Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Mompó propone proteger en l’Estatut el Monestir del Puig con motivo del aniversario de Jaume I

El presidente de la diputación quiere blindar el espacio que ordenó fortificar el rey para la Conquesta de València y abrirlo a la ciudadanía, tal como hizo Camps en 2006 con el de la Valldigna

Monestir de Santa Mari­a del Puig.

Monestir de Santa Mari­a del Puig. / Levante-EMV

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

València

El presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, vuelve a marcar perfil identitario con motivo del Nou d’Octubre. Con el Consell en plena ofensiva simbólica, Mompó ha lanzado una propuesta para ganar un espacio propio: reclama que el Monestir del Puig de Santa Maria sea reconocido en el Estatut como “templo espiritual, histórico y cultural del antiguo Regne de València, no solo como monumento, sino como símbolo eterno de nuestra identidad, de nuestro coraje y nuestro orgullo”.

Así lo plantea en un artículo publicado hoy en este diario con motivo del Nou d’Octubre. También en un vídeo publicado en sus redes sociales esta mañana, con motivo del día de los valencianos, que ha grabado en el mismo monasterio.

Cabe recordar que este municipio de l’Horta Nord tiene una profunda huella en el recorrido histórico de Jaume I y de la Conquesta de València en 1238. Jaume I ordenó fortificar este enclave, decisivo por ser el punto desde el que se logró 'conquerir' la capital. La Orden de la Merced levantó posteriormente el monasterio.

Con este gesto, Mompó sigue los pasos que llevaron en 2006, con la reforma de l’Estatut, a incluir en el texto el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna como “templo espiritual, histórico y cultural del antiguo Reino de Valencia, y es, igualmente, símbolo de la grandeza del Pueblo Valenciano reconocido como Nacionalidad Histórica”, una vía para proteger el templo y el entorno. En aquel momento no se contempló este monumento, a pesar de sus vínculos con la historia del conqueridor.

Mompó, en El Puig, el pasado 8 de octubre.

Mompó, en El Puig, el pasado 8 de octubre. / Levante-EMV

Any Jaume I

2026 puede ser un año intenso en materia de símbolos. Se cumplen 750 años de la muerte de Jaume I, lo que va a dar pie a un conmemoración por parte de instituciones como la Diputación de Valencia y, previsiblemente, la Generalitat. Se espera además que haya ruido político. Mazón, en un clima complicado por la gestión de la dana que sigue condicionando su día a día, se ha refugiado en la vieja querella identitaria y ha abierto la caja de pandora simbólica. Habrá debate en torno a una ley de señas de identidad. Además, se plantea una reforma del Estatut imposible con el objetivo de cambiar el nombre de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). Esa es la doble ventana de oportunidad en la que Mompó busca este reconocimiento para un espacio emblemático de la identidad valenciana.

Difícilmente saldrá adelante esa reforma que necesita una mayoría cualificada, pero se pretende mejorar la situación de este conjunto monumental. En estos momentos, el templo no recibe ayudas institucionales. Además de promover que la Generalitat haga este reconocimiento, la diputación quiere impulsar el espacio desde el área de turismo provincial o con apoyo económico desde el área de Patrimonio.

Camps, en un acto en El Puig en 2011.

Camps, en un acto en El Puig en 2011. / Manuel Bruque/Efe

Pese a su peso histórico, El Puig casi nunca ha tenido un gran protagonismo en el arsenal simbólico del PP. Camps sí hizo allí un acto de campaña en 2011, en la ermita de Sant Jordi, presentándose como el voto del valencianismo político. Ayer mismo, curiosamente, el propio Camps, en plena campaña de 'reconquista' del PPCV en busca de un congreso donde presentarse a presidir el partido, también se desplazó a El Puig a grabar un vídeo de felicitación por el Nou d'Octubre.

Darrer diumenge de octubre del nacionalismo valenciano.

Darrer diumenge de octubre del nacionalismo valenciano. / Francisco Calabuig

L'Àplec de El Puig

Con todo, El Puig está más fijado en el imaginario simbólico del valencianismo de izquierdas. Allí se celebrada cada año el Àplec del Puig, con un acto de Més (el antiguo Bloc) en la explanada del monasterio, y otro paralelo en la Muntanyeta de la Patà, organizado históricamente por el PSAN y ahora por diferentes colectivos soberanistas. Parece que Mompó quiere disputar ahora este espacio a la izquierda, como está haciendo con la defensa de la lengua.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents