chufa sino a partir de arroz remojado, molido, pulverizado y condimentado con especias dulces -y a veces picantes-, mayormente con canela.
Cuestión de nombres
Cabe recordar que, aunque problablemente fue la denominación valenciana de la bebida la que se implantó en América tras la conquista, la palabra proviene del latín hordeata, que hace referencia a una bebida hecha de cebada (hordeum). Con el tiempo, el término se amplió para nombrar bebidas refrescantes hechas a partir de semillas, cereales o tubérculos molidos y mezclados con agua o leche.
“Las horchatas latinoamericanas son en realidad una interpretación de una bebida mucho más antigua (la original, del mismo nombre) oriunda de València, España, que no se prepara con granos o nueces sino con unos tubérculos locales llamados chufas”, explicaba hace unos años un reportaje de Los Ángeles Times sober las mejores horchaterías de California.
“La horchata -continuaba el reportaje- también tiene un primo culinario (y etimológico) en el jarabe de almendras conocido como orgeat, que se emplea en los Mai Tai y otros cócteles. Aún más antiguamente, el más viejo ancestro y epónimo (basado en la palabra latina hordeum, que significa cebada) tanto de la horchata como del orgeat es el agua de cebada, un trago que ya existía en el año 600 A.C., hecho mediante el remojo y la molienda de los granos de cebada”.

Manifestante anti Trump. / L-EMV
De las loncheras al Starbucks
En las últimas décadas la horchata se ha convertido en una bebida popular en ciertas partes de Estados Unidos, especialmente en estados con gran presencia latina, como California, Texas, Arizona, Nevada y partes de Nueva York y Chicago. Normalmente se sirve en taquerías, loncheras y restaurantes latinos, pero incluso la cadena Starbucks lanzó en 2017 un "Horchata Almondmilk Frappuccino" inspirado en esta bebida.
Otras cadenas, como Dunkin' o tiendas independientes de café o bubble tea, han empezado a incluir refrescos con sabor a horchata o incluso versiones de "horchata latte" o "horchata boba". Eso sí, un horchata latte en una cafetería hipster puede costar 7 dólares, mientras que en una lonchera latina cuesta 2 y está hecha con recetas tradicionales.
Horchata e identidad
Pero, más allá de una bebida, la horchata también se ha convertido en un símbolo de identidad para la comunidad latina. Para muchas personas latinas en EE. UU., especialmente de origen mexicano y centroamericano, la horchata no es solo una bebida refrescante, sino también un vínculo con la infancia, la familia y el país de origen.
No es de extrañar, por lo tanto, que la horchata haya saltado de las fiestas familiares y los restaurantes comunitarios a las manifestaciones con lemas como “I drink my horchata warm because fuck ICE”, “Horchata not hate” o “Make horchata not borders”.

Protesta anti Trump con mención a la horchata en otro cartel. / L-EMV
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