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Las lluvias retrasan la quema de la paja del arroz y también la retirada

El terreno encharcado impide la entrada de maquinaria a retirar rastrojos, una alternativa al fuego auspiciada por Medio Ambiente

La gestión de la paja del arroz es un reto medioambiental.

La gestión de la paja del arroz es un reto medioambiental. / EDUARDO RIPOLL

València

La Generalitat propone y el cielo dispone. El período de quemas de la paja del arroz en l'Albufera estaba previsto que empezara este viernes 10 de octubre y finalizara el 31 de diciembre. Así lo resolvió el Consell y lo publicó, como es preceptivo, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el pasado 24 de septiembre. Pero la dana que estos días ha provocado episodios de fuertes lluvias en el litoral valenciano, incluído el entorno de l'Albufera, ha obligado a demorar el comienzo de esa campaña de quemas. Ni la humedad de la paja ni el encharcamiento de los terrenos permite a los agricultores iniciar estos trabajos. Tampoco pueden abordar la recogida y retirada de rastrojos y paja del arroz de las explotaciones agrarias, una opción más ecológica en l'Albufera y otros entornos naturales.

Tanto la Conselleria de Agricultura como la de Medio Ambiente favorecen la alternativa a la quema y la posible reutilización de esos restos orgánicos en aras de una gestión más sostenible y beneficiosa para los espacios protegidos naturales que albergan producción arrocera. Es el caso de las zonas húmedas catalogaas de la Marjal i Estanys d’Almenara, la Marjal i Estanys de la Ribera Sur del Xúquer, el de la Marjal Pego-Oliva y el propio Parc Natural de l'Albufera.

Episodios de anoxia

La imposibilidad de retirar los rastrojos provoca su putrefacción y la muerte de peces por falta de oxígeno en el agua. Los llamados episodios de anoxia, una bajada de los niveles de oxígeno en el agua. De hecho, tal como ha venido informando Levante-EMV, estos días han aparecido centenares de peces muertos en las distintas acequias y canales del término municipal de Sueca. Los regantes han sido los encargados de alertar a las distintas administraciones tras observar que el número de lisas, lubinas y anguilas halladas sin vida durante estos días no ha dejado de aumentar.

Tras recibir estos avisos y llevar a cabo las investigaciones pertinentes, tanto la Confederacion Hidrográfica del Júcar (CHJ) como la Conselleria de Medio Ambiente, coinciden en atribuir efectivamente la mortandad de peces a la putrefacción de la paja del arroz tras las intensas lluvias que se están sucediendo desde el 27 de septiembre. «Estamos en plena campaña del arroz, por lo que había mucha paja acumulada. Debido a las intensas lluvias no se pudo recoger y, por lo tanto, se ha terminado pudriendo al mojarse», señala el presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, José Pascual Fortea. Según los datos recogidos por la Agència Valenciana de Meteorologia, se registraron hasta 66 l/m² en tan sólo 35 minutos en la estación Tancat Estell, donde se acumularon 92 litros en menos de una hora.

Peces muertos en la gola del Perelló, en una imagen tomada ayer

Peces muertos en la gola del Perelló, en una imagen reciente. / Levante-EMV

Falta de limpieza en las acequias

Según Fortea, se ha producido otro factor concurrente: la dificultad de circulación y drenaje por falta de limpieza del entorno de l'Albufera. Al encharcarse el agua, se ha contaminado. "Necesitamos más limpieza para que el agua circule hasta el mar", reivindica el presidente de los regantes. La situación de anoxia es especialmente grave en las acequias de Sueca, ya muy cerca del mar, y se concentra especialmente en torno a la gola del Rei, según los agricultores.

El plan b a la quema es la retirada de la paja, con la colaboración de la empresa pública Vaersa. El secretario autonómico Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida, y el secretario autonómico de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Vicente Tejedo, explicaron que con esta iniciativa “se ofrece una alternativa" más sostenible. Pero en las condiciones actuales resulta absolutamente inviable esta posibilidad dado que el terreno está demasiado blando para que entre la maquinaria.

L'Albufera, el epicentro

Raúl Mérida subrayó que esta medida alternativa a la quema resulta especialmente relevante en el Parc Natural de l’Albufera, “donde se concentran muchas plantaciones de arroz y donde, un año más, se podrá recurrir a la quema de la paja por motivos fitosanitarios, una práctica que es fundamental tanto para la sanidad vegetal como para la conservación ambiental del parque”. En esta línea, Vicente Tejedo, ha explicado que el objetivo prioritario de la Generalitat “es que la paja tenga un destino útil, ya sea con fines energéticos, como recurso ganadero o como sustrato agrícola. No obstante, en aquellas zonas donde existan dificultades para la recogida y el fangueo, se podrá autorizar la quema siempre que esté justificada por razones fitosanitarias, al ser en esos casos la opción medioambiental más adecuada”.

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