La CHJ ensaya un sistema de alerta temprana en la cuenca del Poyo para anticipar inundaciones

El modelo servirá de apoyo para la toma de decisiones a partir de datos meteorológicos e hidrológicos, facilitar la previsión a corto plazo de caudales y mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de ríos y barrancos

Se está probando también también el río Magro y el tramo bajo del río Turia

Voluntarios retirando barro en Paiporta, tres semanas después de la dana.

Voluntarios retirando barro en Paiporta, tres semanas después de la dana. / Francisco Calabuig

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

València

La Confederación Hidrográfica del Júcar ya está aplicando en modo piloto un sistema de alerta temprana para mejorar la gestión de inundaciones. Así lo confirma el organismo de cuenca durante la jornada técnica que este jueves ha servido para presentar el Plan de mejora de la resiliencia frente a inundaciones, es decir, las grandes obras hidráulicas (530 millones de previsión) que deben atenuar nuevos episodios como la dana del 29 de octubre.

La CHJ, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya está trabajando en “la implantación de una primera versión” del Sistema de Alerta Temprana (SAT) para mejorar la capacidad de previsión ante episodios de avenida e inundaciones. Esta iniciativa se enmarca en las actuaciones de emergencia para reparar los daños ocasionados por la dana en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Cabe recordar que solo para reparar los daños de aquella riada y barrancada, se están desplegando obras con carácter de emergencia por valor de 220 millones. Uno de los tres vectores de estas obras es la reparación y mejora del SAIH.

Este proyecto, de carácter piloto, se centra en las zonas más afectadas por el episodio extraordinario del 29 de octubre: el río Magro, la cuenca del Poyo y el tramo bajo del río Turia. Su objetivo, explican fuentes de la CHJ, es “avanzar en la implantación de herramientas que permitan integrar en tiempo real datos meteorológicos e hidrológicos, facilitar la previsión a corto plazo de caudales, mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de ríos y barrancos, y optimizar la gestión de los embalses para incrementar su capacidad de laminación”.

Modelos de predicción de EE UU

Actualmente, la CHJ está trabajando en el desarrollo de distintos módulos predictivos, tanto meteorológicos como hidrológicos, con el apoyo de información proporcionada por AEMET y AVAMET, así como por modelos desarrollados por el Centro de Ingeniería Hidráulica del Cuerpo de Ingenieros de EE UU (HEC-HMS) y el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia (grupo Tetis). Todo este conjunto de datos se está integrando en la plataforma Delft-FEWS, con el fin de crear un visor operativo que facilite la toma de decisiones, señalan las mismas fuentes.

Está previsto que esta primera versión del SAT sea ampliada próximamente mediante un contrato ordinario en tramitación, con el objetivo de desplegar un sistema integral de alerta que cubra toda la Demarcación Hidrográfica del Júcar, reforzando así la capacidad de anticipación y respuesta frente a las inundaciones.

La ausencia de un sistema de estas características, a diferencia de otras confederaciones como la del Ebro, que sí cuenta con un sistema de ayuda a la decisión, es uno de los elementos que ha agitado la Generalitat para cuestionar el papel de la CHJ en la avenida del 29 de octubre de 2024. Hace unos días, en la comisión de la dana en el Senado, el subdirector general de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras del Ministerio, y ex responsable en la confederación del Ebro, Francisco José Hijós Bitrián, explicó precisamente este sistema, adaptado a la realidad de su territorio.

En ese caso, su sistema de ayuda a la decisión funciona como un sistema de semáforos regulado, según la metáfora utilizada por el experto. Según las precipitaciones y la información disponible, el sistema ayuda a gestionar los embalses, a decidir cuáles se activan y cuales no, para que las avenidas puedan ir siendo reguladas y no se vayan sumando los caudales de los afluentes. En el caso de la CHJ, las capas de información que se quieren ir sumando para anticipar decisiones parten de previsiones de Aemet, datos pluviométricos, sensores de caudales o datos del Patricova o la cartografía de zonas de riesgo, entre otros.

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