Medio Ambiente

Diez espacios marinos valencianos son nuevas zonas especiales de conservación de la Red Natura 2000

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes esta denominación que obliga a incluir zonas de protección de especies y de hábitats marinos

Isla de Tabarca, uno de los diez ZEC declarados por el Gobierno.

Isla de Tabarca, uno de los diez ZEC declarados por el Gobierno. / Daniel Tortajada

Lluís Pérez

Lluís Pérez

València

Diez entornos marinos de la Comunitat Valenciana logran la denominación de Zona Especial de Conservación (ZEC) y se incorporarán a la Red Natura 2000, la red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. La iniciativa salió adelante en el Consejo de Ministros el pasado martes, a través de un real decreto del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que convierte estos Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) en ZEC, amparados por la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Con esta nueva denominación, estos entornos aprueban sus medidas de conservación, sus propios planes de gestión de los espacios, con el objetivo de mejorar la conservación y protección de su biodiversidad y gestionarlos de una forma mucho más eficiente.

En total, se protegen un total de 67.440 hectáreas (ha) de hábitats marinos; en la actualidad los LIC amparaban ya a 48.029 ha, por lo que el nuevo nivel de protección amplía en 19.411 ha la superficie actual protegida. Es un 40 % más de la actual. Cuatro de estos espacios se encuentran en la provincia de Castellón: el espacio marino de Orpesa y Benicàssim, con 1.317,55 ha; el de les Illes Columbres y el de su entorno, que el informe ministerial propone unificar y suma en total 13.524,75 ha; y el de los Alguers de Borriana-Nules-Moncofa, con 6.681,22 ha. Los seis restantes se encuentra en la provincia de Alicante: l'Almadrava, con 4.615,57 ha en el entorno de Dènia; el de la Marina Alta, con 2.318,189 ha; el de Ifac, con una superficie de 1.377,27 ha; el del Cabo de les Hortes, con 6.748,87 ha; el de Tabarca, con 20.802,54; y el del Cabo Roig, con un total de 6.989,60 hectáreas.

Illes Columbretes.

Illes Columbretes. / Foto Centro Información Reserva Natural

Estos ZEC se suman a las 40 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Comunitat Valenciana, cuya superficie alcanza las 732.726,20 hectáreas. De ellas, 17.849,55 son marinas, el 2,4 % del total.

Compromiso del 30 % de España

La denominación de estos entornos marinos acerca a España al compromiso de proteger el 30 % de sus áreas naturales del litoral, asumido por el presidente Pedro Sánchez en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en Niza a principios de este mes. Tras la aprobación del real decreto, la protección pasaría del 20,9 % al 22,5 %. El socialista reivindicó allí la defensa de mares y océanos como "la memoria de largo plazo del clima en nuestro planeta", la cual "se está debilitando, año tras año, a consecuencia de la emergencia climática".

Pedro Sánchez durante su intervención en Niza en la Conferencia sobre los Océanos.

Pedro Sánchez durante su intervención en Niza en la Conferencia sobre los Océanos. / Moncloa

De hecho, las directrices de la Comisión Europea otorgaban un plazo de seis años para convertir los LIC en ZEC. Su protección LIC se produjo entre los años 2006 y 2015, por lo que España ya había agotado este periodo desde hace varios años. Junto con la aprobación de esta denominación, se debía estipular "su correspondiente plan o instrumento de gestión".

Los objetivos de las ZEC

La aprobación de la denominación ZEC persigue el restablecimiento del estado de conservación favorable de estos espacios marinos con el cumplimiento de cuatro objetivos, según se establece en la Ley 42/2007. Estos son:

  • Incrementar el nivel de conocimiento para la mejora efectiva del estado de conservación.
  • Mantener o restablecer el estado de conservación favorable de los tipos de hábitats de interés comunitario, y de especies sensibles, y garantizar que los usos y actividades sean compatibles con su conservación.
  • Mantener o restablecer el estado de conservación favorable de las poblaciones de aves marinas de interés, y garantizar que los usos y actividades sean compatibles son su conservación.
  • E incrementar el conocimiento, sensibilización y participación de los distintos actores en el espacio protegido.

Alineados con estos cuatro puntos, el real decreto incluye la "Regulación General de Usos y Actividades derivada de los planes de gestión" en el anexo de la norma, con base en la recepción de propuestas y alegaciones durante la consulta pública, con la que se ha buscado contar con "una gran participación e información", y también a los talleres participativos realizados en el año 2018 con la participación de los tres niveles de la administración -estatal, autonómica y local- y de organizaciones ecologistas, asociaciones conservacionistas y el sector pesquero y empresarial.

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