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Los arroceros ‘fanguejaran’ la paja del arroz tras no poder quemarla por las lluvias

La Conselleria ofrece también la opción de retirarla con medios propios de Vaersa, pero desde la Unió aseguran que las máquinas son para trabajar en seco: “Es técnicamente inviable”

Quema de la paja del arroz de 2024

Quema de la paja del arroz de 2024 / Germán Caballero / LEV

Marta Rojo

Marta Rojo

València

‘Fanguejar’ es la palabra que utilizan los arroceros de l’Albufera para el proceso de integración de paja y fango en la tierra, para hacer de ella un terreno “limpio y uniforme”. Es un proceso que se hace todos los años, habitualmente, y que prepara la tierra para la cosecha, pero este año ese terreno resultante incorporará la paja del arroz que no se ha podido quemar por las fuertes lluvias, y que desde la Unió Llauradora aseguran que no se puede tampoco retirar, porque las máquinas que normalmente para ello “están pensadas para paja, pero no para la paja del arroz” y, en cualquier caso, para trabajar en seco, lo que hace que el plan B, la retirada, sea “técnicamente inviable”, según los arroceros.

Pero esas, quemar y retirar, son las dos opciones que contemplan desde la Conselleria de Medio Ambiente. Básicamente porque, en lo que depende de la administración pública, no hay ninguna otra vía, ya que la opción de ‘fanguejar’ la paja no requiere de más que la labor de los propios agricultores

QUEMA DE LA PAJA DEL ARROZ. Agricultura. arrozales. quema de la paja de arroz . medio ambiente. medioambiente. contaminación. putrefacción de las aguas del Parque Natural de La Albufera

Imagen de archivo de la quema de la paja del arroz / EDUARDO RIPOLL

La quema, inviable por las lluvias

El plazo autorizado para la quema de la paja del arroz empezaba el 10 de octubre, pero las lluvias han sido muy fuertes, reconocen desde la Unió. Eso no es malo para los cultivos en general, pero sí impide el proceso de quema de la paja, que no es combustible al estar mojada y enfangada. Ahora, es absolutamente “imposible” hacerlo, asegura Enric Bellido, de la sectorial arrocera de la Unió Llauradora. Para desbloquear esa opción “debería darse un grandísimo cambio de tiempo” que lo secara todo, pero parece muy improbable a la vista de la previsión del tiempo y teniendo en cuenta, además, que las horas de luz son cada vez más cortas.

La segunda opción que ofrece la Conselleria es la retirada con máquinas. Los propietarios que quieran optar por esa alternativa deben pedirlo a Medio Ambiente, para que puedan organizar esa retirada con los medios y maquinaria de Vaersa. Pero este año, explican fuentes de este departamento, muchos arroceros confiaban en poder quemar, así que muy pocos habían pedido la retirada. Esta opción, añaden, no podía ofrecerse el año pasado, cuando el contrato para la recogida quedó desierto, y por eso la Conselleria decidió solucionarlo con medios propios de esta empresa pública. Pero los arroceros aseguran que es “totalmente inviable técnicamente”: no hay maquinaria especializada en paja del arroz, ni que permita trabajar en terreno mojado o enfangado. La Generalitat asegura que colabora con regantes y agricultores; con los primeros, por si hiciera falta agua para llevar al parque natural y con los agricultores, para retirar la paja del arroz con sus propios medios o acercarla a zonas donde sea más accesible para su retirada. De hecho, añaden que ya se ha contactado con agricultores y regantes para que saquen en la medida de lo posible la paja del arroz a zonas y caminos públicos y la Generalitat comenzará esta recogida extra este mismo jueves.

Por eso, optarán por incorporar esa paja al proceso de ‘fanguejar’ habitual. “Es muy beneficioso para la avifauna; las aves son oportunistas y en el momento de mover la tierra, aprovechan para comer todos los invertebrados que pueden”, asegura Enric Bellido.

Aparecen centenares de peces muertos en Sueca por la putrefacción de la paja del arroz

Agustí Perales Iborra

La siega, por su parte, está terminando. Se acabará en los próximos días, previsiblemente, quizá en una semana. Pero asegura Bellido que hay parcelas que no podrán segar, aunque no sean muchas. Son de dos tipos. Las primeras son aquellas en las que ha entrado mucha agua, que tendría que sacarse con motores, lo que tiene un precio tan elevado que “no compensa” económicamente, sobre todo porque el arroz ya está “tocado”. Las segundas, aquellas en las que el arroz por segar ha entrado en contacto con el agua y el fango derivados de las lluvias y ha comenzado a pudrirse.

Anoxia y mortandad de peces

Es una cadena: las lluvias mojan la paja del arroz, la paja mojada no se puede quemar ni retirar y el proceso de putrefacción genera falta de oxígeno en el agua, conocida como anoxia. En las zonas con anoxia, la población de peces no puede obtener el oxígeno necesario para sobrevivir, y por eso estos días, en algunas zonas del parque natural se ha detectado mortandad de algunas especies. Los regantes fueron los encargados de alertar a las distintas administraciones tras observar que el número de llisas, lubinas y anguilas halladas sin vida durante estos días no había dejado de aumentar.

Según un informe al que ha tenido acceso Levante-EMV, con datos del 7 y 8 de octubre, murieron hasta casi 4.000 peces: 2357 carpas, 865 llisas,124 anguilas y 240 ejemplares de perca sol, entre otros. Estos episodios se dieron sobre todo en los términos del Perelló y Sueca, pero no en el lago, sino en la red de conductos y acequias que llegan a la laguna. 

Desde la Conselleria de Medio Ambiente explican que, cuando empieza la temporada de quema de la paja del arroz empieza a hacerse un seguimiento del nivel de oxígeno en el agua, así como de su temperatura, con muestreos diarios en diferentes puntos, para poder tomar medidas en caso de bajada de esos rangos. En este caso, la solución que preveía el departamento de Martínez Mus era preparar el desembalse de agua limpia para compensar con más oxígeno las anoxias, pero no fue necesario por la entrada de agua de lluvia. Esas precipitaciones hicieron que los niveles de oxigenación salieran de lo preocupante, aunque no descartan que vuelva a darse un caso similar, porque puede seguir lloviendo y porque la paja sigue sin recogerse. 

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