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El Consell creará zonas de "sobreabundancia" para facilitar la caza de corzos y ciervos

El Ejecutivo autonómico amplía a ciervos, cabras y corzos las medidas de caza del jabalí para evitar la "sobreabundancia"

Foto de jabalíes cedida por el Ayuntamiento de València.

Foto de jabalíes cedida por el Ayuntamiento de València. / Ayuntamiento de València

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

València

Declarar zonas de "sobreabundancia", ampliar los días hábiles para algunas de las modalidades de caza o situar a los ayuntamientos como encargados dentro de los núcleos urbanos del "control poblacional" de "ungulados silvestres". Son tres de las medidas que se incluyen dentro del decreto 142/2025 aprobado por el Consell por el que se establecen las directrices de gestión, caza y control de ungulados silvestres, y las medidas de gestión de los subproductos generados en la actividad cinegética no destinados al consumo humano.

Según constan en el documento publicado este lunes en el DOGV, la Generalitat deberá impulsar una serie de zonas donde se considere que haya una "sobreabundancia" de especies como el ciervo, el corzo o las cabras montesas, una medida que permitirá flexibilizar las condiciones para su caza y equipararla con las zonas de sobreabundancia que afectan al jabalí, que ya contaba con un reglamento específico. Esto supone que se pase de la caza como un elemento deportivo a que sea una técnica de control y gestión que obliga a la actuación de los clubes de caza.

"La percepción de sobreabundancia de una especie de fauna silvestre aparece cuando su densidad poblacional es lo suficientemente alta como para generar conflictos y problemas para los humanos y/o la conservación de los ecosistemas que la soportan", señala el decreto citando, entre otros, la pérdida de biodiversidad, los daños a la agricultura, los accidentes de tráfico derivados de colisiones con vehículos, las molestias para los humanos o la transmisión de enfermedades al ganado, cuestiones que se pone como objetivo resolver.

Para ello, una de las figuras que incorpora la nueva regulación es la declaración de zonas con sobreabundancia de una especie. Esta, que la deberá decretar la conselleria competente, supondrá "dejar sin efecto la planificación prevista en los planes técnicos de ordenación cinegética en vigor para la especie en cuestión" y activar las medidas extraordinarias que dan una mayor flexibilidad a la caza. Esta "dejará de tener la consideración de modalidades deportivas de caza, pasando a ser técnicas de caza por razones de control y gestión".

Una familia de corzos se pasea por Ontinyent

Una familia de corzos se pasea por Ontinyent / Joaquín Prieto

Esto supondrá, entre otras cuestiones, equiparar algunas de las medidas que ya se ejercen sobre el control del jabalí a otros ungulados silvestres como ciervos, corzos o cabras montesas así como habilitar unas nuevas. Por ejemplo, permitiría métodos de caza no permitidos en la caza deportiva como miras de visión nocturna o térmica, faros acoplados al arma o usos atrayentes no contaminantes, agilizar los trámites burocráticos para permisos, eliminar cupos de captura o determinar un esfuerzo mínimo de caza "para reconducir la especie al estado de normalidad".

Actuaciones de ayuntamientos

También aparece como una novedad destaca la incorporación de los ayuntamientos "como actores activos en la gestión de capturas". En este sentido, se especifica su regulación y su competencia ante las "incursiones de ejemplares de ungulados silvestres en entornos urbanos". Ante ello, habilita a los ayuntamientos a adoptar "medidas de control, a través de personal propio o a través de personas físicas o jurídicas contratadas al efecto".

En este sentido, señala que para la captura de estos ungulados "podrán emplearse estructuras tipo caja, jaula, o capturadero, armas para la aplicación de anestésicos y eutanásicos, armas de fuego y arcos" y especifica que las armas de fuego y los arcos, "además de emplearse para abatir ejemplares capturados en trampas, se podrán utilizar cuando los cuerpos y fuerzas de seguridad presentes establezcan el perímetro de seguridad que estimen necesario en función de la situación de riesgo existente".

El decreto cuenta con el visto bueno de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana cuya presidenta, Lorena Martínez, considera que esta nueva regulación es "positiva" porque se ha "escuchado al sector". Entre otras medidas, aplaude que se amplían el calendario para saltos, batidas y ganchos dos semanas, hasta el 15 de marzo, y que reduce las cargas burocráticas. No obstante, ante las zonas de sobreabundancia, señala que estas implicarán un aumento de la carga de trabajo para los clubes de caza.

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