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El futuro del PPCV: Mompó se inviste de tono presidencial

El líder provincial del PP imparte una conferencia ante casi todo el Consell y su homóloga de Castelló, Marta Barrachina, donde evita mencionar a Mazón, exhibe su visión sobre los retos de la C. Valenciana y la política, y no se descarta para el cartel electoral al Consell en 2027

Vicent Mompó, en el acto de esta mañana.

Vicent Mompó, en el acto de esta mañana. / Levante-EMV

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

València

Hay movimiento en el PP valenciano. No era un día agradable para ponerse delante de los micrófonos si uno cobra y tiene cargo por llevar un carnet del PP en el bolsillo. Era lunes a las 9 de la mañana, el 'prime time' político tras un fin de semana de alto voltaje: con más de 50.000 valencianos pidiendo en las calles la dimisión del president Mazón; y, en los diarios, importantes novedades sobre su agenda en la tarde del 29 de octubre, de la que se ha sabido que no finalizó su ágape con una periodista en torno a las 18.45 horas, con la barrancada ya en l’Horta Sud, si no que la dilató aún más con un paseo hasta el párking junto a su acompañante, como reveló Levante-EMV.

No le importó a Vicent Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, que tenía marcado en rojo este 27 de octubre con una conferencia (la primera de este tipo) en la que ha parecido de un partido que no estuviera presidido por Carlos Mazón, que solo se hizo verbo en el turno de preguntas. 3.500 palabras de discurso y ni una mención.

En una conferencia en el foro Nueva Economía, Mompó expuso su visión sobre la política, la gestión y el ‘país’. El dirigente, al alza desde la dana pese algunas contradicciones en su relato, deja titulares: ¿Se ve de candidato a la Generalitat en 2027? “Creo que hoy puedo decir que el cargo más bonito es el alcalde de Gavarda. El segundo más bonito, presidente de la diputación. A partir de ahí, qué pasará, no tengo ni idea. ¿Dónde estaré? Donde esté, estaré defendiendo los intereses de los valencianos”. ¿Debe dimitir Mazón? «Los ciudadanos votan a quién quieren de presidente, no decidimos si debe dimitir», dijo Mompó, toreando la pregunta pero sin echar un capotazo al ‘president’.

Quizá esto fue lo más parecido: “En un esfuerzo de responsabilidad ha ligado su continuidad a la reconstrucción. El president deberá decidir qué quiere hacer en el futuro. Si dependiera de mí, antes que Mazón caerían otros presidentes”.

En los corrillos posteriores, alguno se preguntaba si, con el futuro del PPCV en el aire pero sin calendario ni horizonte claro, no es demasiado pronto para empezar a dejarse querer.

Mompó, mucho pragmatismo y poco PP

De un modo u otro, lo de Mompó de este lunes ha sido algo así como la presentación de un proyecto político. Como esos candidatos en campaña que sobre todo tratan de no asustar a ningún ciudadano, para no movilizar en contra, Mompó se vistió de ‘transversal’ en su discurso. Por no parecer, no parecía ni del PP. En su parlamento íntegramente en valenciano, Mompó deslizó poca ideología y mucho pragmatismo. 'Trellat', repetió tres veces. “Una institución útil”, “empatía y eficacia”. Esos son las coordenadas que vende.

Tan pragmático fue, que quien lo presentó fue Natàlia Enguix, exsocialista y actual socia de Mompó en la diputación, de Ens Uneix. Un partido “de izquierdas”, recordó, por si alguno de los presentes lo había olvidado. Mompó la alaba: “Juntos, hemos consolidado un modelo de cogobernanza sincera, un modelo que pone por delante de la ideología los intereses de los valencianos, un modelo que busca acuerdos donde hay quien solo ve diferencias”. Incluso viene a decir que le ha cambiado la forma de ver las cosas, compartiendo políticas sobre feminismo o memoria democrática: “Si no hubiera conocido a Natàlia seguiría pensando desde los argumentarios de ‘qué miedo da esto’. Cuando estás en la gestión la ideología pasa a un segundo plano”. Este pacto parece blindado hasta 2027.

Sin confrontar con la izquierda

Mompó, de hecho, apenas lanzó críticas al PSOE o al Gobierno, a quien incluso agradece los fondos que han llegado a la diputación. Lo nunca visto. Apenas algunas referencias a que el dolor "no debe ser instrumentalizado"; exigencia de facilitar la recuperación eliminando la burocracia, o pedir al PSPV que piense más en los valencianos y menos en Sánchez. Con un PSPV así, dijo, sí podría pactar.

Tan alto quiso volar Mompó, por encima de siglas, argumentarios e hipotecas de partido, que hasta se vistió de estadista en su intervención. El dirigente popular exhibe ambiciones. “¿Hemos estado las administraciones a la altura o falta cooperación?”, se preguntó. “La política útil es la que sirve a la gente, la que no busca confrontaciones, la que busca soluciones. ¡Ayudadnos! Recuperemos la política con sentido de estado. Recuperemos la vocación de servicio público”, ha dicho, apelando a medios y empresarios. Incluso citó a un francés para rematar, Jean-François Copé: “Invito a todos a escoger el perdón en lugar de la división, el trabajo en equipo en lugar de la ambición personal”.

Ya en esas alturas, Mompó también trascendió los límites de las comarcas valencianas y exhibió una visión sobre los grandes problemas. Pidió acelerar la reforma del modelo de financiación, acabar el corredor mediterráneo y hasta entró en el pantanoso terreno de la vivienda, de la que no tiene competencias, pero eso “no puede ser una excusa” y exige “políticas valientes y visión compartida”. Tanto que hasta le ofreció a María José Catalá los solares de la diputación en el cap i casal para sacarlos a “pública subasta para construir VPO”.

Apoyos hasta de Castelló

La alcaldesa (que sí que se descarta para el cartel electoral de 2027: "Soy alcaldesa y lo voy a seguir siendo") fue precisamente una de las líderes del partido que acudió a escucharle. Mompó estuvo arropado por el equipo de gobierno provincial, pero también por una parte muy importante del Consell. La vicepresidenta Susana Camarero, el vicepresidente Gan Pampols o los consellers Valderrama, Martínez Mus, Merino, Gómez, Rovira y Nuria Martínez. También hubo una amplia nómina de secretarios autonómicos, la presidenta de la FVMP, Paqui Bartual, o los presidentes del CES, Cámara de Valencia o Lo Rat Penat.

No pasó inadvertida la presencia de la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina. Ambos, que comparten visiones y complicidades sobre el futuro, aparecen en las quinielas del partido desde la periferia.

Contra la ‘elitización’ de la AVL

Como era de esperar, Mompó dedicó buena parte de su discurso a la reivindicación identitaria. Les "arraïls", dijo, las raíces. Mompó es más de lengua que de bandera. Su intervención, por cierto, fue íntegramente en valenciano, como la de su presentadora, Natàlia Enguix, y como todo el turno de preguntas. Debe de ser un hito en los enmoquetados salones de estos foros de opinión llegados desde Madrid.

El presidente provincial pidió fomentar, impulsar y proteger el valenciano "del pueblo" frente a la "elitización" de las normas de la AVL, institución que respalda pero a la que reclama una apuestas por sus formas (que son normativas) más próximas a los hablantes. Es su guerra. Un valenciano más genuino. El académico Abelard Saragossà, ‘asesor’ filológico del presidente, miraba atentamente desde el auditorio. Mompó también se mostró a favor del cambio de nombre de la Acadèmia, propuesto por Mazón.

Y reivindicó la campaña .val para crear un dominio digital propio para el valenciano, que ya tiene Cataluña (.cat), Galicia (.gal) o País Vasco (.eus). Pidió a empresas, partidos y administraciones que se la tomen en serio. “Esto no es un gesto simbólico, sino una decisión estratégica” para que “el valenciano no quede al margen del mundo conectado en el que vivimos”.

Natàlia Enguix, en el acto de Nueva Economía.

Natàlia Enguix, en el acto de Nueva Economía. / Manuel Bruque/Efe

Los cariños de Enguix

Mompó, como él mismo subrayó, contó con una ‘telonera’ inesperada, y que ha desconcertado a más de uno en su partido. Natàlia Enguix, socia y vicepresidenta de la diputación, glosó el carácter de un político que les trató con “respeto” a la hora de negociar un acuerdo en 2023, frente al PSPV. “Una persona que nos respetaba, que vino con humildad, sinceridad y la visión municipalista que para nosotros era tan importante”, dijo. Enguix reconoció el “choque emocional” de pactar con el PP, y le definió como “inteligente y conciliador”. “Hacen falta políticos como Vicent, honestos, trabajadores, conciliadores y 'bona gent'”, elogió.

20 millones para prevenir catástrofes

Más allá de los gestos, los pronunciamientos y las omisiones, Mompó dejó un anuncio en su intervención. La diputación va a realizar una inversión de 20 millones en todos los municipios para reforzar la prevención para las catástrofes. Inversiones para elaborar, revisar y actualizar planes de emergencia, adquirir hidrantes, sistemas de detección y alerta semiautomática, bombas para vaciar, grupos electrógenos o vehículos todo terreno, así como impulsar cursos de formación para la ciudadanía.

“Por eso, para hacer frente a esta realidad, desde la diputación hemos activado una inversión de más de diez millones, y lo hemos hecho para que los municipios puedan contratar personal cualificado y garantizar que cada euro se traduzca en proyectos reales que mejoren la vida de la ciudadanía”, señaló Mompó. Más de 80 pueblos contarán con técnicos contratados.

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