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Gabaldón, alcalde de Utiel, y Silvent, alcaldesa de Catarroja: “ El 29-0 actuamos por instinto, escogiendo la opción menos mala"

Los munícipes de Catarroja y Utiel comparten las dificultades de la reconstrucción con la limitación de los presupuestos municipales y piden agilizar procesos

Ricardo Gabaldón, Lorena Silvent y Joan Romero

Ricardo Gabaldón, Lorena Silvent y Joan Romero / Redacción Levante-EMV

Marta Rojo

Marta Rojo

València

“En cuanto a los alcaldes, lo que no es de su competencia es de su incumbencia”. La frase se la atribuye Joan Romero a un exalcalde de Vitoria y la ha utilizado este martes para destacar la importancia del nivel local de la administración tras la dana. Lo ha hecho, emocionado, en el marco de la jornada ‘Lecciones aprendidas después de la dana de València’, celebrada en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València. Sobre todo, lo ha hecho ante dos alcaldes, el de Utiel, Ricardo Gabaldón, y la de Catarroja, Lorena Silvent. “Un alcalde de donde empezó el desastre y una alcaldesa de donde el desastre acabó siendo devastador”, los ha presentado. Un alcalde, ha añadido, que pudo avisar a la población porque en su municipio llovía. Una alcaldesa que no pudo hacerlo porque no tenía información de lo que iba a pasar.

“Si no hubiéramos tomado decisiones a las 7, en Utiel no habríamos podido tomar más”

A las siete de la mañana, el alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón (PP) decidió suspender las clases y todas las actividades en exteriores en el municipio. Fue la decisión que posibilitó tomar más decisiones a lo largo del día. “Nadie nos ha explicado nada, ni a Lorena ni a mí, nada de cómo actuar en un caso así”, ha destacado Gabaldón. “Falta formación; no teníamos el conocimiento suficiente para poder saber lo que teníamos que hacer”, ha reconocido. Actuaron “por instinto, escogiendo la opción menos mala”. Y es consciente de que, si no hubiera decidido cancelar la actividad lectiva, no habría podido tomar ninguna otra decisión. “No habríamos tenido tiempo, nos habríamos sumergido en una desgracia tan tremenda que no habríamos tenido poder de reacción y, probablemente, ni yo mismo estaría aquí”, ha indicado.

Para mucha gente, el primer aniversario de la dana marca un momento de recuerdo. “La gente está recordando estos días ese desastre que hemos pasado pero para nosotros, los alcaldes, es algo que se sufre todos los días”, ha recordado. Lo recuerda viendo a los vecinos que lo han perdido todo, a los familiares que han tenido que enterrar a sus seres queridos, el estado del alcantarillado, los bares que todavía no han podido reabrir.

“Si la ciudadanía se coordinó, nosotros estamos obligados”

Muchas lecciones y muchas cosas que mejorar, ha resumido Gabaldón. Entre las primeras, la primera es, ha dicho, que “cuando queremos, podemos”. Considera que la ciudadanía, organizada en el voluntariado, dio “una lección ejemplar a toda la sociedad”. “Vinieron a todas las poblaciones sin preguntar de qué color político era el alcalde ni como nos llamábamos o apellidamos”, ha agradecido el alcalde de Utiel. Si vuelve a suceder, ha dicho, todo el mundo tiene que colaborar. “Si la ciudadanía lo hizo, las administraciones estamos obligadas a colaborar”, ha destacado.

Como segunda lección, ha incidido en la necesidad de la formación para los responsables políticos, también del nivel local, que tienen “muchísima responsabilidad”. Pero también para la ciudadanía, que tiene que saber, cuando hay una alerta, lo que hay que hacer y lo que significa. “Y tenemos que empezar por los colegios”, ha indicado. Además, ha destacado como aprendizaje la necesidad de mejorar la comunicación “en sentido amplio”. No solo en cuanto a los avisos a la población, en los que, ha dicho, “tiene que estar muy claro quién es el responsable de enviar esos avisos y quién los tiene que recibir”, sino también entre responsables políticos. 

“En Catarroja no hay una nueva normalidad”

“Yo ahora me siento más útil que en la vida”. Lo reconoce Lorena Silvent, alcaldesa de Catarroja, aunque ese 29 de octubre, falló todo lo que pudo fallar. La primera lección que extrae es que la anticipación es la clave porque, sin tiempo, todo plan es papel mojado. “Nuestro plan municipal incluía avisos por megafonía pero previstos con un coche que no podía circular, las telecomunicaciones cayeron y no se pudo acceder a los rescates: la policía local y Protección Civil acudieron a tres domicilios y el resto los llevaron a cabo los vecinos”, ha detallado. Un auténtico “caos”, ha reconocido.

Silvent sí ha insistido en la realidad que se vive un año después en la zona cero. “Para nada hay una normalidad o una nueva normalidad, lo que sí que hay es una nueva realidad”, ha destacado. Pero esa realidad sigue siendo, en algunos aspectos, dramática: “todavía tenemos muchos ascensores que no están operativos en muchas comunidades de propietarios, también en edificios públicos, y eso supone gente que deja de salir de casa”, ha ejemplificado. Las personas con problemas de movilidad, a veces, tienen que programar sus salidas de casa una vez a la semana con la ayuda de Servicios Sociales o la Cruz Roja. “Con hora de salida y de llegada, con una silla oruga, aunque ese día llueva, o no te apetezca”, ha destacado. 

A ellos se suman las personas mayores que no tienen problemas para moverse pero “ya no les apetece salir porque ya no hay un parque, ya no hay bancos o ya no está en funcionamiento la escuela de adultos”. Y los niños, que “han visto cómo su círculo ha cambiado, que ahora van a clase en aulas prefabricadas en solares sin plazo de vuelta a la normalidad”. 

Anticipación contra el caos

Así que, también en Catarroja, varias lecciones. La primera, que en la emergencia, “nada es suficiente”. Que hay que anticiparse, y con ese objetivo la localidad está actualizando su mapa de riesgo. E insiste su alcaldesa en la necesidad de protocolos claros: “la emergencia son 24 horas, la emergencia no va de turnos”. “Tenemos que establecer unos protocolos que digan qué personas se activan cuando hay una emergencia”, ha destacado.

En paralelo a las administraciones, ha añadido que también la ciudadanía “se tiene que empoderar”. “No tenemos que esperar nada de nadie, sino estar activos y responsables de lo que podemos responsabilizarnos”, ha subrayado.

Utiel y Catarroja ante la reconstrucción

Y, a futuro, es ineludible “abordar de una vez por todas el problema de inundabilidad” de sus municipios. Lo ha dicho el alcalde de Utiel, donde un río que tiene un metro de ancho y tres centímetros de altura llegó a tener, el día 29 de octubre, 400 metros de ancho y tres de alto en el cauce más otros tres de inundación. “En algunos municipios tenemos la calle del Barranco, en otros la de la Rambla... tenemos que saber por qué y qué tenemos que hacer con estas zonas de avenidas de agua”, ha considerado Ricardo Gabaldón. Eso sí, ha reconocido que “si queremos cambiar los cauces, al final perderemos todos”. Sobre la reconstrucción, ha detallado que se está ampliando el río en 11 metros o ampliando unos puentes que hicieron de presa. 

No es tarea fácil, ha destacado Lorena Silvent. “Un ayuntamiento nunca ha hecho una macro obra del nivel de las que tenemos que acometer ahora, tenemos ciudades que se han ido mejorando en 40 años poco a poco”, ha afirmado la alcaldesa. Se ha preguntado, pues, “cómo plantear una intervención de 70 millones de euros para renovar todo el sistema de alcantarillado en ciudades consolidadas y habitadas”. “Es incompatible con la vida diaria y todo eso, nadie nos dice cómo se ha de hacer”, ha expresado.

Ambos alcaldes coinciden también en la necesidad de agilizar los procedimientos. “Es una lástima que en Catarroja o en Utiel tengamos una cantidad de dinero para hacer obras, inversiones o reconstruir de alguna manera nuestras ciudades y que hayamos podido ejecutar muy poco un año después”, ha destacado Gabaldón. Reconoce que “un ciudadano puede pensar que no estamos haciendo nada, pero estamos trabajando mañana, tarde y noche”. Pero es posible, dice, que “un ciudadano, a los 3 o 4 meses, no viera nada de la reconstrucción”.

“Tenemos que conocer nuestro territorio, tener una visión de área metropolitana, que es algo que tenemos muy asumido, pero no se traslada en la normativa ni en las medidas”, ha indicado, por su parte, Silvent. No solo eso; también una visión de cuenca hidrográfica. Si no, concluye, “es como estar viviendo sin mirar lo que tenemos”.

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