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Premios Levante-EMV 2025 | Ocio

Enrique y Mª Ángeles Fayos, gestores de emociones desde el Teatro Olympia

Desde hace tres generaciones, están al frente de una de las salas más importantes de España

Además, son los responsables del Talia, los auditorios de Torrent y Vall d’Uixó, Palau Altea y Cinestudio d’Or

Enrique y Marían Ángeles Fayos posan en el patio de butacas del Teatro Olympia.

Enrique y Marían Ángeles Fayos posan en el patio de butacas del Teatro Olympia. / Fernando Bustamante

Begoña Jorques

Begoña Jorques

València
Cintillo Premios Levante 2025

Cintillo Premios Levante 2025 / ED

El apellido Fayos está vinculado desde hace tres generaciones al mundo de la cultura en València. Los hermanos Enrique y María Ángeles Fayos están al frente de Olympia Metropolitana, que aglutina no pocos espacios culturales: los teatros Olympia y Talia de València, los auditorios de Torrent y de la Vall d’Uixó, Palau Altea o Cinestudio d’Or también en el cap i casal. Además, producen, distribuyen y están al frente de varias compañías teatrales y de la escuela de artes escénicas Olympia. Unos auténticos ‘gestores de emociones’. Por ello y por ser sinónimo de defensa de las artes escénicas valencianas, este diario les reconoce con el premio Levante-EMV 2025 en la categoría de Ocio, patrocinado por Fotur.

Los hermanos Fayos están al frente de uno de los buques insignia de la cultura en València, como es el Teatro Olympia, entre otros. Todo empezó con su abuelo, propietario de los cines Goya. Y la cosa continuó con su padre, que impulsó la reconversión del histórico Olympia en teatro, tras décadas como sala de proyección cinematográfica. Y en esas siguen. Ahora continúan ese legado familiar con un equipo de cerca de 100 personas a quienes los hermanos Fayos no dejan de alabar. «Uno vale lo que vale su equipo y tenemos un gran equipo», aseguran.

‘Plaza’ imprescindible

El Teatro Olympia es un referente cultural de la ciudad que cuenta con una arraigada presencia no solo entre los valencianos, sino también entre los artistas de renombre que han pasado por sus tablas. Una ‘plaza’ imprescindible, como las estrellas de las tablas califican el lugar cada vez que pasan por la sala de la calle San Vicente.

El teatro Olympia se inauguró el 10 de noviembre de 1915 con «El barbero de Sevilla». Durante toda su historia, el Olympia ha ido reinventándose y adaptándose a lo que demandaba el público: de teatro se convirtió en sala de cine para después volver a convertirse en teatro. Después de 50 años dedicado al cine en 1984 se recuperó para la escena.

Desde entonces, el objetivo de los hermanos Fayos y su equipo es un teatro que «interese al público de hoy, que trate temas e historias actuales, que se divierta y que le haga sentir. Nuestro objetivo es educar, además de entretener y divertir».

Y tanto que lo hacen. Solo el año pasado tuvieron 400.000 espectadores y programaron más de 1.000 funciones de todos los espacios que gestionan con un claro fin: «La ilusión en los ojos de la gente que viene al teatro».

Entrar en el corazón de los espectadores es el día a día de estos hermanos. Para los Fayos, más allá de gestionar una de las empresas de gestión cultural más importantes de España, «nosotros gestionamos emociones y eso es muy gratificante. Ver cómo disfruta el público no tiene precio», aseguran.

Sin embargo, matizan que dedicarse a eso también es «un riesgo, porque al ser intangibles uno no sabe lo que va a pasar. A mí lo que más me gusta es ponerme al final de la sala y ver cómo la gente sale de contenta. Es una gozada», dice rotundo Enrique Fayos.

La vida real

Entre sus retos, paradójicamente, está «levantar el telón cada día». Han pasado una pandemia, una dana y un vertiginoso cambio tecnológico que pone a prueba cada vez la resiliencia de las artes escénicas. Desde el bastión de la calle San Vicente apelan a la autenticidad del teatro. «El teatro es la vida real, no hay inteligencia artificial que valga, es lo más auténtico que hay», concluyen.

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