Consecuencias del 29-O

¿Por qué es tan peligroso bañarse en el río Túria tras la dana?

Dos bañistas han fallecido en solo una semana en el mismo punto, en el azud de la Acequia de Tormos entre Manises y Paterna

Los peligros del Túria tras la dana

Los peligros del Túria tras la dana

Lluís Pérez

Lluís Pérez

València

El baño en el río Túria se ha convertido en mortal en esta última semana. Solo en cinco días, dos personas han fallecido al bañarse en el azud de la Acequia de Tormos, entre Manises y Paterna; el primero, de 20 años y nacionalidad china, el día 11 de junio y, el segundo, ha sido hallado muerto hoy después de buscarlo desde el domingo, cuando se le dio por desaparecido. Más allá del peligro habitual de las corrientes, el Túria es mucho más peligroso después de la dana y, de hecho, la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ya desaconsejó el baño en sus aguas durante las vacaciones de Semana Santa y Pascua. Pero con el calor del verano, el riesgo se acrecienta porque aumenta el número de personas y bañistas que buscan refrescarse en sus aguas. ¿Por qué es el Túria tan peligroso?

Suciedad en el río Turia

Suciedad en el río Turia / J.M. López

La dana del 29-O

Las fuertes precipitaciones del 29-O afectaron de forma notable al cauce del Túria y a varias de las localidades que atraviesa, destrozando gran parte de la ribera, ensanchando sus cauces y arrasando con gran parte de las infraestructuras a su paso. De hecho, la mayoría de municipios del interior han dado ya la temporada de baño por perdida al no poder reconstruir a tiempo sus playas y azudes; en Chelva, Tuéjar, Bugarra o Pedralba, entre muchas otras.

La fuerza del agua no solo provocó destrucción en el cauce, sino que también arrastró una gran cantidad de residuos y desechos de todo tipo que se depositaron en el lecho del río y se han quedado allí varados. Estos se han convertido en peligros "desconocidos" -así los calificó Medio Ambiente en el mes de abril- y escondidos en sus aguas. "Con la dana no sabemos lo que hay dentro del río, puede haber metales, hierro, cristales... material que daña a las personas", expresaba el alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, la semana pasada cuando presentó el Plan Centinela de prevención de incendios.

Cabe recordar que la crecida del río en la fatídica jornada del 29-O -los datos registraron un caudal de 1.756,3 metros cúbicos por segundo antes de la desaparición de los sensores- arrastró una gran cantidad de árboles, mobiliario urbano y parte de los 19 puentes y pasarelas arrastradas por la fuerza del agua.

Irregularidad del cauce

Los sedimentos arrastrados son varios, como comentaba el primer edil del Camp de Túria, a los que se suman también elementos de la naturaleza: árboles, cañas, islas flotantes de cañas o enormes piedras. Todos ellos se pueden convertir en una trampa mortal. Por eso, las administraciones trabajan en la limpieza del cauce del río, pero es un trabajo costoso que se prolongará durante varios años. El Parque Natural del Túria se prolonga durante un total de 35 kilómetros, entre València y Chulilla, y cuenta con más de 4.480 hectáreas.

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ente responsable de los cauces, está trabajando en restaurar la morfología de los "modificados profundamente" por las explosivas precipitaciones del 29 de octubre. Se está intentando recuperar el trazado, no exactamente el mismo que antes, y, sobre todo, dar continuidad al flujo del agua interrumpido por todos esos elementos peligrosos, como publicó Levante-EMV a principios de mayo.

¿Se puede prohibir el baño?

Si es peligroso, se podría pensar que las autoridades deberían poner restricciones al baño. No es posible al ser zonas de dominio público hidráulico, aunque sí desaconsejar sumergirse en sus aguas como ya hizo la Generalitat Valenciana en abril. A esta recomendación se sumaron, entonces, los consistorios de la Asociación de Municipios Vinculados al entorno natural. Pero la responsabilidad final reside en los bañistas, en la ciudadanía.

En este sentido, la misma CHJ cuenta con un catálogo de 46 puntos calificados como peligrosos para el baño en ríos, azudes y embalses. La Acequía de Tormos no se encontraba el año pasado en este listado, aunque la dana lo ha cambiado todo. Y es que la fuerza del agua arrastró toda una serie de residuos "peligrosos", ocultos por las aguas del Túria que se han convertido en una trampa mortal. Por el momento, y solo en cinco días, ya se registran dos fallecimientos en sus aguas. Quedan al menos tres meses de calor, durante los cuales el río se convierte en un gran atractivo para la ciudadanía.

Encuentran el cuerpo sin vida del joven desaparecido desde este domingo en el río Turia

ED

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